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LE NOUVEAU GOUVERNEMENT MEXICAIN EST ENTRE EN GUERRE SAINTE CONTRE SON PROPRE PEUPLE. ARRESTATIONS ARBITRAIRES D'HOMMES POLITIQUES COMME DE SIMPLES PASSANTS QUI AVAIENT LE MALHEUR DE SE TROUVER AU MAUVAIS ENDROIT AU MAUVAIS MOMENT, GENERALISATION DU VIOL DES PRISONNIERES, DE LA TORTURE Y COMPRIS SUR DES ENFANTS DE HUIT A DOUZE ANS , CENSURE DE TOUTE OPPOSITION... LA LUTTE NE FAIT QUE COMMENCER. El nuevo gobierno mexicano a entrado en guerra santa contra su propio pueblo. Imposición, traición, doble discurso, ruptura del pacto social, ningún respeto por los derechos humanos con la consiguiente tortura, prisión, muerte de luchadores sociales e inocentes. Censura y desprecio por la cultura y la educación.... LA LUCHA COMIENZA.

jeudi 18 septembre 2008


el grito
Artista Rafael Barajas (El Fisgon)

El terror

Asimetrías

La Intervención que Viene

Fausto Fernández Ponte


I

Hace algunas semanas, en éste mismo espacio, se aludió a las secuelas de la ocurrente y dramática descomposición del Estado mexicano. "¿Qué es lo que sigue? ¿Qué ocurrirá?", se inquirió éste escribidor. "Acciones de terror", fue la respuesta.

Al escribir la respuesta se echó mano de añejas premisas: los actos de terror no serían cometidos por revolucionarios, sino por actores internos y externos movidos por imperativos de geopolítica y justificarlos ante el mundo y la historia.

Imperativos y objetivos de geopolítica de Estados Unidos, mas no de México, inpirados en una filosofía que preconiza la injerencia en los asuntos internos de otros países e incluso la intervención militar directa o sesgada bajo guisas sofistas.

La acción de terror en Morelia, Michoacán, ocurrida la noche del 15 de septiembre, en pleno jolgorio por los 198 años del Grito de Independencia, es sin duda muestra execrable, por terriblemente trágica, de la descomposición ocurrente del Estado.

El fenómeno de la descomposición es general. El acto de terrorismo en agravio de la población civil --inocente-- es uno de los síntomas de aquella, independientemente del móvil coyuntural, táctico, y fines de los perpetradores.

Ésta acción fue realizada obviamente con el afán de aterrorizar a la población civil y convertirla en un objetivo tácticamente válido, el de rehén, de un grupo delincuente de interés y de presión, poseedor de enorme capacidad de fuego.

II

Así, la población civil queda entre dos fuegos, pues ya era, ante del acto de terror en Morelia, objetivo táctico válido de las fueras coactivas y coercitivas del Estado. Nos aterroriza el Estado y ya nos aterrorizan lo narcos. Esa es una realidad atroz.

Y esa realidad es la de que la sociedad mexicana es la víctima damnificada de la descomposición del Estado, condición que se suma a la miríada de opresiones coyunturales y sistémicas (estructurales y superestructurales) en las que existe aquella.

Confirma ese nefando episodio de terror que la descomposiciòn del Estado mexicano afecta a su componente central, el que conforma la sociedad o, entendido en su sentido más amplio, el pueblo de México, sin distinción de clases ni estratos sociales.

Parte alícuota de la descomposición del Estado --inmerso en una vorágine incontrolable de desmoronamiento filosófico, moral, ideológico y, sin duda, político y social y socavamiento funcional-operativo-- es la escalada en el terror.

Esa desintegración tiene dialéctica propia y, por ende, concomitancia cultural. La cultura de la descomposición del Estado mexicano tiene, en su turno, identidad manifiesta: la de la inapropiadamente llamada narcoguerra.

Esa guerra --declarada unilateralmente por el Jefe del Estado mexicano el mismo día que inició su periodo sexenal, en 2006-- es, en realidad, un conjunto de tácticas desarticuladas entre sí de una estrategia ambigua, imprecisa, sin objetivos claros.

III

Las tácticas --acciones miltares y policiacas orientadas a un propósito estratégico dado-- es ajeno a su sexenio, pero sin una infraestructura logística ni doctrinal su propósito declarado de vencer y, eventualmente, destruir a un enemigo, es irrealizable.

Esa sería la estrategia y, en términos convencionales y formales, lo es. El enemigo identificado por los tacticos es un conjunto de ciertas organizaciones dedicadas al tráfico ilícito de estupefacientes y psicotrópicos. Obtienen fabulosas ganancias.

Esas organizaciones o cárteles del narcotráfico que operan en territorio mexicano son proveedores de un mercado de enorme dinamismo --creciente--, el de los tres países de la América del Norte, arrebatándole a Washington el control de esa proveeduría.

Ante ese hecho, Washington persuadió al jefe del Estado mexicano --personaje con nulo capital político-social por haber sido investido sin un contrato social amplio que lo respalde-- a librar subrogadamente una guerra contra los cárteles.

Ofreció EU a México financiamiento, asesoría, un plan táctico y una doctrina militar incluso, pero ello ha quedado en promesas de muy lentísimo andar. El costo político y financiero es para el Estado mexicano y el gobierno que lo representa y el pueblo.

Mientras tanto, los patrones en Washington hablan de retirarle al Estado mexicano la subrogación de la narcoguerra y deliberan, en los cenáculos del poder imperial, de "rescatar" a México y "salvarnos" de nosotros mismos. ¿Con batallones de "marines"?

ffponte@gmail.comEsta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla

Glosario:
Alìcuota: proporcional.
Subrogadamente, subrogación: de subrogar. Sustiuir o poner a alguien o algo en lugar de otra persona o cosa.

el patriota

Mes patrio

· ¿Toda la fuerza del Estado?...

· ¿Ni un paso atrás?...



18 septiembre 2008
jrbc@diariolibertad.org.mxEsta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla

¡Ilusos! ¡Ignorantes! Al terrorismo, porque lo sucedido en Morelia se llama sin sutilezas terrorismo, ¡nadie!, repito, ¡nadie! lo ha podido combatir con la fuerza de ningún Estado y en ningún tiempo…

Terrorismo (auto-terrorismo sería más claro, pero no deja de ser terrorismo) fue el que sufrieron los EEUU el 11 de Septiembre cuando derribaron las Torres Gemelas…

Y también fue terrorismo fue cuando hicieron volar el edificio del gobierno federal. Y cuando asesinaron a Lincon. Y a Kennedy; nadie pudo hacer nada para evitarlo…

Y terrorismo es lo que sufren a diario los irakíes a pesar de la presencia de tropas de élite de varias partes del mundo…

Y terrorismo es lo que sufren también a diario los israelitas, a pesar de que sus fuerzas armadas, como las que entrenan a los guardaespaldas de los ricos mexicanos que pretenden formar nuevas guardias blancas (por si alguien pensaban que íbamos avanzando y no en franco retroceso político y social) no han podido evitarlo, ni podrán…

Y terrorismo fue el asesinato de Benasir Buto; y el del Gran Mahatma Gandhi; y el de Rajib Gandhi y el de su madre Indira, por comentar un poco de historia en una nación milenaria, como la India…

Y todavía el iluso michoacano se atreve a decir que no va a dar un paso atrás (ya como cantaleta) y que va a aplicar toda la fuerza del Estado; cuando toda esa fuerza del Estado no ha podido ni identificar a los que ponen las narco-mantas, menos a los que avientan las granadas…

El terrorismo se combate con el diálogo abierto y no con la fuerza del Estado. Hacer eso, es de nueva cuenta, iniciar derrotado, como cuando les declaró la guerra a los narcotraficantes…

Cabiendo comentar, que inmiscuir a los narcotraficantes en lo sucedido, es tratar de desvirtuar las investigaciones para no encontrar más que chivos expiatorios, lo que parece ser la especialidad de los tiempos…

Narcotraficantes, decíamos, que los hay y de sobra en todo Michoacán, gracias a la acuciosa administración de Lázaro Cárdenas Batel, que se dedicó, junto con su igual, Sergio Estrada Cajigal, ex Gobernador de Morelos de pésimo recuerdo, a la milonga, al despilfarre y al valemadrismo…

Las líneas de investigación, si quieren encontrar a los responsables intelectuales de lo sucedido, deben ir dirigidas a investigar al clero católico…

Estudien la Historia de nuestra propia Patria y encontrarán quienes han sido los encargados de desestabilizar a la Patria. Libros que hablen de ello, sobran…

¿Qué no es una escandalosa muestra de ello el que hoy se opongan abiertamente a nuestras Leyes, como lo hicieron hace tres Siglos y en los años 20s del Siglo pasado con la Revolución Cri$tera?...

Lo peor del caso es que el arrogante e inepto michoacano todavía se alcanza la puntada de llamar a la unidad nacional (se podría llamar de otra manera, pero mejor no) cuando él y su dudoso arribo a la Presidencia son los responsables de la desunión que existe entre los mexicanos…

Para terminar, a menos que lo sucedido haya sido un auto-atentado (lo que no se duda para llamar a la unión nacional) el terrorismo no es producto del crimen organizado, es producto, como ya ayer lo habíamos señalado, del fanatismo…

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

Festejos · Hernández

Hernández

¿Por qué Morelia y no Guanajuato?

Diario libertad.

¿Por qué Morelia y no Guanajuato?
Los Escuadrones de la Muerte ya están aquí

18 septiembre 2008

gpantojac@hotmail.comEsta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla

En Morelia, capital del estado de Michoacán, la cuna del prócer inmortal de la independencia José Ma. Morelos y Pavón; tierra del gran ideólogo de la Reforma Don Melchor Ocampo y del patriota general Lázaro Cárdenas del Río, se vio envuelta en una tragedia que no tiene referente en la historia contemporánea del país. Estando el pueblo reunido, en pleno fervor patrio esa noche del 15 de septiembre, honrando y vitoreando a los héroes que nos dieron patria, manos asesinas guiadas por las fuerzas oscuras de la ultraderecha arrojaron dos granadas de fragmentación, provocando la muerte a 8 personas y quedando heridas más de un centenar por las esquirlas recibidas.

Este hecho delictivo no es un ajuste de cuentas entre las bandas de narcotraficantes ni es terrorismo sin causa, es un crimen con clara motivación política. ¿Cuál es el cuadro social que enmarca la tragedia de Morelia? Cada día que pasa aumentan más los escenarios adversos a la permanencia de la derecha en el poder; se ve muy difícil que concluya su sexenio. La espiral de la violencia social tomó carta de naturaleza en nuestro país; en los medios de comunicación se habla abiertamente de las distintas vías que puede utilizar Calderón para abandonar el poder. En la Cumbre por la Seguridad y la Legalidad, celebrada el pasado 30 de agosto, el señor Alejandro Martí, hablando en representación de la clase empresarial, le dijo directamente y sin tapujos al ocupante de Los Pinos, que si no puede proteger sus vidas y su dinero que renuncie, y le puso un plazo de cien días. Esto es un indicativo del descontento empresarial -sector que lo llevó al poder- contra el gobierno y su clara disposición a recibir la renuncia de su empleado si no puede con el paquete. Desde esa velada amenaza empresarial, cada día que transcurre Calderón se va quedando sólo y sin el apoyo de quienes lo pusieron al mando del país.

Los empresarios del país reclaman amenazantes, al mismo tiempo que la ultraderecha conservadora recibe un golpe demoledor con la resolución definitiva de la Suprema Corte de Justicia que declaró la validez constitucional de la Ley del Aborto, promulgada por el gobierno del DF. Con ello, la mochería conservadora se sintió agraviada en lo más profundo, y según sus propias declaraciones, no dudará en recurrir a otras medidas a su alcance para echar abajo las disposiciones legales en torno al aborto. Han declarado con la espada desenvainada que la lucha no ha terminado.

Mientras tanto, el pueblo sigue organizando su lucha contra la oprobiosa dictadura neoliberal que lo ahoga en la miseria. Como resultado del fraude electoral de 2006 surgió el Frente Amplio Progresista (FAP), con el propósito de institucionalizar la resistencia y darle mayor fuerza. Y siguiendo en la misma estrategia unitaria, hace apenas unos días se dio a conocer la noticia de la integración del Movimiento de Liberación Nacional (MLN), donde participan más de 40 organizaciones de izquierda y del sector progresista, el cual buscará con la organización y la movilización política y social, construir un nuevo proyecto de nación, mediante el cumplimiento de la Constitución y el desplazamiento del actual régimen de gobierno y las camarillas políticas, militares y empresariales que las sostienen.

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Muerte de la nación · Ahumada

Ahumada

Morelia

Diario libertad

Pedro Echeverría V.

Los narcos no asesinan así como en Morelia. ¿Estará naciendo un partido derechista neonazi?


18 septiembre 2008
pedroe@cablered.net.mxEsta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla
1. Los integrantes de las bandas de narcotraficantes han demostrado (hasta hoy) que no asesinan al pueblo arrojándoles bombas, tal como sucedió en Morelia el pasado 15 por la noche. Estas bandas, por todo lo registrado, sólo matan a quienes los persiguen, los engañan y los denuncian, sean miembros de la misma mafia, policías, soldados y sus jefes, periodistas y, seguramente, siempre están dispuestos a acabar con los políticos que ordenan su persecución. Al parecer asesinan al pueblo produciendo y vendiéndole droga, pero según noticias publicadas los pobladores humildes llegan a tenerles cariño porque son los únicos que los ayudan dándoles trabajo y regalos (Escobar Gaviria, Caro Quintero, etcétera) Aunque los narcotraficantes pueden haber cambiado de estrategia, no debe dejarse de reflexionar sobre el hecho evitando el sentido común y la propaganda.



2. Por otra parte, una organización guerrillera de izquierda lucha siempre por el pueblo explotado, pobre y oprimido. Para eso nace. Genaro Vázquez, Lucio Cabañas, el EZLN, el EPR, etcétera, nunca actuaron contra el pueblo, muy por el contrario surgieron de él para defender sus derechos. Algunos han asaltado bancos, han secuestrado a empresarios y terratenientes, para obtener dinero para sus luchas, pero nunca irán contra su propia ideología que significa batallar a favor de los indígenas, campesinos, trabajadores. Cuando han realizado actos propagandísticos, poniendo bombas, siempre han buscado que nadie muera. Eso ha quedado más que claro a través de experiencias en México y en el mundo. Ninguna organización de izquierda podría conservar el mismo nombre si no defiende los intereses de los de abajo.



3. Por el contrario, Hitler, Musoline, Franco, Pinochet, Videla, Somoza, al representar los intereses económicos y políticos de empresarios, al tener la concepción de razas inferiores y razas superiores, al considerar que la población pobre sólo debe producir porque es incapaz para gobernar, siempre manifestaron desprecio hacia el pueblo. ¿No se recuerda acaso que todos esos funestos dictadores militares derechistas masacraron directamente a la población cuando ésta protestaba contra sus miserables condiciones de vida? ¿Quiénes asesinaron a la masa estudiantil el 2 de octubre de 1968 y el 10 de junio de 1971? Lanzar una bomba dentro de la masa pobre y miserable sólo puede ser una acción de quienes están contra ella, de quienes las han considerado incapaces de hacer otra cosa que no sea trabajar, producir riqueza para los explotadores.



4. La pregunta entonces podría ser: ¿Estará naciendo el partido derechista nazi, como hay varios en Europa y EEUU, para perseguir y asesinar al pueblo y a las fuerzas ligadas a él? ¿Cuántos empresarios y altos clérigos apoyarían con mayor decisión a un partido yunque/panista extremadamente radicalizado? Personajes como los “amigos de Fox”, Velasco Arzac (asesor de Fox), Salinas Pride y su hijo Salinas Pliego (dueño de TV Azteca) Servidje (dueño de la Nestlé), Azcárraga (Dueño de Televisa) y otros mil empresarios más seguramente estarían muy felices que surgieran comandos armados anticomunistas, tales como los surgidos en Alemania, Italia, España o los EEUU. Su objetivo es frenar las luchas del pueblo y asesinar a aquellos activistas políticos que los ayudan en las huelgas, las tomade tierras, las ocupaciones de viviendas desocupadas.



5. Vean ustedes estas cínicas declaraciones de uno de los grandes magnates del capital y de los medios televisivos. Para apuntalar la tesis sobre la importancia de la participación de los empresarios en la formación del MURO, el investigador González Ruiz echa mano de uno de los pocos testimonios que hay de un hombre de negocios sobre el caso: el de Hugo Salinas Price, padre de Ricardo Salinas Pliego, propietario de TV Azteca. En sus memorias, Mis años con Elektra, narra: "A principios de los años sesenta sentía yo grandes inquietudes. El fuerte carisma de Fidel Castro hacía sentir miedo a las clases media y alta de que se fuera a repetir el fenómeno cubano en México. Escribía yo artículos que publicaba en Excélsior. A veces reproducía mis artículos en sus publicaciones el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales, que dirigía mi amigo Agustín Navarro Vázquez.



6. "Siempre apoyé a Navarro Vázquez, un verdadero héroe de la libertad a quien la patria no le ha rendido el debido reconocimiento. Me planteó la conveniencia de crear un grupo de choque de jóvenes, a efecto de contrarrestar el terror de la izquierda entre estudiantes. Se llamaría MURO (Movimiento Universitario de Renovadora Orientación) Lo más probable es que hubo varios que lo apoyaron, pero yo nunca supe quiénes más apoyaron a ese grupo, que resultó muy efectivo para darle a las izquierdas una sopa de su propio chocolate. (El) MURO tenía una casa ubicada en la avenida División del Norte, en donde practicaban artes marciales los muchachos. En una ocasión (el) MURO decidió hacer una manifestación en la propia UNAM. Se quemó la efigie de Fidel Castro. Fue divertido; tanto mi cuñado como yo estuvimos ahí. El salió fotografiado en los periódicos al día siguiente junto a la efigie en llamas."



7. Estos tipos de grupos de derecha han contado siempre con fuerte financiamiento de poderosos núcleos empresariales y clericales. Un Frente Cívico de Afirmación Revolucionaria, encabezado por el expresidente derechista Miguel Alemán y los políticos y banqueros más influyentes en cada estado de la República, organizó casas para el “exilio cubano” (léase gusanos) que al final de cuentas se concentró en Miami. Éstos luego llegaron a convertirse en activistas terroristas de derecha que llegaron a ser acusados de cómplices en el asesinato del presidente Kennedy. En México en los años sesenta se quemaron en plazas públicas miles de libros oficiales de texto gratuito por sus “ideas comunistas” y los grupos “cristianismo sí comunismo no” se organizaban en las iglesias para cubrir el país con propaganda anticomunista.



8. ¿O a caso se está exacerbando el terror para que “los mexicanos estén unidos bajo la dirección de su presidente Felipe Calderón” que cada vez pierde apoyo? ¿Es el momento que se olviden las diferencias y las ideologías para que Calderón sea reconocido a pesar del despojo electoral? Me recuerda a Hitler echándole la culpa al extranjero de la crisis alemana y buscando la unidad del pueblo alrededor suyo y de los empresarios de la guerra; también cómo los dictadores militares argentino, con la consigna de que “el pueblo debe unirse para defender a las Malvinas” buscaban el apoyo del pueblo que nunca habían tenido. ¿Pretenden continuar con el ejército en las calles, con el avivamiento de miles de muertos más, mientras se juega la “alta política” que sólo lanza lodo y sangre sobre la población aprovechando grupos paramilitares de derecha? Por favor, no hay que irse con la finta. Calderón está desesperado por ser reconocido.



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Víctimas · Hernández

Hernández

15-s calderoniano?

Astillero
Julio Hernández López

■ Torres Tarascas

■ 15-S, historias gemelas

■ Actas patrióticas

■ “Traicionalizar” la política

1. Un presidente débil, producto de un fraude electoral, manejado por los factores reales de poder e incapaz de cumplir con las operaciones políticas que son básicas para gobernar, cambió (provisionalmente) su suerte a partir de lo sucedido un 11 de septiembre en las Torres Gemelas de Nueva York.

2. El derrumbe de las citadas torres permitió a ese gobernante convocar a los ciudadanos a cerrar filas en función de un patriotismo exacerbado e instalar un paredón cívico para quienes en esas condiciones de extremo peligro pretendieran criticar las políticas oficiales guerreras. En aras de presuntos valores supremos, los medios de comunicación se sometieron a los dictados oficiales, las libertades civiles fueron reducidas y se establecieron leyes que permitieron la vigilancia y espionaje a discreción de particulares considerados “sospechosos” o poco patriotas a ojo de los nuevos poderes plenipotenciarios.

3. Muchos años después, habiendo empeñado declaraciones y “toda la fuerza del Estado” en la búsqueda del supuesto organizador de esos atentados, las muertes y los daños siguen sin castigo real, en medio de dudas crecientes, libros documentados y estudios sesudos que plantean la posibilidad de que, como en otros momentos de la historia de Estados Unidos, se hubieran fabricado escenarios violentos que abrieran paso a las pretensiones de la elite guerrera de declarar guerras o precipitar intervenciones armadas, reactivar su economía y en especial la industria bélica y, con la instalación de un enemigo externo supuestamente muy peligroso, forzar procesos políticos de unificaciones y controles que permitieran a los presidentes en turno cumplir con agendas o compromisos de altísimo nivel económico.

4. En México, hasta ahora, las bandas de narcotraficantes procuraban no afectar a quienes no estuvieran involucrados en un negocio declaradamente peligroso. Lanzar granadas en una fiesta histórica de máxima estima y someter a civiles inocentes a los horrores de una “guerra” significaría un cambio inexplicable en la estrategia de los cárteles que más bien se han esmerado en crear una base social de apoyo e incluso, en el propio Michoacán, han llegado a plantear tesis elementales de depuración social, como lo ha hecho el grupo llamado Gente Nueva, dedicado especialmente a combatir a Zetas en expansión territorial y que en mensajes dejados junto a sus víctimas hablan de luchar “Por un México limpio” y critican los excesos de quienes no respetan una especie de código básico de honor del “buen” criminal. En un proceso acelerado de perversión de valores, los capos y sus bandas son tenidos en ciertas regiones del país y gracias a expresiones culturales de las que destaca la musical, como héroes caracterizados por la valentía, el cumplimiento de la palabra, el reto y combate de las malas autoridades y, en diferentes formatos, una “gallardía” que no lleva a matar inocentes, mucho menos de manera masiva ni en el curso de una celebración compartida.

5. El supuesto giro inexplicable en la estrategia de bandas de narcos ha permitido de inmediato la instalación de formas gubernamentales de violencia declarativa, llenas de adjetivaciones simplistas con las que se busca mostrar enojo sublime, vehemencia penal, silla eléctrica oratoria. Con esas ráfagas retóricas se exterminan las posibilidades analíticas y críticas: todo aquel que no esté decidida, expresa e incondicionalmente con Felipe Calderón, el gobierno federal y sus políticas de “guerra contra el narcotráfico” pasa a ser considerado sin mayor trámite como un traidor a la patria (curioso espejo discursivo en que el acusado de vender y entregar al país devuelve la etiqueta a sus acusadores). De la criminalización de la protesta social a la traicionalización (que la virgen de la lengua perdone tan horrible neologismo) de la disidencia. Como en cualquier dictadura de medio pelo, el detentador del poder determina desde las alturas blindadas quién ha caído en el delito imperdonable de la “traición” a la patria. Para no caer en tan punible condición, el ciudadano común y corriente debe cerrar filas, traducido esto en cerrar la boca, los ojos y los oídos para dejarse llevar por lo que impongan los sustitutos de su conciencia y criterio, el Big Brother vestido de fiestas patrias ensangrentadas.

6. En medio de esas sospechosas Torres Tarascas caídas se acomodan algunos intereses menores pero muy oportunos. Leonel Godoy camina políticamente pasmado, caballerango de las haciendas lazarillas desde tiempo atrás tocadas –dominadas– por los intereses del poder real en Michoacán, heredero del aparato gubernamental para cuidar las espaldas del antecesor ahumado bien arreglado con los dueños de El circo regional. El paisano Felipe, que al instalarse en Los Pinos decía que a Michoacán le iría “bien, muy bien” durante su administración, se asoma al escenario bélico junto con la señora Margarita, entre pequeñas dosis de declaraciones y promesas de justicia. Y el fantasmal secretario de joder nación que atenta contra sí mismo al pedir todo el rigor de la ley contra los enemigos de México, contento como está de haber ido a Dolores Hidalgo a dar El Grito sin que la audiencia se le sublevara al recuerdo del exhorto histórico de don Miguel “a coger gachupines”.

7. Haiga sido como haiga sido lo de Morelia, los hechos favorecen también las políticas estadunidenses de injerencia en los asuntos mexicanos (no sólo los relacionados con el narcotráfico, pero sí con estos como meridense Iniciativa de Troya) y ayudarán al felipismo a conseguir mayor presupuesto para la escalada policiaca y militar que pretende sostener. Y ya con ésta se despide, por hoy, este tecleador que por andar escribiendo sobre la diaria novela negra nacional ha dejado inconclusa su lectura de una historia en la que, para dar con los culpables, bastaba con seguir las pistas de los beneficios... ¡Hasta mañana, mientras, entre el humo de otros escándalos, se desliza la aprobación de los combos radiofónicos que son pago adelantado por favores electorales pasados y venideros!

Helioflores: Bombazo oportuno

Mas sobre Michoacan

CIRT: la tormenta que viene…

• Casualidades geopolíticas
• Dos actos de Carstens

Hay tres clases de ingratos, mi estimado: los que se callan el favor, los que lo cobran y… los que lo vengan. 72 horas después del abominable acontecimiento en Morelia, Michoacán, lo que tenemos es una consolidada feria declarativa, marca ACME, condenando los hechos, amagando con utilizar la fuerza del Estado, con todo el rigor de la ley para los enemigos de México, con el respaldo internacional, y last but not least, con la raja política de la foto en momentos donde el barco de gran calado y su fracturado capitán hacen… agua.

Pero en los hechos muy concretos, my friend, el gobierno no tiene mucho o mejor aún, no afloja nada (?). Se afirma de un original retrato hablado que, con la pena, debería estar pegado hace lunas en todas las esquinas posibles del terruño de Felipe para que, de la mano de su estribillo, la sociedad coadyuve en la búsqueda de estos hojaldras que ya fueron bautizados por los Estados Unidos como narcoterroristas. Ajajá.

The word or the reason for something amusing.

Y como las casualidades en geopolítica no existen, ayer cayeron, después de una divertida cacería de inteligencia internacional, 175 operadores presuntamente del Cártel del Golfo y… ojo… en las investigaciones se presentaron cargos criminales en la Corte Federal de Distrito en contra de Ezequiel Cárdenas Guillén alias Tony Tormenta o Tony Cárdenas, Heriberto Lazcano Lazcano (ex GAFE) alias El Lazca, Jetta o Z-3, y Jorge Eduardo Costilla Sánchez, alias El Coss. Así que ahora nuestros agobiados vecinos deberán de aplicarse, digamos, más, para dar con el domicilio de uno de ellos en... Estados Unidos. Y que, con lo ocurrido ayer, nada como regresar a la bella patria y ajustar algunas cuentas pendientes ahora que el calderón del narcotráfico llega a su clímax de efervescencia, yes? Pero…

Cambiando de frecuencia (for now), suerte que la burbuja michoacana sea el epicentro mediático porque así retrasa la tormenta que viene alrededor del decretazo presidencial para la reconversión de las AM en FM, y que ya desató los demonios en el interior del ameno sector.

Carmen Aristegui

Programa del 16 de septiembre de 2008 sobre los bombazos en Morelia el 15 de septiembre. De : http://www.yunqueland.com



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Casi dos centurias después · Rocha


Rocha

Algo de lo que se ha escrito sobre Morelia

Ante la barbarie, respuesta improcedente

La noche del lunes pasado, durante la celebración del 198 aniversario del inicio de la Independencia, varios artefactos explosivos fueron activados en la repleta plaza Melchor Ocampo, de Morelia, Michoacán. El saldo del atentado es, según cifras de la procuraduría estatal, de siete muertos y más de un centenar de heridos.

El ataque, abominable desde cualquier perspectiva, constituye un nuevo escalón en la barbarie que sacude al territorio nacional, en la medida en que ha tomado como objetivo a personas inocentes y ajenas a los conflictos entre organizaciones criminales y a las pugnas entre éstas y las corporaciones de seguridad pública.

Si se considera que este atentando artero contra civiles fue perpetrado en la ciudad natal del titular del Ejecutivo federal, en el momento culminante de la más significativa ceremonia republicana y horas antes de la mayor exhibición de fuerza militar por parte del poder público –es decir, con la garantía de una cobertura informativa masificada e instantánea–, es inevitable percibir en esta atrocidad tanto la intención de provocar un impacto mediático de gran escala en todo el país como la carga simbólica de un inequívoco mensaje de desafío a las más altas instancias del Estado.

La sociedad se encuentra ante un hecho delictivo de extremada violencia que escapa, al parecer, a la lógica tradicional de disputas territoriales, venganzas y ajustes de cuentas en el seno de la delincuencia organizada, y asiste al surgimiento de ataques homicidas perpetrados sin otro propósito que causar pánico y zozobra en la población y en las autoridades.

En el desfile militar de ayer, en un discurso fuera de programa, Felipe Calderón Hinojosa formuló severas descalificaciones contra los autores del atentado, lo vinculó de alguna forma con la fractura política que vive el país, exhortó a la oposición a renunciar a sus posturas e hizo un enésimo llamado a la unidad nacional que, según él, ameritan sus estrategias contra la criminalidad. La alocución referida falló en el tono, expresó ideas erróneas y, lejos de aportar elementos para la comprensión de lo ocurrido, introdujo factores adicionales de confusión ante la opinión pública: en una circunstancia como la presente cabe esperar de una jefatura de Estado firmeza, sí, pero también serenidad y mesura en la formulación de los problemas. En cambio, los ácidos denuestos vertidos por Calderón contra los agresores criminales dejaron ver inseguridad y descontrol. Adicionalmente, por más que haya resultado tentador el empleo de la expresión “traidores a la patria” en un discurso de 16 de septiembre, llamar así a quienes, en rigor, no lo son –y no hay aquí afán alguno de exculpar a los responsables del atentado, sino reclamo de precisión conceptual–, confunde y distorsiona la percepción pública del fenómeno delictivo. Lo más preocupante del mensaje comentado es la referencia a la polarización política que afecta a la ciudadanía, como si esa división fuese un factor causal o un agravante de la escalada de violencia delictiva y como si, para erradicarla, bastara con que la oposición depusiera sus diferencias con la administración actual.

La fractura referida, hay que recordarlo, no empezó antenoche en el Zócalo capitalino, sino en las postrimerías del foxismo, cuando el régimen intentó impedir por todos los medios –legales e ilegales– la llegada al poder de un proyecto alternativo de sociedad y de país, y se profundizó en el desaseado proceso electoral de julio de 2006, que culminó con la conformación de una presidencia impugnada por un tercio del electorado y deficitaria en legitimidad. El colapso de la seguridad pública y la ofensiva de la criminalidad, en cambio, son resultado de la desintegración social causada por el ciclo de gobiernos neoliberales todavía vigente y por la falta de visión y pericia de la actual administración.

El movimiento opositor al que Calderón Hinojosa exhortó ayer a la claudicación es, sin embargo, diametralmente opuesto a la salvaje violencia delictiva que se hizo notar en Morelia: mientras que ésta sembraba la muerte, el dolor y el pánico en la plaza central de esa ciudad, los seguidores de Andrés Manuel López Obrador hacían gala de civismo y espíritu pacífico en el principal espacio público de la ciudad de México, cercado por las fuerzas federales de seguridad, y que, sin embargo, fue ocupado, utilizado y desalojado en completo orden y disciplina por los integrantes de la resistencia civil. No hay razón ni justificación, por lo tanto, para mezclar, en una misma alocución, asuntos tan distintos e inconexos como las contiendas políticas en curso y el sangriento acoso de la criminalidad organizada.

* * *

Astillero
Julio Hernández López

Una primera lectura de lo sucedido la noche del 15 en Morelia apunta sin duda a Felipe Calderón como el blanco político escogido. Fue en su tierra natal (donde, además, residen varios de sus familiares) y donde 10 días después de haberse hecho del poder había arrancado la llamada “guerra contra el narcotráfico” (11 de diciembre de 2006, cuando el “gabinete de seguridad” anunció la Operación Conjunta Michoacán, primer paso de lo que sería la actual “guerra contra el narcotráfico”). Y fue virtualmente a la misma hora en que ese político cumplía con la ceremonia oficial del grito de Independencia, en un Zócalo que una hora atrás había escuchado un discurso opositor reiterativo que sin embargo constituyó por sí mismo la confirmación de que el poder real no está en los recintos oficiales.

Pero la estrategia del gobierno de facto pasa por convertir todo error en virtud y toda desgracia social en oportunidad de legitimación. Sonriente, casi triunfador, Calderón es capaz de convocar a un concurso nacional de detección del trámite más inútil de los que su gobierno impone a los ciudadanos, como si él fuera ajeno a lo que sucede, una especie de ONG con domicilio provisional en Los Pinos para recibir donaciones y reclutar voluntarios para luchar contra los abusos del poder establecido. En ese tenor, lo más grave ha sido la transmutación de episodios dolorosos en estrategias políticas perversas: el asesinato del hijo secuestrado de un próspero empresario fue utilizado para promover la aparición y movimiento de una fuerza social de clase media y grupos derechistas que sin programa ni organización política ayudaron a sustituir en la agenda política el tema de la defensa del petróleo por el de la lucha contra la inseguridad pública.

Y, ahora, la peculiar nueva gradación de los ataques armados de ciertos narcotraficantes (¿por qué o para qué habrían de atentar contra población inocente?, ¿cuál es la ganancia esperada de quienes hasta ahora han actuado con cierto éxito, para sus propósitos, mediante mantas informativas y ataques directos a policías y militares?) es utilizada por el habitante provisional de Los Pinos para convocar a los mexicanos a cerrar filas en derredor de su gobierno, un gobierno largamente impugnado por su origen electoral fraudulento, por la división social que impuso, por las políticas altamente dañinas para el interés nacional que impulsa y, además, por haber sumido al país en un baño de sangre a causa de una “guerra” contra el narcotráfico que él determinó por sus intereses específicos de militarizar al país (para así tomar control de él, aunque sólo fuera por las armas sacadas a las calles, y para estar en condiciones de enfrentar revueltas o protestas sociales), de servir a los planes estratégicos de Estados Unidos y, también, de establecer nuevas reglas de mercado, con nuevos gerentes nacionales y regionales, en el negocio imparable de las drogas.

La pretensión felipista de aprovechar los sucesos trágicos de Morelia para abonar sus tierras sin títulos válidos queda de manifiesto en el discurso que ayer pronunció ante el Ángel de la Independencia. No hubo ningún asomo de autocrítica en relación con una “guerra” tan mal llevada y planteada que hoy ha comenzado a pagar masivamente víctimas inocentes. Lo que más importó al comandante en jefe del Ejército Mexicano fue insistir en la importancia de que haya unidad nacional, “sin importar creencias, sin importar posiciones ideológicas”, una unidad “sin excepción ni cortapisa”, en la que no haya lugar para quienes “pretenden sembrar el miedo o el desaliento para satisfacer ambiciones o intereses personales o de grupo”. Las palabras de Calderón parecerían dirigidas más a las contiendas políticas, partidistas y electorales, y en especial en la lucha cerrada en defensa del petróleo que mexicanos decididos han anunciado: “La Patria, La Patria exige la unidad nacional, unidad que supone un repudio unánime y sin matices a tan repudiables hechos, unidad que implica dejar ya a un lado acciones o intereses que buscan dividir a los mexicanos”. Declarado por sí mismo intérprete y vocero de La Patria, el predestinado Calderón dejó en claro, enseguida, que si habla a nombre de ella es porque, en realidad, ella ha encarnado en él (La Patria soy yo: letrero de ganga en un sillón Felipe XIV): “Unidad que asume el hecho de que toda la fuerza de los mexicanos, concentrada en las instituciones que lo representan (‘Yo soy el representante, yo, yo’, grita entusiasmado un ciclista fallido a mitad de esa frase), y en el Estado que organiza a la Nación, se aboque, precisamente, a esta prioridad nacional”. ¿Guerra contra el narcotráfico o guerra contra AMLO y la defensa del petróleo?: “La Patria exige unidad en los mexicanos. Se puede discrepar pero no deliberadamente dividir y enconar. Se puede opinar distinto en la libertad que nos han heredado nuestros próceres, en el marco de libertad que el propio Estado garantiza, pero no se puede atentar contra el Estado mismo. Por eso, en nombre de la República demando a todos los mexicanos, sin excepción, en esta hora crítica, la unidad que México necesita”

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El parteaguas de Morelia

• ¡¿Y el Tío, apá…?!
• Debilidad institucional

La más peligrosa de todas las debilidades, mi estimado, es el temor de parecer débil. El fracturado (des)gobierno de Felipe Calderón, en todas sus áreas, está completamente rebasado por el tsunami de violencia, en donde los delicados acontecimientos sucedidos en su estado natal, Michoacán, en plena conmemoración del Grito de Independencia, ha manifestado el desafío que ya escaló un nivel más en esta peligrosa espiral que confirma lo escrito en este irreverente espacio hace ya demasiadas lunas: algo muy grande está por suceder en este país, donde el organizado crimen opera desde dentro de la estructura del Estado sin que el inservible Gymboree y su jefecito tomen simpáticas medidas al respecto.

Morelia, my friend, es ya un parteaguas en su mal llamada guerra, que costará muchas vidas, contra el narcotráfico, donde con los decesos de varios civiles inocentes, se abre un capítulo muy distinto que en principio derrumba el estúpido sonsonete presidencial de que la sangría de violencia sólo implicaba a operadores y/o sicarios de los diversos cárteles que, va de más decir, no respetan ni le temen a Felipe y su gobierno.

Septiembre será un mes para recordar… porque la peligrosa fiesta calienta motores. Sobre todo porque septiembre es el mes patrio y… de los mensajes que ya vienen de regreso. La reciente cronología de riesgosos acontecimientos con el sello de los traviesos ha sido, por su precisión, escalofriante.

Michoacán fue el fanfarroneado punto de partida de la dizque estrategia federal de estos imb… erbes en el poder (del evidente no poder) la cual devela 21 meses después que es errónea, equivocada, inexacta y simulada.

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Des policiers et des civils portent secours aux victimes après l'attentat à la grenade qui a frappé la foule alors qu'elle célébrait, lundi 15 septembre 2008, la fête nationale à Morelia, capitale du Michoacan. | AP/AGENCE QUADRATIN

La "guerre" entre l'Etat et les bandes organisées touche de plus en plus les civils.


Mexilios: il n'y a pas que la guerrilla o les narcos pour faire un tel acte de barbarie, il y a aussi la ultra droite..... il faut toujours penser à qui le profit d'un tel évènement?

En ce moment on n’a pas des certitudes, que des questions. Personne n’a pas revendique l’acte et les medias « officialises » repentent en boucle les succès avec des images choquants et discours lacrimogenes, lancent des mots comme : terrorisme, indignation, etc… mais font pas des vrais analyses sur le sujet.

Alors, s’il s’agit d’un crime du narco, pourquoi s’attaquer à la population civile ?

Si c’est un autre groupe pour quel motif agir de façon pareille ?

Que se joue en ce moment ? La reforme énergétique concernant à la privatisation du pétrole, propose pour l’éjectif et son parti (PAN) dont le 80% de la population est contre et si jamais les congres de l’Etat fait passer cette impopulaire reforme le mouvement civile pacifique organise pour AMLO agira pour faire respecter la volonté des majorités. Mais Calderon il est presse, il faut accomplir avec la privatisation du dernier bijou mexicaine.

Alors il se peut que la violence que le même Calderon a déclenché avec sa guerre contre le « narco », mais sans y toucher les grands capos ni le nerf financier et patrimonial des mafias fait partie de quelque chose plus grande et grave…

Que dit le Monde:



Des corps lacérés dans des flaques de sang, les sirènes des ambulances : pour la première fois, le Mexique a vécu sur son sol des scènes d'attentat terroriste qu'il ne connaissait que par les images venues d'autres pays. L'explosion criminelle de deux grenades, lundi 15 septembre à Morelia, capitale du Michoacan (centre), qui visaient la foule rassemblée lors de la célébration de la fête nationale, a fait au moins sept morts et plus de cent blessés. Cet attentat marque un tournant dramatique dans l'affrontement entre l'Etat mexicain et les bandes de narcotrafiquants qui lui disputent le contrôle du territoire.

Les deux engins explosifs - sans doute des grenades à fragmentation - ont été jetés dans la foule, peu avant minuit, alors que le gouverneur du Michoacan venait de lancer le rituel "Viva Mexico !", qui rappelle le début de la lutte pour se libérer de la tutelle espagnole. Le gouverneur Leonel Godoy, du Parti de la révolution démocratique (PRD, gauche), a vite émis l'hypothèse d'une action du crime organisé, tandis que l'armée prenait de façon préventive le contrôle d'installations stratégiques telles que les centrales électriques ou le port de Lazaro-Cardenas, sur la côte Pacifique.

Le président Felipe Calderon, du Parti d'action nationale (PAN, droite), a stigmatisé, dans un discours prononcé le 16 septembre, des "assassins sans scrupule", dont les "actes lâches" portent atteinte à la "sécurité intérieure du pays". Pour Claudio Ruz, un habitant de Morelia, "le message envoyé par cet attentat est qu'une véritable guerre commence, et l'exemple qui vient à l'esprit est celui de la Colombie", à l'époque où le narcotrafiquant Pablo Escobar a employé des moyens similaires.

Les autorités mexicaines paraissent exclure la responsabilité des mouvements de guérilla implantés surtout dans le sud du pays. Ceux-ci savent manier des explosifs pour provoquer des dégâts spectaculaires - comme l'Armée populaire révolutionnaire (EPR) quand elle a détruit, en septembre 2007, un réseau de gazoducs -, mais ont toujours évité de causer des victimes civiles.

Le lieu de l'attentat semble en revanche avoir été choisi pour défier le président Calderon, dont Morelia est la ville natale et qui a fait de la lutte contre les cartels de la drogue une priorité dès son arrivée au pouvoir, en décembre 2006. C'est aussi au Michoacan que son gouvernement a donné le coup d'envoi d'une offensive frontale contre le crime organisé, appuyée sur quelque 35 000 militaires. Les autorités revendiquent de nombreuses arrestations et la saisie de quantités impressionnantes de drogue, d'armes ou d'argent liquide, mais elles n'ont pu empêcher l'escalade de la violence entre bandes rivales, contre les forces de l'ordre, et, désormais, contre la population. On recense, depuis janvier 2008, 3 000 morts liées à cette "guerre".

Les explosions de Morelia ont été précédées de signaux inquiétants : le 12 septembre, on a retrouvé dans un parc national non loin de Mexico 24 cadavres de jeunes gens portant des signes de torture et tués d'une balle dans la tête. Or l'enquête révèle que la grande majorité d'entre eux étaient de simples ouvriers du bâtiment, étrangers à l'univers du crime organisé, qui ont été enlevés en pleine nuit de leur domicile par un commando, puis "sacrifiés" comme preuve de la toute-puissance des narcos. Le 15 septembre, quelques heures avant la cérémonie officielle au Palais national, on découvrait, dans un quartier résidentiel de Mexico, trois cadavres abandonnés dans une voiture volée, dont celui d'un policier.

PLUS DE 400 ENLÈVEMENTS

La montée de l'insécurité - plus de 400 enlèvements contre rançon recensés depuis le début de l'année - a entraîné des manifestations dans plus de 70 villes du Mexique, le 30 août. Elle incite les milieux d'entreprises à faire appel à des professionnels de la protection, souvent recrutés en Israël, dont la présence augmente encore le risque d'un débordement de la violence hors de tout contrôle étatique.

"Les narcos lèvent déjà des impôts dans quinze Etats de la République mexicaine auprès des entrepreneurs", affirmait Edgardo Buscaglia, un expert des questions de sécurité auprès des Nations unies, lors d'un débat sur la chaîne télévisée CNN en espagnol. "Le danger du para-militarisme est déjà là, comme en Colombie." S'il se confirme que des cartels sont les auteurs de l'attentat de Morelia, dit-il, les autorités mexicaines "doivent demander sans délai au Conseil de sécurité des Nations unies d'inclure ces groupes sur la liste des organisations terroristes, afin qu'on puisse geler leurs fonds bancaires". "Il faut prendre des mesures d'urgence pour éviter une catastrophe."

Joëlle Stolz



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Morelia, heridos graves · El Fisgón

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El privatizador · Helguera

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