Dios siempre ha estado lejos de México
Columna: Asimetrías
"Gracias a Dios..."
por Faustio Fernández Ponte
I
"Gracias a Dios" --nos informa Felipe del Sagrado Corazón de Jesus Calderón-- los daños causados por el huracán Dean en la península de Yucatán, Chiapas, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas "fueron menores".
Gracias a Dios. Expresión vernacular que perpetúa lo mítico --el creacionismo o diseño inteligente, que preconiza la gran derecha doquiera-- y pone nuestro destino histórico en manos de un azar.
Gracias a Dios, pues. El Altísimo milagrero nos salvó de la furia de un meteoro monstruoso creado, según el dogma de lo increíble, por el mismísimo Divino Providente que protege a los mexicanos.
Y gracias a Dios, ese Gran Hacedor del Universo y sus monstruos sueltos --como Dean-- y Protector de los mexicanos hizo que no sufriéramos aflicción mayor: destruyó nuestras casas, pero nos dejó vivos.
Es decir, nos salvó de perder vidas, por lo que el señor Calderón --¿cómo llamarle: don Felipe o don Sagrado Corazón?-- le agradeció públicamente, en vivo y en directo, por televisión y radio.
II
Agradecimiento público del jefe de un Estado que es filosófica y estructuralmente laico y quien, aunque sea de facto y, ergo, espurio, no deja de ejercer una investidura escamoteada y ajena.
Don Sagrado Corazón --los irreverentes y zumbones y hasta los ateos tal vez lo llamen don Sagra o don Cora-- desestimó las premisas laicistas de su investidura constitucional tan combatida por Dios.
Cierto. Si nos atenemos a la historia, Dios siempre ha estado lejos de México, pues sus representantes en la tierra --el Vaticano y la Iglesia Católica-- han actuado contra los mexicanos.
La Iglesia combatió la Independencia de México --Hidalgo y Mrelos fueron excomulgados--, a Juárez y la Reforma y a la Revolución Mexicana. Les combatió incluso con las armas. Fomentó guerras fraticidas.
Volvamos a Dean. Dejándonos con vida, Dios nos hizo más pobres. Los millones de damnificados de ésta y otras fatamorganas y meteoros y terremotos, han acentuado la pobreza histórica de los mexicanos.
Muchos mexicanos vieron sus viviendas destruidas y sin medios para rehacerlas porque, quizá, nuestro Supremo Protector incurrió en comprensible omisión. Hacen falta más agradecimientos del Presidente.
III
U ofrendas. O sacrificios del jefe del Estado mexicano para rogarle al Creador de todas las cosas y seres vivos que los fenómenos naturales de gran violencia no causen muertes ni destrucción.
Y ya que estamos en esa vena, don Sagra --o don Cora, si el caro leyente lo prefiere--, ¿por qué no pedirle a Dios que nos libre de los monstruos de la desiguladad, la injusticia, y la iniquidad?
¿Por qué no pedirle que nos libre de los demás monstruos: pobreza, desempleo, inseguridad pública y social, daño ambiental y la cercanía y dependencia de México respecto de Estados Unidos?
Sí, que erradique la pobreza y nos haga tan ricos como Carlos Slim. Pero es obvio que los oídos del Protector de México no están atentos a don Sagra ni al Cardenal Norberto Rivera. Dios está enjetado.
¿Habrán perdido influencia ambos personajes? Sin evidente derecho de picaporte a los aposentos de Dios, doquiera éste se encuentre, ¿qué será de nosotros los casi 70 millones de mexicanos?
Ni la investidura de don Norberto --acusado de proteger curas pederastas y de malversación de dineros ajenos-- ni la de don Sagra, son suficientes para que Dios les haga caso. Seguimos más pobres.
Y más cerca de EU, tanto que el Plan México y otros artificios y artilugios --libre comercio, seguridad trinacional-- nos convierten, en la práctica, en un país anexado al imperio.
Glosario:
Creacionismo: dogma cristiano que niega la teoría de la evolución y atribuye sin pruebas a un ser supremo la creación del universo.
Diseño inteligente: eufemismo por el cual los promotores religiosos y laicos del creacionismo atribuyen a un ser megainteligente la creación del universo.
Enjetado: enfadado. Enojado.
Escamoteadas: del verbo escamotar. Robar o quitar algo con agilidad y astucia. Quitar algo arbitrariamente.
Fatamorganas: fenómenos naturales que antiguamente se atribuía al Hada Morgana.
Laico: que no tiene órdenes clericales. Independiente de cualquier conexión, organización confesión religiosa.
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