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LE NOUVEAU GOUVERNEMENT MEXICAIN EST ENTRE EN GUERRE SAINTE CONTRE SON PROPRE PEUPLE. ARRESTATIONS ARBITRAIRES D'HOMMES POLITIQUES COMME DE SIMPLES PASSANTS QUI AVAIENT LE MALHEUR DE SE TROUVER AU MAUVAIS ENDROIT AU MAUVAIS MOMENT, GENERALISATION DU VIOL DES PRISONNIERES, DE LA TORTURE Y COMPRIS SUR DES ENFANTS DE HUIT A DOUZE ANS , CENSURE DE TOUTE OPPOSITION... LA LUTTE NE FAIT QUE COMMENCER. El nuevo gobierno mexicano a entrado en guerra santa contra su propio pueblo. Imposición, traición, doble discurso, ruptura del pacto social, ningún respeto por los derechos humanos con la consiguiente tortura, prisión, muerte de luchadores sociales e inocentes. Censura y desprecio por la cultura y la educación.... LA LUCHA COMIENZA.

mercredi 28 mai 2008

De seguir asi nos quedaremos sin país

Con la novedad de que el país se desmorona, que hace cinco lustros comenzó esta "desgracia" política, pues sera el sereno pero si nos dejamos al rato no tendremos país, ni nada y entonces sera demasiado tarde para reaccionar.

NO tenemos industria, no hay trabajo, no hay suficientes hombres porque han emigrado, no tenemos alimentos porque se ha descuidado el campo. no tenemos suficiente educación porque los fondos se han desviado y los lideres sindicales manejan a su antojo no solo la educación sino otras actividades. No tenemos bancos porque pertenecen a extranjeros. no tenemos gobierno, ya que los que ocupan los tres poderes han demostrado que son gerentes de las trasnacionales. Y la lista es larga pero mejor aquí le paramos.

No tenemos sueños, porque estos políticos vendepatrias nos los han matado.

Que nos queda?
Apagar la tele
Boicotear productos
Manifestarse
Movilizarse
y despertar!!!!!

Leer sin miedo :

Cómo fabricar una crisis global

Walden Bello

Eliminando aranceles

Por Manrique

Desintegración de México e intervención de EU

Bajo la Lupa
Alfredo Jalife-Rahme

■ Escenario Stratfor: desintegración de México e intervención de EU

En dos artículos, Stratfor (13 y 23/5/08), centro de pensamiento texano israelí que se autodenomina la “CIA de las principales 500 empresas” de la revista Fortune, considera a México, en su aciaga etapa calderonista, como candidato a convertirse en un “país fracasado”, al estilo de la República Democrática del Congo, Colombia y Líbano, debido a la aparente derrota del “Estado mexicano” frente a los cárteles de estupefacientes.

George Friedman, director de Stratfor (13/5/08), define la razón por la cual México está al borde de convertirse en un “Estado fracasado”, un “Estado que no funciona más como un Estado”: “La lealtad primaria de los funcionarios del gobierno es a los cárteles y no al gobierno, que se convierte tanto en un campo de batalla de competencia entre los cárteles como en un instrumento utilizado por un cártel contra el otro”, cuando el Estado “no puede cumplir su función primaria de mantener la paz”.

Matiza que el “Estado mexicano no ha fracasado aún”, pero posee el “potencial de convertirse en un Estado fracasado”. México tiene una “tradición de gobiernos fracasados”, aunque “hoy existen mayores riesgos en juego. El tráfico de drogas ascendió a 40 mil millones de dólares, 20 por ciento de las exportaciones de México a Estados Unidos en 2007”. Concluye que “si México fracasa, habría serias repercusiones geopolíticas” que llevarían a la intervención de Estados Unidos.

En la “gestación de un país fracasado”, Stratfor (23/5/08) pone en relieve la foto de un muñeco alusivo a Felipe Calderón que es quemado en el Zócalo. Su escalofriante tesis nodal, aunque nada novedosa, levanta la “posibilidad” de un atentado en contra de Calderón que desembocaría en el “caos sociopolítico” y una sucesión presidencial tormentosa que obligaría a la “intervención de Estados Unidos”.

México “ha entrado a un periodo de inseguridad acelerada” y, aunque todavía no cumpla los requisitos para ser clasificado un “país fracasado”, su “gestación” parece haberse iniciado. Más de mil 300 muertos de la guerra de los cárteles en menos de cinco meses no son poca cosa y las “fuentes” (sic) de Stratfor “han indicado que el presidente mexicano Felipe Calderón puede estar en la lista de los objetivos de los cárteles”, por lo que “ha incrementado los detalles de su protección personal, incluyendo la integración de una escolta de un helicóptero armado”, con la “ayuda de los servicios de inteligencia de Estados Unidos”. Entonces, ¿la Iniciativa Mérida está más bien destinada a la protección física de Calderón?

Stratfor rompe sin desparpajo todas las barreras de la temeridad: “debido a las ambigüedades de la Constitución Mexicana en relación con la sucesión presidencial, si Calderón fuese asesinado, la estabilidad del país podría deteriorarse en forma dramática”. ¡Ni Dios lo quiera!

Profundiza su escenario letal: “la muerte de Calderón desencadenaría probablemente (sic) una disolución completa de alianzas en la legislatura mexicana”, básicamente entre el PRI y el PAN, que buscarían colocar al sucesor. ¿Beltrones, Gamboa o Creel de “presidentes interinos”? ¡Ni Dios lo quiera! ¿Qué será peor: otro magnicidio, o la llegada a la primera silla de uno de estos tres?

Stratfor se enreda con las claras atribuciones constitucionales entre un “presidente sustituto” y un “presidente interino”. Aquí no vale tanto la precisión jurídica, sino la amenaza del mensaje sobre un magnicidio y el caos sociopolítico ulterior de un país cuyo “control estaría expuesto a una variedad (sic) de influencias”.

A juicio de Stratfor, en tal escenario macabro el papel del secretario de Gobernación sería determinante, pues no solamente lubricaría la sucesión en forma ordenada gracias al control de las fuerzas armadas, sino que, en caso de una parálisis legislativa para ponerse de acuerdo, él mismo podría elegirse como nuevo presidente con el apoyo de la “policía federal de 24 mil efectivos cuyas interacciones con los cárteles los han convertido en las autoridades más corruptas –¡súper sic!– del país”. ¿Se trataría, entonces, del ascenso de la narcocracia al poder de México, prevista en el libro La próxima guerra, escrito hace 12 años por el ex secretario del Pentágono Caspar Weinberger, con prólogo de Maggie Thatcher, la ex primera ministra de hierro de Gran Bretaña?

En medio de las manifestaciones de los partidarios de Andrés Manuel López Obrador, el “único desafío potencial” a la toma del poder por Juan Camilo Mouriño Terrazo “provendría de los comandantes militares”, aunque la “fuerza del Ejército es relativamente limitada. Constituye la más pequeña fuerza militar per cápita de Latinoamérica, con 192 mil 770 de personal activo, de los cuales 60 mil son conscriptos de solamente cuatro horas de servicio por semana durante el año”, y cuya “capacidad tecnológica también es limitada”, habiendo llegado hasta a “devolver helicópteros a Estados Unidos por falta de mantenimiento”.

Pareciera que Stratfor desea militarizar México al estilo de Colombia y del propio régimen torturador bushiano que libra varias guerras en el planeta con el fin de estimular su “complejo militar-industrial”, al señalar que “el Ejército Mexicano no ha operado mayores actualizaciones o revisiones de su sistema en los pasados 15 años”.

De paso, lanza elogios a la “Iniciativa Mérida”, que servirá para “profesionalizar (sic) a las fuerzas militares y de policía” con unos magros 350 millones de dólares. Pareciera que México no cuenta con ejército ni con policía, totalmente desamparado de tecnología para garantizar la seguridad y ni siquiera para explorar el “tesoro” petrolero en las profundidades del Golfo de México.

A nuestro humilde entender, viene la parte principal: la balcanización y la intervención de Estados Unidos. México podría “correr el riesgo de una fragmentación política” en caso de no poder asegurar “un rápido remplazo” de Calderón: “no existe un poder claro que pueda tomar las riendas del país”, y en caso de que la “lucha doméstica se salga de control, Estados Unidos podría considerar seriamente –¡súper-sic!– una intervención”.

¿Quién controlará los hidrocarburos de México? Esto no lo dice Stratfor.

Después de los escándalos del chinogate (cuya hermana es traductora de la CIA) y el hurto de los Blackberry (que valió la difusión exagerada de la Casa Blanca y Fox News), pareciera que los círculos bushianos sopesan la viabilidad de aplicar el escenario Weinberger que repite Stratfor 12 años más tarde.

Así comenzó todo

Hay petroleo para mas de 60 años!!!!!

Mentiras petroleras

jenaro villamil México, D.F., 27 de mayo (apro).-

Conforme se desarrolla el debate energético en el Senado, quedan al descubierto no sólo contradicciones, sino mentiras evidentes en torno de la política petrolera.

En los temas sobre los excedentes petroleros, del supuesto agotamiento de nuestras reservas, de las exploraciones en aguas profundas y de los alcances de la reforma energética, las mentiras son flagrantes.

Veamos cada una.

El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, argumentó en dos eventos diferentes la semana pasada que no se registraron excedentes petroleros en los tres primeros meses del año, a pesar que el precio del barril ha rebasado la barrera de los 110 dólares y que México exportó a un precio de 85.79 dólares, casi 40 dólares más de lo que se programó en la política de ingresos fiscales para este año, de 49 dólares el barril.

Carstens ofreció una explicación estrambótica. El robusto responsable de las finanzas públicas dijo que no hubo excedentes para repartir entre estados, municipios y en Pemex mismo, porque los ingresos se destinaron a pagar la importación de petrolíferos, en especial las gasolinas (40% de lo que México consume, se importa), entre otros gastos.

Incluso, Hacienda llegó a afirmar que lejos de existir excedentes, lo que existe es un déficit de 8 mil 400 millones de pesos.

Un día después de estas aseveraciones, el 23 de mayo Petróleos Mexicanos informó que en el primer cuatrimestre del 2008 ingresaron divisas por exportaciones de petróleo por 15 mil 404 millones de dólares, monto sin precedente, 52% mayor a lo registrado en 2008.

En otras palabras, el problema no es la falta de excedentes sino la voracidad de la Secretaría de Hacienda para consumir esos recursos en decisiones discrecionales y el uso electoral que se planea hacer con estos ingresos, disfrazándolos de combate a la pobreza y de plan emergente para prevenir una hipotética escasez de alimentos básicos.

Si no existieran recursos excedentes, ¿cómo planea el gobierno de Felipe Calderón financiar los apoyos de 2 mil millones de pesos a los productores de maíz y tortillas que anunció el domingo 25 de mayo? ¿De dónde saldrán los recursos para otorgar 120 pesos mensuales a través del Programa de Oportunidades para las familias más pobres?

La mentira sobre los excedentes quiere abonar en el diagnóstico catastrofista de que Pemex no cuenta con recursos para emprender la modernización en las áreas de refinería, transporte, ductos y exploración de aguas profundas y que debe ser la iniciativa privada la que emprenda estas labores.

La otra mentira, ampliamente difundida en los medios, es que México sólo cuenta con reservas probadas de petróleo para los próximos nueve años.

Se consignó en el diagnóstico de la Secretaría de Energía y lo reafirmó Calderón la semana pasada. Sin embargo, la propia titular de Energía, Georgina Kessel, y los informes de Petróleos Mexicanos, han afirmado que disponemos de cien mil millones de barriles de recursos y reservas que alcanzan para 61 años, al ritmo de la explotación actual.

Esta mentira está relacionada con el tema de las aguas profundas, “nuestro tesoro escondido” en el fondo del mar, como rezaron los fallidos e idílicos spots de Pemex.

La Secretaría de Energía y las iniciativas de Calderón señalan que es necesario llegar a aguas profundas porque ahí existen reservas por 54 mil millones de barriles de petróleo equivalentes. Lo que nunca han dicho que la factibilidad de esta explotación comercial es de cero por ciento. Es decir, nada garantiza que con invertir en aguas profundas se obtendrán los recursos petroleros pronosticados.

Un documento elaborado por la Fundación Colosio revela que el verdadero interés en aguas profundas no radica en los 54 mil millones de barriles posibles. Son 10 mil millones de barriles que se encuentran en el llamado “Cinturón plegado perdido”, cerca de la costa de Tamaulipas. Las petroleras estadunidense están interesadas en esta franja.

Las restricciones ecológicas impuestas en Estados Unidos no les permiten extraer el crudo en Alaska y otras zonas. La costa de Tamaulipas, fronteriza con Texas –para mayor abundamiento, estado gobernado por la elite petrolera de la familia Bush-- les concretaría esta posibilidad.

Las verdaderas reservas probadas y factibles de ser explotadas no están en aguas profundas sino en aguas someras. En el sureste se calculan 18 mil millones de barriles, y en la Cuenca de Burgos existen 3 mil millones de barriles, con una factibilidad entre 50 y 95%, según los datos de la propia Secretaría de Energía.

La última mentira es que las iniciativas de Calderón conforman una reforma energética. No es así. Constituyen una limitada y sesgada reforma petrolera. Ignoran una política integral para conseguir fuentes alternas de energía y, en lugar de disminuir, crean más burocracia, con la instauración de la Comisión del Petróleo.

Tampoco se modifican las redes de corrupción que vinculan a una elite sindical y menosprecia el apoyo a institutos, como el Mexicano del Petróleo (IMP), en donde están los mejores ingenieros en la materia.

Esta carencia de una reforma energética integral la subrayó el premio Nobel de Química, Mario Molina, durante la quinta sesión del debate en el Senado. La frase de Molina, experto en el tema del cambio climático, fue exacta: “La atmósfera se nos agotará antes que el petróleo”.


Comentarios: jenarovi@yahoo.com.mx

A defender lo nuestro!

Combinar movilizaciones con debate legislativo para evitar la privatización del petróleo


1. En estos días podríamos decir, así piensan muchos, que la privatización del petróleo no pasará. Los medios de información comercial, esencialmente radio y televisión, han preferido “meter el rabo entre las patas” porque los defensores del proyecto del presidente ilegítimo Felipe Calderón no han tenido argumentos para fundamentarlo; por el contrario, los opositores a esa propuesta, esencialmente políticos perredistas, ex funcionarios priísta e investigadores universitarios especialistas en asuntos energéticos, han apabullado en los debates legislativos a los impulsores de la privatización. Pero también, por otro lado, el líder opositor (López Obrador) y la organización que encabeza (la Convención Nacional Democrática (CND) además de sus permanentes asambleas masivas en todo el país, han continuado con su trabajo de realizar visitas y reuniones (“casa por casa, barrio por barrio y estado por estado”) Esta combinación está empujando contra la privatización.

2. Más aún: se ha estado planteando la necesidad de realizar “consultas ciudadanas” que hagan participar directamente a la población para que los legisladores no puedan decidir unilateralmente con su voto al margen de lo que la población desea. Se dice que no se podrá hacer un plebiscito o referéndum porque no están contempladas estas figuras en la Constitución, pero quizá se podría lograr que las consultas ciudadanas pudieran obligar a los legisladores de cada entidad a votar por los resultados de las consultas. Podría decirse que hasta ahora hay un avance que se ha logrado con la presión, sobre todo con la toma de las tribunas de las Cámaras legislativas y el cerco de mujeres al edificio senatorial; pero también porque en cada entidad se busca movilizar a la gente. El gobierno y los panistas acuden incluso a una actitud vergonzante al “jurar” que ellos no quieren privatizar, que sólo quieren inversión de capital privado controlado por PEMEX.

3. Pero no se puede confiar ni un ápice en el PRI porque sus compromisos y arreglos con Calderón y el panismo tienen un enorme peso; mucho más si se recuerda que Calderón tiene el compromiso, desde su campaña presidencial, de abrir las inversiones al capital estadounidense. Por eso el mismo presidente ilegítimo, en cada discurso que pronuncia, promete que si se aprueba la reforma privatizadora que propone “todos los problemas económicos del país se resolverán” y “si se aprueban las otras reformas que presentará después (privatización de la electricidad, reforma laboral, etcétera) México crecerá a tazas superiores de seis por ciento anual. La campaña gubernamental por radio y TV a favor de la propuesta privatizadora de Calderón es exagerada. Todo esto obliga a que la CND continúe preparando las movilizaciones que tan urgentes y necesarias son para presionar a los legisladores. Ninguna confianza al PRI y sus compromisos con Calderón.

4. La oposición lópezobradorista no debe confiarse; además del trabajo “casa por casa” de la CND debe construir alianzas para garantizar que las reformas no sean aprobadas. Hay que recordar que López Obrador ya tenía en sus manos la presidencia, pero no contaba con que había un gran compromiso firmado por gobierno, empresarios e inversionistas yanquis que impedirían a como dé lugar su triunfo. Lo mismo podría suceder con la aprobación de la reforma calderonista, pero ahora con la abierta participación del PRI. No se puede confiar incluso en una consulta directa a la población teniendo el gobierno y los empresarios el control directo de los medios de información. Hace aproximadamente en Costa Rica se puso a consulta la firma del TLC y el pueblo perdió y el gobierno, empresarios y medios de información ganaron. Parecida fue la consulta en Venezuela el pasado diciembre cuando se buscaba aprobar una reforma prosocialista.

5. La población no está enterada del debate legislativo y mucho menos del verdadero significado de la privatización. Lo que se escucha por la radio y la TV, además de ser mínimo es tergiversado por los medios y sus comentaristas. Sigue siendo una minoría la que sabe de los argumentos, que entiende la importancia que significa defender el patrimonio que pertenece al pueblo y que está enterada del significado funesto de la política privatizadora. Las visitas “casa por casa” puede ser una estrategia que a la larga arroje buenos resultados, pero de acuerdo a las necesidades inmediatas de frenar y derrotar la privatización del petróleo puede ser engañosa. Urge construir alianzas políticas para que la gente salga a la calle. Las medidas movilizadoras que la APPO adoptó hace unos días en Oaxaca bloqueando el aeropuerto y otras instituciones por muchas horas, al mismo tiempo que ocupaba el Zócalo, son indispensables.

6. Lo que buscan el gobierno y el PRI en las Cámaras es aprobar la propuesta de Calderón, pero con algunas modificaciones que logren esconder la privatización con el fin de que la entrega del petróleo siga avanzando. Incluso los legisladores del PRD (con mayoría de orteguistas) podrían aceptar esas modificaciones. No debe olvidarse que varios acuerdos en el legislativo se han votado por unanimidad y los coordinadores han salido abrazados. Pareciera que la clase política sólo se confronta públicamente para hacernos creer que son distintos cuando en realidad coinciden plenamente en intereses de poder. Como alguien diría: “se pelean de día pero en la noche duermen en la misma cama”. Por eso la estrategia de la CND de movilizar es absolutamente correcta, lo importante es que esa movilización sea suficientemente fuerte para obligar a la clase dominante a respetar los intereses de la población. ¿Cuántos años más hay que esperar?

7. Si Calderón logra con la participación del PRI que se apruebe su propuesta, aunque modificada, alcanzará un gran triunfo y será ridículo estar confiando en que la Suprema Corte la eche para atrás. Además será el inicio de la consolidación definitiva de su gobierno porque López Obrador ha puesto todo, como cuando defendió su triunfo electoral sin lograrlo. Por ello es el momento de sumar a toda la oposición y de salir a la calle para ocuparla. La privatización del petróleo no debe pasar; para evitarlo el FAP debe presentar su proyecto y negociar con el PRI pero éste sólo podrá aceptar si las mujeres vuelven a las calles junto a sus familias. Si el FAP se deja intimidar por el gobierno, los empresarios y los medios de información, que lanzarán todas las calumnias de siempre contra la izquierda, entonces no vale nada. No entiende que en las luchas de intereses entre las clases, las clases dominantes están dispuestas a usar todo para defenderse.

pedroe@cablered.net.mx