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LE NOUVEAU GOUVERNEMENT MEXICAIN EST ENTRE EN GUERRE SAINTE CONTRE SON PROPRE PEUPLE. ARRESTATIONS ARBITRAIRES D'HOMMES POLITIQUES COMME DE SIMPLES PASSANTS QUI AVAIENT LE MALHEUR DE SE TROUVER AU MAUVAIS ENDROIT AU MAUVAIS MOMENT, GENERALISATION DU VIOL DES PRISONNIERES, DE LA TORTURE Y COMPRIS SUR DES ENFANTS DE HUIT A DOUZE ANS , CENSURE DE TOUTE OPPOSITION... LA LUTTE NE FAIT QUE COMMENCER. El nuevo gobierno mexicano a entrado en guerra santa contra su propio pueblo. Imposición, traición, doble discurso, ruptura del pacto social, ningún respeto por los derechos humanos con la consiguiente tortura, prisión, muerte de luchadores sociales e inocentes. Censura y desprecio por la cultura y la educación.... LA LUCHA COMIENZA.

vendredi 24 août 2007

Conjeturas

Castañeda y Krauze
Democracia de los cínicos

Alvaro Cepeda Neri

El periodista Alvaro Delgado puso las condiciones, con sus entrevistas a Lorenzo Meyer, Enrique Krauze y Jorge Castañeda, para lo que pudo ser un debate a fondo, sin concesiones, laico, sobre la teoría y praxis del pasado proceso electoral. Y su cuestionado resultado presidencial, donde no hubo legítimamente lo de “un ciudadano, un voto” y mucho menos que 50 más uno en las urnas decide, por pírrica que sea, la victoria.
Castañeda, golpeador. Krauze, historicista de “tijeras-y-engrudo”, propietario absoluto del conocimiento histórico. Los dos sólo descalificaron y justificaron con un realismo cínico, característica de los ideólogos, como escribió Paul Lidsky, que se adhieren a los que tienen el poder “sin traicionar su conciencia y creyendo formar parte de la oposición”. Sin entrar al fondo de la discusión, se salieron por la tangente, volviendo a echarle montón a Andrés Manuel López Obrador. Krauze (en lo que R. C. Zaehner llama el instinto religioso) afirmando que el electorado “castigó” al tabasqueño, cuando su des ex machina de Calderón y la derecha panista se opusieron rabiosamente a recontar los votos, para despejar la sospecha fundada de fraude electoral. Y cuya divisa fue: “Aiga sido como aiga sido”.
Castañeda quiso justificar su terrorismo contra López Obrador, con su llamado, a la Tarzán y la ley de la selva, de parar a López Obrador “a como dé lugar”, con su tardío reconocimiento de “ganarle a la buena, a la mala y de todas las maneras posibles... dentro de la legalidad”. En ese entonces se comió ésta última parte y se dio a la tarea de proponer “la estrategia del miedo”, copiando la violencia retórica de los fascios de Mussolini y los nazis de Hitler (Ernest Nolte: El fascismo de Mussolini a Hitler), en sínodos nocturnos con empresarios. De los 3 o 4 millones de dólares que le dieron para su fracasada campaña, de los que nunca informó, dijo: “A los medios y a la opinión pública no tengo la obligación legal ni mucho menos moral de hacerlo”.


Religiosamente conservadores y derechistas no tocan el republicanismo. Y se afilian a la democracia para arreglarla a sus intereses oligárquicos y plutocráticos. Por sus trayectorias y mordiscos a Meyer, parecen hijos de Aristocles (alias Platón): tienen oro en sus almas y amartillan su odio para dispararle a los 14 millones auténticos de votos que pusieron en jaque mate a los dudosos 14 millones de votos calderonistas-elbistas. Es la democracia electoral de los cínicos. Pero no de los cínicos de Antístenes ni Diógenes, sino de los bribones, los pícaros, los oportunistas.

cepedaneri@prodigy.net.mx

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