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LE NOUVEAU GOUVERNEMENT MEXICAIN EST ENTRE EN GUERRE SAINTE CONTRE SON PROPRE PEUPLE. ARRESTATIONS ARBITRAIRES D'HOMMES POLITIQUES COMME DE SIMPLES PASSANTS QUI AVAIENT LE MALHEUR DE SE TROUVER AU MAUVAIS ENDROIT AU MAUVAIS MOMENT, GENERALISATION DU VIOL DES PRISONNIERES, DE LA TORTURE Y COMPRIS SUR DES ENFANTS DE HUIT A DOUZE ANS , CENSURE DE TOUTE OPPOSITION... LA LUTTE NE FAIT QUE COMMENCER. El nuevo gobierno mexicano a entrado en guerra santa contra su propio pueblo. Imposición, traición, doble discurso, ruptura del pacto social, ningún respeto por los derechos humanos con la consiguiente tortura, prisión, muerte de luchadores sociales e inocentes. Censura y desprecio por la cultura y la educación.... LA LUCHA COMIENZA.

mardi 22 avril 2008

Chequen unas bonitas fotos

Unas del sendero:

CHOQUE DE LOS CRUDOS




pemex se vende
Gallut gal-1642gallut.jpg

Calderon ya habia vendido los "bonos"

las mentiras de Calderon y secuaces:



Los “bonos ciudadanos” ya se negocian en el extranjero

Antonio Castellanos

Y por esto se frotan las manos:

Con menos exportaciones Pemex captó 51 por ciento más ingresos

Derechas profundas


No les cupo tanta m.... aldad

Rayuela

¿Habría difundido Televisa el nefasto espot si el destinatario de la infamia hubiera sido el presidente Calderón?

* * * * * * * * *

La promesa de Fernando del Paso

Prometí –me prometí a mí mismo– no hablar más del petróleo. Pero no me prometí no hablar de mierda.

No cabe duda que, de toda la mierda que le aventaron en 2006 a Andrés Manuel López Obrador sus detractores, les sobró para 2008.

Sólo un nazi podría compararlo con Hitler. Sólo un fascista, con Mussolini. Sólo un ultraderechista, con Pinochet y Huerta.

Esta mierda es desde luego compartida por Televisa, que aceptó transmitir el espot que todos conocemos.

Espero que los lectores perdonen mi vocabulario. No es mi estilo, pero de alguna manera hay que tratar a esta gentuza –y sus cómplices– que atenta contra la inteligencia y la sensatez. Ella sí que representa un peligro para México.

Fernando del Paso

Ironía



Ironía
Artista Angel Boligan

Primero van por el "tesoro profundo" y luego por las playas someras

La repúbica

Después de vender Pemex
Júrelo, vienen
las playas

Humberto Musacchio

Los mexicanos de cincuenta y más años vivimos con la convicción de que el país avanzaba. La idea de progreso se materializaba ante nuestros ojos en la movilidad social y en un lento y desigual pero comprobable mejoramiento de las condiciones generales de vida.
Contribuían a dar esa certeza instituciones como el Seguro Social, el ISSSTE o la Conasupo. Con ellas, como garante de nuestro desarrollo independiente, estaba Pemex, empresa que nació de una gesta patriótica que cada 18 de marzo conmemorábamos con legítimo orgullo.
El culto a Lázaro Cárdenas y el orgullo por la riqueza expropiada no menguaron ni siquiera en el echeverriato, en los días en que México importó combustibles; se reafirmaron durante el sexenio de José López Portillo, cuando vivimos el espejismo de una prosperidad que benefició a políticos ladrones y a empresarios protegidos por el gobierno.
En la gran crisis de los años ochenta, para todos quedó claro que nos salvó el petróleo, pues incluso quedó embargada en Nueva York la factura petrolera. La deuda externa dejada por José López Portillo era enorme, pero aún así fue incrementada alegremente por Miguel de la Madrid, por Carlos Salinas y su despreciable sucesor, quien disfrazó el endeudamiento haciendo que Pemex asumiera los costos mientras sometía a la empresa a un régimen fiscal expoliador, mecanismo que los presidentes panistas llevaron a extremos delirantes.
La fórmula de cargar de altísimos impuestos a Pemex permitió al fisco allegarse los fondos que no podía cobrar de otras fuentes; en buena medida por la incapacidad de Sistema de Administración Tributaria, que persigue a los causantes cautivos y tiene todo dispuesto para favorecer a los tiburones.
Con una economía estancada durante un cuarto de siglo, con un reparto de la riqueza cada día más injusto y una mayor dependencia política de Washington, lo único que se le ocurre a la derecha es vender las joyas de la familia con la amenaza de que las hijas pueden perder el tesorito si el vecino mete su popote donde no debe. Más adelante, júrelo usted, empezarán a vender pedazos de territorio nacional, como las playas de Baja California, con el pretexto de que los mexicanos no tenemos capacidad para aprovechar esa riqueza.
El propósito del gobierno panista es vender Pemex. Lo hace porque seguramente debe favores originados en el cochinero electoral de 2006 y porque el patriotismo es un concepto ajeno a su mentalidad de mercachifle. Pero, ¿lo permitiremos los mexicanos?


Sin escrúpulos · Rocha

Aguas enlodadas

Cuando el PAN tomo la tribuna en diciembre de 2006 los jilgueros de las televisoras apenas lo notaron, pero cuando son los que en verdad escuchan al pueblo ahí si se desgañitan y vomitan sapos y culebras contra los patrióticos legisladores y contra la Resistencia Civil Pacifica cuyo lider es AMLO.

De la campaña
Pedro Miguel

Esta es la gran revelación en lo que el milenio lleva de transcurrido: la resistencia civil es hija de Hitler, émula de Mussolini, ahijada de Pinochet, biznieta de Victoriano Huerta. Un misterio es que el espot linchador se salte a Franco, o será que ése es de veras entrañable y no se le quiere asociar con el enemigo tradicional y eterno (la cápsula recuerda el primer tramo de una pastorela mexicana: identifica al Maligno con sus distintas caras y muestra las trampas que éste emplea para evitar que nazca el Santo Niño de la Privatización). Los opositores a la entrega del petróleo “son fascistas”, confirman el diagnóstico algunos opinadores, al encontrar el síntoma inconfundible de la toma de tribunas parlamentarias. Otros medios inventan una sección informativa titulada “El secuestro del Congreso”, o algo así, y agrupan bajo ese encabezado genérico la menudencia informativa que genera la disputa por la industria petrolera.


El lado estético


Principios goebbelianos de Calderon y el PAN

Quien es el fascista en todo esto de los spots?
Saque sus conclusiones.

De nazismo y odios
Marco Rascón

Los espots contra Andrés Manuel López Obrador han sido calificados acertadamente como “orgía de odios” y esto convoca a reflexionar sobre formas y principios en la política mexicana. Hay que recordar los principios de la propaganda nazi de Joseph Goebbels, que se aplica consciente o inconscientemente de acuerdo con las estrategias de la polarización. Goebbels plantea:

1. Principio de la simplificación y del enemigo único. Individualizar al adversario en enemigo único. Unir la crítica interna con el enemigo externo.

2. Principio de la transposición. Cargar en el adversario los errores propios o defectos, respondiendo al ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan.”

3. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en una amenaza grave.

4. Principio de la vulgarización. Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. Las masas tienen gran capacidad para olvidar.

5. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público ya esté interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

6. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario.

7. Principio de la transfusión. La propaganda opera a partir de un sustrato prexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

8. Principio de unanimidad. Convencer a mucha gente de que piensa “como todo el mundo”, creando una falsa impresión de unanimidad.

9. “Miente, miente, que al fin algo quedará... Cuanto más grande sea una mentira, más gente la creerá...”


La nueva señal de la tele · El Fisgón


El verdadero peligro para Mexico

Los golpistas del PAN
Álvaro delgado

Apostar al miedo es el único argumento que le queda a quienes no pueden resistir la memoria del pasado ni son creíbles cuando hablan del futuro. Es el recurso del que se sabe derrotado...: Carlos Castillo Peraza

México, D.F., 21 de abril (apro).-

Guillermo Velasco Arzac y “Mejor sociedad, mejor gobierno”, uno de los tantísimos membretes que este personaje ha creado, constituyen apenas, como proclama el lugar común, la punta del iceberg de una amplia estructura --visible y, al mismo tiempo, oculta-- de la extrema derecha asociada al Partido Acción Nacional (PAN), cuyo apresurado deslinde del más reciente
spot del odio, transmitido en los mejores horarios de Televisa, busca despistar de esa estrecha vinculación.

Las evidencias de esta asociación de intereses políticos y económicos a todos los niveles --cuyo eje es el PAN-- sobran, al margen de si Velasco Arzac es militante formal, que no lo es, porque ahora, como en el 2006 --sólo para hablar de dos momentos--, los beneficiarios de las sistemáticas campañas ilegales y de anónimo financiamiento han sido ese partido y sus candidatos, entre ellos Felipe Calderón.

Velasco Arzac es un viejo activista de una de las expresiones más beligerantes de la ultraderecha mexicana, la Organización Nacional del Yunque, y ha consagrado prácticamente medio siglo de su vida a confrontar --por la vía de la violencia física y de la difamación-- a quienes él y sus compañeros de viaje identifican como enemigos en todos los ámbitos, entre ellos el político, el religioso y aun el racial.
(...)

en sus narices

Fascismo panista

Fascismo
John M. Ackerman

El fascismo es una ideología basada en la razón del Estado y la fidelidad total al jefe de la nación. “Todo en el Estado, nada contra el Estado, nada fuera del Estado”, decía Benito Mussolini. Es un sistema político profundamente conservador, cuyo propósito original era combatir la expansión de los movimientos obreros en Europa después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). El fascismo está basado en la violencia y la intolerancia a la oposición, la pluralidad y la crítica. Tal régimen utiliza la propaganda y los medios de comunicación para generar un clima de miedo y odio a todos los que sean “diferentes”.

Quien peligrosamente se ha acercado al fascismo durante los últimos días no es Andrés Manuel López Obrador, sino el actual gobierno y los grandes monopolios privados, además de amplios sectores del PAN, el PRI y sus aliados intelectuales. Ellos son los que se niegan a debatir de manera amplia y plural el futuro del petróleo. Ellos son los que difaman y buscan eliminar desde las cúpulas del poder político, económico y mediático a cualquier disidente u opositor.

El Congreso de la Unión de ninguna manera está “secuestrado”, como afirmaron Enrique Krauze, José Woldenberg, el Consejo Coordinador Empresarial y la asociación Mejor Sociedad, Mejor Gobierno. Tanto la Cámara de Diputados como la Cámara de Senadores han podido sesionar y despachar sus asuntos más urgentes. Las tribunas están tomadas en un acto simbólico de resistencia civil pacífica para demostrar que no hay “normalidad” democrática en el país, que nuestras instituciones políticas se encuentran en crisis.

Esta crisis resulta del hecho de que una mayoría parlamentaria ha decidido darle la espalda al electorado y aprobar reformas en materia energética que, además de violar la Constitución, van en contra de la voluntad mayoritaria de la población mexicana. Cuando los representantes populares traicionan la confianza de los electores y se colocan por encima de la Carta Magna, la protesta social no es peligrosa, sino saludable, ya que ayuda a rencauzar la democracia. De otra forma, los políticos se acostumbrarían a ignorar a la ciudadanía y, como ocurre en nuestro país, terminarían utilizando sus cargos para perseguir fines particulares, familiares o de gremio. La presencia de una fuerte movilización social no es una amenaza para la democracia, sino un claro indicador de su vitalidad.

Al clausurar sus respectivos congresos, Adolfo Hitler, Benito Mussolini, Augusto Pinochet y Victoriano Huerta usurparon el poder desde las cúpulas de la autoridad estatal. Desaparecieron el Poder Legislativo con el propósito de centralizar aún más el poder en sus manos. Por el contrario, al salir a las calles y ocupar las tribunas, López Obrador y el Frente Amplio Progresista (FAP) pretenden abrir las negociaciones y asegurar que los ciudadanos puedan ser escuchados antes de la aprobación de la reforma energética.

Es un grave error reducir la democracia, el “gobierno del pueblo”, a la actividad de los gobernantes. Los senadores, los diputados y el Presidente de la República tienen la obligación de mantenerse en permanente contacto y comunicación con sus representados. Asimismo, los ciudadanos tienen la obligación y el derecho de llamar constantemente a cuentas a sus autoridades. Recibir más votos en una elección no otorga al candidato ganador un cheque en blanco para hacer o deshacer a su antojo, sino una gran responsabilidad de representar a la sociedad. Cuando permanece una gran incertidumbre con respecto a la validez de la victoria misma, esta responsabilidad se multiplica y se expande.

Lamentablemente, como espejo y continuación del conflicto poselectoral de 2006, la coalición gobernante ha decidido de nueva cuenta recurrir a la diatriba y la cerrazón para imponer el resultado que desea. En lugar de acercarse a la coyuntura política con valentía y apertura, el actual presidente esconde la cabeza y manda a sus agentes políticos, económicos e intelectuales a tronar toda oposición y crítica. Así como ayer Felipe Calderón se negó a aceptar un recuento total de la votación por miedo a conocer la verdad, hoy se niega a exponer su iniciativa al debate popular por temor a enfrentarse con un pueblo informado y consciente.

Los defensores de “las instituciones” a secas olvidan que en un sistema democrático los ciudadanos son los que tienen la última palabra. En la peor de las tradiciones fascistas, los ideólogos actuales privilegian la estabilidad y el orden por encima de la justicia y la participación social. El mejor antídoto para el fascismo es la construcción de una sociedad crítica y participativa, dispuesta a cuestionar y llamar a cuentas a nuestros gobernantes, no un pueblo doblegado de forma pasiva a las decisiones que violan gravemente sus derechos.


Goebbels

Guerra sucia version 2008

Alguien dijo por ahi que el spot contra AMLO salio un dia despues de que Aznar estubo con Calderon....

Julio Hernández López : Astillero


■ El veneno tan sabido

■ IFE, tortuga

■ Tv, facciosa



(...)

Es el mismo esquema de 2006: membretes que desembocan en el interés gubernamental gastan millonadas provenientes de cuentas ocultas para difamar en alto grado a opciones políticas y sociales en empresas de televisión que se prestan a esas maniobras y ayudan a eludir indagaciones y castigos. Ayer, López Obrador era un peligro para México y por ello se infló una opción michoacana hasta fabricarle y convalidar un triunfo electoral también virtual; ahora ese mismo personaje tabasqueño, supuestamente condenado por los poderes electrónicos a la tumba política, es vuelto a ser acribillado al comparar forzadamente una lucha pacífica con dictaduras extranjeras y nacionales. Frente a esa reincidencia delictiva, el Consejo General del IFE, cada vez más productor de vergüenza, chambonamente se tarda cuanto puede en “ordenar” la suspensión del espot envenenado que a esas alturas de la prohibición ya ha cumplido su objetivo. El presidente del instituto, Va. Zurita, está más entretenido en buscar que los demás miembros del cartel electoral le aprueben la designación de un capricho personal sinaloense como secretaria ejecutiva y en inventar programas y pretextos para conseguir presupuesto extra que le permita exagerar cuentas.

La difusión solidaria del desproporcionado e hipócrita espot (los villanos denunciados son, en realidad, los héroes de esa derecha oportunista que pudorosamente dejó a un lado al que les es más cercano, Francisco Franco) vuelve a poner bajo la lupa el papel de los medios electrónicos de comunicación y, en particular, la contribución facciosa que hacen a la intoxicación social mediante manipulaciones propias y propagandas “ajenas”. Un ejemplo del incumplimiento ostentoso de sus responsabilidades lo han dado los dos principales canales de difusión nacional, Televisa y Televisión Azteca, que han ejercido una función editorial sesgada a la hora de informar sobre la oposición cívica a la privatización petrolera y que, en el caso de la primera empresa, se han negado por sistema a dar voz en sus noticieros o programas de opinión a quienes han constituido su persistente motivo de crítica y distorsión. (...)