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Finalizar la guerra de Irak: dos planes contrapuestosSólo hay dos planes serios -o tal vez deberíamos llamarles maquinaciones- para ponerle fin a la guerra de Irak. Muchos se sorprenderán al darse cuenta de que uno es formulado por George W. Bush, y el otro por Moqtada al-Sadr. Los dos planes comparten la presuposición de que la guerra de Irak es un pantanal donde los proponentes de estos planes pierden más cada día que pasa. En todo lo demás, ambos (las dos maquinaciones) están en conflicto entre sí. Cuando las cosas marchan mal de todos los modos posibles, los realistas descartan los objetivos máximos y buscan un arreglo que les otorgue por lo menos algo crucial. Entonces, la cuestión es: ¿qué es lo absolutamente crucial para George W. Bush y qué es lo absolutamente crucial para Moqtada al-Sadr? Si comenzamos con Bush, primero que nada olvidemos la retórica y olvidemos lo que eran sus objetivos al inicio de la invasión de Irak. Pensemos dónde está él hoy. Ha perdido la mayoría del apoyo popular estadunidense para la guerra en Irak (éste bajó a un tercio, según las encuestas más recientes), y todos los signos parecen indicar que a menos que hubiera una mejoría militar, las cifras serán aún peores hacia fines del verano. Y en cuanto a la situación militar, el general Petraeus, comandante de las tropas estadunidenses en Irak, parece ser el brillante capitán de un barco que se hunde y nada de lo que Estados Unidos favorece en términos de política iraquí parece estar ocurriendo. El Partido Republicano corre el riesgo de tener que pagar un alto costo por esto en las elecciones de 2008. Entonces, si fueran ustedes Bush, ¿qué intentarían salvar? De la larga lista de objetivos estadunidenses en Irak, el más importante ha sido el establecimiento de una base militar estadunidense, de largo plazo, en el país. En términos de política estadunidense, sin duda Bush querría minimizar el impacto negativo sobre las elecciones de 2008. Si estas dos cosas tuvieran prioridad, ¿cómo habría que hacerle? Una filtración reciente indica cuál maquinación se cocina * * *EU 2008: ¿otro putch?Por medio de una operación de espionaje, la semana pasada la camarilla de Bush dio la señal de arranque a la campaña para mantener la presidencia imperial bajo la égida neoconservadora, es decir, de la ultraderecha militar. Así lo percibió Fidel Castro al comentar en Juventud Rebelde la desclasificación por la Casa Blanca de 700 páginas de los archivos de la CIA que relatan algunas de las peores acciones secretas de terrorismo de Estado perpetradas en ultramar entre 1953 y 1973, incluyendo operativos de desestabilización de varios gobiernos e intentos de asesinato contra el líder cubano. Es "notorio" que el gobierno "que menos documentos ha desclasificado en la historia de EU y que incluso inició un proceso de reclasificación de información previamente desclasificada, tome la decisión ahora de hacer estas revelaciones", advirtió Castro, agregando que ante un creciente rechazo de la opinión pública, el gobierno de Bush quiere mostrar, "en los preámbulos del proceso electoral, que las administraciones demócratas fueron iguales o peores que la de Bush". Aunque no sorprende, resulta neurálgico que, de cara a las elecciones de 2008, Bush et al recurran otra vez al aparato de espionaje y a las operaciones clandestinas, para incidir en la dinámica política doméstica y externa. Así lo han hecho de manera persistente "antes" y después del 11-9, cuando el clima político no les favorece. |
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