El año II de Fecal: engaño y represión
Edgar González Ruiz
En su segundo año, el gobierno espurio cree haber consolidado su poder al grado de implantar sus proyectos de represión y militarización, las reformas económicas contrarias al bienestar de las mayorías y la destrucción del estado laico.
Pasado el conflicto poselectoral, el gobierno fecal pone de manifiesto a diario que no le interesa la inquietud popular en la medida en que esta puede ser controlada por la radio y la televisión, medios a los que son adictos muchos mexicanos, en detrimento de la lectura de libros y periódicos.
Sorprendentemente algunas personas han llegado a hacer suyas las consignas oficialistas que repiten a coro periodistas convenencieros, cuyas voces han cambiado de dueños cada seis años.
Pese a su infantilismo, la historia ridícula de que hace falta militarizar al país para "combatir el crimen organizado" (como si la delincuencia de gran envergadura fuera independiente del ejército y de los empresarios) es tema cotidiano de los diarios oficialistas y de los medios electrónicos.
Los medios tratan de dictarle a la gente sus prioridades, como la de instaurar los proyectos típicos de la llamada ideología de la inseguridad, que se basa en la falacia de que la delincuencia es el mayor problema de las sociedades, y no la pobreza, la desiguladad, la falta de educación y de cultura, así como la falta de respeto a las libertades individuales.
Por el contrario, la ideología de la inseguridad niega o limita las libertades individuales, propicia el armamentismo y reprime a los movimientos sociales con el pretexto del "combate a la delincuencia". Hay incluso quienes critican los operativos militaristas del gobierno fecal sólo por considerarlos ineficaces y no por las ideas que suponen,
Copiando la idea fascista de Bush de la "guerra contra el terrorismo" y de la "guerra contra las drogas", los medios oficialistas tratan de que la gente crea en sus fantasías y olvide lo que tiene a la vista: que el principal gobierno terrorista es el de Estados Unidos y que la única solución para evitar que el narcotráfocio sea un problema social es la despenalización de las drogas, que obedece además al imperativo ético de respetar las decisiones ajenas.
Grandes sectores de la sociedad, y en especial de las nuevas generaciones, son muy vulnerables frente al engaño mediático, por el abandono de los contenidos humanísticos en la educación y por los hábitos creados por la publicidad comercial, que sirve para vender malos productos a precios elevados.
De la misma manera, los medios promueven imágenes y consignas absurdas, o inatinentes, pero útiles para imponer proyectos contrarios a los intereses mayoritarios.
La guerra sucia que llevó a cabo el PAN, los empresarios y el clero, se prolonga día con día mediante ataques a la izquierda, a las políticas de bienestar social y al estado laico, y con infames defensas a las fuerzas ultraderechistas.
lundi 24 mars 2008
Inscription à :
Publier les commentaires (Atom)
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire