Preguntitas a Dios
De kikka roja
Guadalupe Loaeza
Guadalupe Loaeza
Si el cantante y compositor argentino Atahualpa Yupanqui viviera y se hubiera enterado del misterioso caso de Zhenli Ye Gon, seguramente hubiera cambiado la letra de su maravillosa canción Preguntitas a Dios por Preguntitas a Confucio. Porque hasta el filósofo chino, Confucio, se hubiera confundido con toda esta confusión a propósito de este personaje mexicano de origen oriental que no habla español y que solía guardar más de 200 millones de dólares en billetes en la sala de su residencia en Las Lomas. Sin duda todo esto es un enredo que ni el detective Charlie Chan, de la serie del cine estadounidense de los cuarenta hubiera podido desentrañar.
Permítanme mis queridos y queridas lectoras compartir con ustedes esta lista de "preguntitas" que me han estado dando vueltas en la cabeza desde que me enteré por segunda vez del caso (la primera fue cuando encontraron la billetiza en su casa).
¿Por qué todos los diarios, conductores y analistas políticos se refieren peyorativa y racistamente al señor Zhenli Ye Gon como el "chino"? ¿Cómo es que la Interpol, a pesar de la ficha roja (como juego de Parchis), no ha podido dar con él? ¿Por qué la AP sí ha podido? ¿Dónde se encuentra en realidad el señor Zhenli Ye Gon? Si salió de México, ¿cómo es que no hay registro de su salida y de su entrada a otro país? ¿Cómo consiguió tan rápido pasaporte mexicano si apenas habla español? ¿Cómo ha manejado cantidades tan grandes de productos químicos, supuestamente controlados, sin que hubiera despertado sospechas? ¿Tuvo algo que ver la DEA (Drug Enforcement Administration) en la localización de los dólares que se encontraron en su casa? ¿Por qué cuando contaron los fajos de billetes reportaron una cifra inferior? ¿Cuántos cientos de maletas entraron a esa casa sin que nadie se diera cuenta? ¿A quiénes tratan de implicar los abogados del señor Zhenli Ye Gon, al PAN en tiempos de campaña, o al gobierno federal en funciones? ¿Por qué la Secretaría de Salud nunca registró irregularidades en las cuatro operaciones de importación de pseudoefedrina que realizó Unimed Pharm Chem de México, propiedad del empresario de origen chino Zhenli Ye Gon? ¿Por qué no se tienen datos sobre sanciones, a pesar de que ingresó legalmente a México, casi 30 toneladas de este precursor químico? ¿Por qué la Secretaría de Economía no consideró necesario explicar lo que pasaba en sus registros con las importaciones realizadas, entre otras, por la empresa cuyas operaciones eran tan jugosas? ¿Por deficiencias exclusivamente informáticas, o por otras razones? ¿Qué más habrá entrado al país al mismo tiempo que la pseudoefedrina, armas, otras sustancias, papelería apócrifa, qué más? ¿Será cierto que el gobierno del PAN no tiene nada que ocultar, ni temer respecto a este "chantaje perverso"? ¿Por qué si AP (The Associated Press) tenía la entrevista desde mediados de mayo, la sacó 45 días después, sin haber entrevistado el secretario del Trabajo, Javier Lozano?
Las de arriba son las preguntas que todo el mundo se hace acerca de este caso tan enigmático. Ahora quiero expresar aquellas que me parecen todavía más enredadas.
¿Es el señor Zhenli un testigo protegido por Estados Unidos? ¿Por qué si es supuestamente "protegido" de nuestros vecinos ha estado tan expuesto a los medios? Si así fuera, ¿cuál es realmente el mensaje que está enviando el gobierno gringo al gobierno mexicano? ¿Por qué el diputado Larios consideró que no se puede dar credibilidad a "un malandrín" que ha sido acusado de ser narcotraficante si todavía no le han probado nada al susodicho "malandrín"? ¿No habrá querido decir más bien "mandarín" en lugar de "malandrín"? ¿Por qué Televisa le ha dado tanto espacio a un asunto que perjudica negativamente al PAN? ¿Será está actitud una respuesta a la frustrada Ley Televisa? ¿Por qué querría el abogado estadounidense "chantajear al gobierno de México con afirmaciones absurdas e inverosímiles, como dijera la Procuraduría mexicana?
Y en otro orden de ideas, siempre alrededor de este embrollo tan complejo: ¿Por qué se ve tan pulcro y tan bien aliñado el señor Zhenli, en estos momentos donde debería lucir más bien cansado, ojeroso y hasta deprimido? ¿Qué quiere decir el implicado con la palabra "cuello", que lo van a matar, a secuestrar, o a encerrar? ¿Qué pensará el gobierno chino de todo esto? ¿Qué tanto sabrá Tomoyi Mars Yu, esposa de Zhenli, de todos los negocios de su marido? ¿En qué pensará en su celda? ¿No le dará coraje estar encerrada mientras su marido se pasea quién sabe por qué ciudad? ¿Querrá divorciarse lo más pronto que pueda? ¿Cuánto le pedirá de pensión sabiendo todo el dinero que tiene? ¿Qué opinará el cuñado del señor Zhenli Ye, quien también se encuentra preso? ¿Perderá a su cliente el abogado mexicano Rogelio de la Garza, (abogado también de Vicente Carrillo Fuentes y otros presuntos narcotraficantes) por haberlo desmentido en sus dichos y por su total despiste? ¿Cuántos blocks de fichas de depósito se requirieron para depositar en el Bank of America más de 200 millones de dólares? ¿Por qué no depositaron el dinero en un banco mexicano? ¿Por falta de confianza? Si así fuera, ¿por qué mejor no lo dejaron en el Banco Nacional del Ejército? ¿Por falta de confianza? Y por último nos preguntamos, si las autoridades mexicanas no llegan a probar que efectivamente el señor Zhenli Ye acumuló toda esa fortuna de manera malhabida, ¿se le regresarán sus 205 millones de dólares como sucedió hace seis años con el caso de Rigoberto Gaxiola, de Hermosillo, Sonora, a quien le regresaron 190 millones de dólares que le habían sido decomisados porque nadie en el gobierno mexicano le pudo probar que eran malhabidos?
No, me temo que ni Dios Padre podría responder a este listado de preguntas tan misteriosas. Es más, ni el Espíritu Santo... nadie podría contestarlas. Para mí que el señor Zhenli Ye se hizo bolas entre su abogado gringo y el mexicano. Ya se hizo bolas entre el partido y el gobierno del PAN. Y ya se hizo bolas entre tantos supuestos "arreglos" a los que quiere llegar con el gobierno de Felipe Calderón para que las cosas se compongan y vuelvan a estar como antes...
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