El Vaticano quiere abusar de México
Jornada
Monsiváis: Estado laico y clericalismo
Con el telón de fondo de la conmemoración por el 15 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre México y el Vaticano, el secretario para las Relaciones con los Estados, Dominique Mamberti, instó al gobierno mexicano a modificar el marco jurídico vigente en el país, a fin de “superar las limitaciones y equívocos” de la ley en materia religiosa. El enviado papal afirmó que el Estado debe velar por los derechos fundamentales de los individuos, entre los cuales, dijo, la libertad de creencia ocupa un lugar central. A tono con las declaraciones de Mamberti, el ex presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, José Guadalupe Martín Rábago, afirmó que dicha revisión legal podría darse dentro del marco de la celebración por el bicentenario de la Independencia, “un momento privilegiado para crecer en una fructuosa reconciliación”. No es casual que la petición vaticana de modificar el marco legal, de acuerdo con sus intereses y ambiciones, se dé en la actualidad. Parece ser que Roma ha decidido apostar al hecho de que el gobierno federal mexicano haya emanado de las filas de un instituto de derecha, el Partido Acción Nacional (PAN). En efecto, desde su llegada a la Presidencia, en 2000, el panismo no ha mostrado recato en manifestar abiertamente sus inclinaciones profundamente religiosas, y ha encontrado en la Iglesia un aliado en el panorama político nacional, como quedó de manifiesto con la intervención de la jerarquía católica en el conflictivo proceso electoral de 2006. |
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