Iglesia

Columna: Asimetrías

Trasnacionales (2/3)

por Fausto Fernández Ponte

I

Una corporación trasnacional que no suele ser considerada como tal es, ¡agárrese el caro leyente!, la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, porque desarrolla actividades de venta de un intangible de dudosísimo verismo: representar a Dios en la tierra.

Y no sólo eso: como sedicente representanhte de Dios en la tierra, la Iglesia Católica es intermediaria entre el Altísimo y los humanos y difunde que la comunicación entre el Todopoderoso y el muy falible hombre sólo es posible mediante aquella institución.

Esa grotesca falacia ha convertido a la Iglesia Católica --y, por inferimiento válido, todas las iglesias cristianas y de otras religiones-- en el consorcio trasnacional más poderoso, no sólo en lo financiero, sino también en lo político.

Más la Iglesia Católica posee un atributo adicional que ningún otro consorcio trasnacional tiene: es un Estado supranacional, con una capacidad extraordinaria de manipulación e inducimiento de comportamientos colectivos. Es un megapoder.

Ese megapoder es el Estado Vaticano, cuya cabeza visible es el Papa --investidura ejercida hoy por un individuo de ideología nazifascista que se hace llamar Benedicto XVI-- y con un alcance financiero y político que no conoce límites.

II

Este megaEstado --sito en un enclave central en Roma, la capital de otro Estado, teóricamente soberano, el de Italia-- domina aspectos estratégicos de la economía y la política, la cultura y la vida social de muchos países, México incluido.

En México, el Estado Vaticano ha intervenido bajo una miríada variopinta de modalidades, todas ellas perversas: desde organizar y financiar guerras contra el Estado mexicano, asesinatos --como el de Alvaro Obregón-- y perpetuado desigualdad e injusticia.

El Vaticano ha actuado siempre bajo guisas de tartufismo mediante su brazo táctico, la Igleia Católica, con clero mexicano. Ee clero se ha carecterizado por ser corrupto, inmoral, ambicioso, voraz, venal e inescrupulosamente convenenciero.

Ante esa realidad, no en vano la historia de México exhibe a la Iglesia Católica (y a su mentor, el Vaticano) como la enemiga histórica del pueblo mexicano. Las guerras civiles de los siglos XIX y XX fueron iniciadas y consumadas por la Iglesia.

Y, hoy, esta corporación trasnacional encabeza las acciones --mediante grupos de presión política-- para consumar la caducidad del Estado mexicano y obligarlo a ceder potestades modificando la Constitución en los ámbitos estratégicos y en medios de difusión.

III

Esos ámbitos estratégicos son los de la educación pública --de por sí acusadamente influida por los intereses ideológicos de la Iglesia-- y los medios de difusión que usan el espectro radioeléctrico nacional, patrimonio social de los mexicanos.

Los grupos de presión vinculados a la Iglesia o afines a ésta, conformados por seglares orientados, si no es que dirigidos por el clero político que encabeza el cardenal Norberto Rivera, están empeñados en revertir el statu quo jurídico laico del Estado.

Ese statu quo, empero, está siendo socavado por los propios personeros del poder formal --cuyo abanderado es Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón--, quienes se identifican con la meta estratégica del Vaticano en México.

Así, estos hechos sitúan al Vaticano --y a la Iglesia-- a la cabeza de las corporaciones trasnacionales en cuanto a alcance e influencia global. Tienen, incluso, mayor poder político que las trasnacionales más visibles, como Coca Cola o Wal-Mart.

En ese sentido, el Vaticano competiría con ventaja con el Estado estadounidense, instrumento éste de las trasnacionales de ese país. Ambos tienen intervenidos a muchos otros estados. Tienen intervenido a México. Tienen en rehén a los mexicanos.

ffponte@gmail.com

Glosario:

Intangible: que no es tangible o material, sino inferido o supuesto.

Nazifascista: combinación de nazismo y fascismo.

Statu quo: estatuys. Estado que guarda una cosa o algo o una persona.

Verismo: verdad. Incontrovertible e incuestionable.