¿Cuántos muertos más necesitan...?

Marcela Gómez Zalce

• Bours y Larrea
• (Des)informe...

Nada prueba mejor un carácter mezquino y ruin, mi estimado, que el amor al dinero. Curiosito el debate en el que se han sumido los partidos políticos de cara al (des)informe. Que si Felipe asiste. Que así lo dicta la Carta Magna (que esta bola de cínicos se la pasan por salva sea la parte cada vez que pueden). Que si lo entrega y se va (Fox reloaded). Que si el PRD la hará de jamón (su especialidad en estos momentos de evidente debilidad presidencial... que por razones obvias está en chino).

Que si mejor hay un debate que se va a llevar un madral de horas para que a los legisladores (respetable incluido) les termine de dar... la hueva de siempre.

Que si modifican la ley orgánica whatever del Congreso para que el “intercambio” de ideas sea “útil y de altura” (y con esta brillante idea del Gymboree de Felipe, lo bautizan y encumbran como el demócrata que todos sabemos, panistas incluidos, que no es). Que si el PRI jalará con Calderón... o jalará a Calderón... o se la... en fin.

Que si al resguardo de la fuerza pública en San Lázaro le van a dar flit las simpáticas lacritas amarillas al presidir la Mesa Directiva.

Que si habrá circo y madrazos que den la vuelta al mundo.

Y mientras tanto, my friend, en ese México de abajo, olvidado y abandonado por esos mismos, encabezados por Felipe, of course, pagando un hotel, como el Velas en Nuevo Vallarta, de seiscientos dólares la noche y con un SPA, cuyo masaje más barato cuesta 150 de verdes, para discutir estrategias con legisladores, Grupo México de Germán Larrea, en completa complicidad con Eduardo Bours (qué pena), en colusión permanente con Javier Lozano Alarcón —que para tomar aviones a Nueva York y contratar a un despacho de abogados, pero de los que cuestan seiscientos dólares... la hora, para demandar a Zhenli Ye Gon quien lo involucró en una cada vez más creíble, gracias a las estupideces y traspiés oficiales, danza de millones electoral, sí se puso las pilas y fue firme, eficaz y ejecutivo... en la negociación— y con la indiscutible venia de Los Pinos se aventó el tiro, literal, de cometer una serie de delicados atropellos el pasado sábado en Nacozari, Sonora, donde la sangre llegó al río...

Información interesante de fuentes confiables en corrillos del gobierno estatal hablan de que la empresa de Larrea utilizó a once sujetos —perfectamente identificados... con nombres y apellidos... y con las relaciones que uno de ellos mantiene con un alto funcionario de la policía ministerial– para emboscar a los mineros que solicitaban ser restituidos al haber ganado un laudo meses atrás, así como lo que hicieron con el cadáver de Reynaldo Hernández González, que perdió la vida por un balazo. Hay versiones de que hay trabajadores detenidos para que se declaren culpables del muy peligroso incidente. A ver, my friend, ahí le van datos duros.

Grupo México emitió un comunicado donde (insulta la inteligencia del respetable) afirmó que “un grupo de personas armadas” ajenas a la empresa atacó sus instalaciones con el propósito de parar las actividades de la mina... que hace dos años... según ellos, deberían estar suspendidos los trabajos de esa mina y se despidió a 1, 200 trabajadores por “causas de fuerza mayor”(¿?), rescindiendo unilateralmente los contratos colectivos de trabajo... que derivaron en promover un amparo —que los trabajadores mineros emboscados ganaron— y que, al ser ungido de manera ilegal Elías Morales, decidió desistirse del mismo... y entonces la empresa contrató a otros trabajadores para continuar con las labores y que, al conocerse lo de las firmas apócrifas se cayó el teatro entero.

Varias preguntillas flotan en el ambiente. ¿Por qué el presidente municipal de Nacozari de García, Samuel Josafat Navares Araujo, al ser informado en el momento de los hechos violentos no envió a las fuerzas del orden...? ¿Habrá arreglón con la empresa que para todos tiene...? ¿ Por qué el curioso silencio de Lozano Alarcón y el gobierno federal...? ¿Será que ayuda la simpatía que hay con Bours...?

Hay un minero muerto por arma de fuego... que seguramente las autoridades en este cochinero con Germán Larrea harán parecer que falleció por una pedrada, tubazo o aparecerá la célebre gastritis crónica.

El sello de impunidad es aberrante y vergonzoso. Los ánimos del sindicato en el ámbito nacional están que arden... y las mentadas huelgas, my friend, no se van a parar...

¿Cuántos mineros muertos más necesita Lozano Alarcón para satisfacer la enferma terquedad de Larrea contra este sindicato y su líder...?