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LE NOUVEAU GOUVERNEMENT MEXICAIN EST ENTRE EN GUERRE SAINTE CONTRE SON PROPRE PEUPLE. ARRESTATIONS ARBITRAIRES D'HOMMES POLITIQUES COMME DE SIMPLES PASSANTS QUI AVAIENT LE MALHEUR DE SE TROUVER AU MAUVAIS ENDROIT AU MAUVAIS MOMENT, GENERALISATION DU VIOL DES PRISONNIERES, DE LA TORTURE Y COMPRIS SUR DES ENFANTS DE HUIT A DOUZE ANS , CENSURE DE TOUTE OPPOSITION... LA LUTTE NE FAIT QUE COMMENCER. El nuevo gobierno mexicano a entrado en guerra santa contra su propio pueblo. Imposición, traición, doble discurso, ruptura del pacto social, ningún respeto por los derechos humanos con la consiguiente tortura, prisión, muerte de luchadores sociales e inocentes. Censura y desprecio por la cultura y la educación.... LA LUCHA COMIENZA.

mardi 14 août 2007

Para los panistas: primero los intereses y las necesidades de USA y después los de acá

Jornada

México SA

Carlos Fernández-Vega

Intereses de EU, prioritarios para la ''continuidad''

Ni granos básicos ni soberanía alimentaria

México no cuenta en Vancouver

El gran hueco de los Pidiregas

Plácidamente reunidos en Vancouver, los representantes comerciales de México, Estados Unidos y Canadá "evalúan" y dan "seguimiento" al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), puesto en marcha 13 años atrás. Entre sonrisas, esa trinca dedicará dos días de su apretada agenda a "supervisar" este mecanismo y, si ello es posible, "perfeccionar" algunos aspectos de la liberalización total del comercio de bienes, servicios y capitales entre las tres naciones.

Se escucha muy bonito el amable ambiente de cordialidad y entendimiento entre las tres naciones, de acuerdo con la versión oficial, pero por treceavo año consecutivo la representación mexicana ni por aproximación abordará uno de los asuntos más importantes y delicados para sus supuestos representados: el migratorio, amén de que faltando un cuarto para las 12 no incluyó en la agenda otro tema que, por sus consecuencias políticas, económicas y sociales, se vislumbra como una de las grandes prioridades nacionales, o lo que es lo mismo la apertura total, en el arranque de 2008, de las importaciones de maíz, entre otros.

Oficialmente, la Secretaría de Economía divulgó que su titular, Eduardo Sojo, "no abordará el asunto de la desgravación total de maíz, frijol, azúcar y leche en polvo pactados para 2008, sino temas como la competitividad, relaciones multilaterales y prioridades" (entre las que obviamente no se encuentran los granos básicos, ni la soberanía alimentaria) para ese mismo año. En resumidas cuentas, para la "continuidad" es más importante cuidar los intereses estadunidenses en su patio trasero (seguridad y abasto energético, en el marco del ASPAN, en primera línea) que cuidar los de la mano de obra mexicana en Estados Unidos y, a escasos meses de que suceda, los de los productores agrícolas nacionales y garantizar una apertura equilibrada y paulatina de las importaciones.

Es la misma práctica de los cuatro gobiernos involucrados desde que el TLCAN entró en operación, el primero de enero de 1994. A lo largo del periodo, la cuarteta ni siquiera ha escuchado a quien siempre escucha, ni atendido las recomendaciones que con rigor religioso siempre atiende, es decir, las del Banco Mundial, que desde 2003, cuando menos, ya advertía que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte "ha tenido efectos positivos en México, pero podrían haber sido mejores; no basta para lograr la convergencia económica con Canadá y Estados Unidos, incluso en el largo plazo; las esperanzas de que México daría pasos agigantados para alcanzar a Estados Unidos se vieron reducidas por la insuficiente inversión en educación, innovación e infraestructura, así como la baja calidad institucional, un término que abarca la rendición de cuentas, la eficacia regulatoria, el control de la corrupción y temas afines".

Más actual, el balance que el propio organismo financiero (supuestamente) multilateral hizo en diciembre pasado (publicado por La Jornada) sobre el famoso tratado y su impacto real para el país, cuando subrayaba, por medio de algunos de sus funcionarios, como Danny Leipziger, vicepresidente y jefe de la red de reducción de la pobreza del organismo, que el TLCAN "no es una opción de crecimiento para México; ya se le acabó lo bonito; los objetivos que se podían lograr con ese acuerdo ya se alcanzaron, y hay que repensar la situación; mientras en el país la opción del gobierno federal es profundizar la integración con Estados Unidos, como se ha planteado en el terreno energético, México ya no debe concentrarse tanto en Estados Unidos".

Pero la "continuidad" mantiene la línea de los tres gobiernos anteriores: primero los intereses y las necesidades de allá (seguridad y abasto energético) y después, si sobra tiempo, los y las de acá.

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