Vista previa
LE NOUVEAU GOUVERNEMENT MEXICAIN EST ENTRE EN GUERRE SAINTE CONTRE SON PROPRE PEUPLE. ARRESTATIONS ARBITRAIRES D'HOMMES POLITIQUES COMME DE SIMPLES PASSANTS QUI AVAIENT LE MALHEUR DE SE TROUVER AU MAUVAIS ENDROIT AU MAUVAIS MOMENT, GENERALISATION DU VIOL DES PRISONNIERES, DE LA TORTURE Y COMPRIS SUR DES ENFANTS DE HUIT A DOUZE ANS , CENSURE DE TOUTE OPPOSITION... LA LUTTE NE FAIT QUE COMMENCER. El nuevo gobierno mexicano a entrado en guerra santa contra su propio pueblo. Imposición, traición, doble discurso, ruptura del pacto social, ningún respeto por los derechos humanos con la consiguiente tortura, prisión, muerte de luchadores sociales e inocentes. Censura y desprecio por la cultura y la educación.... LA LUCHA COMIENZA.

dimanche 8 juillet 2007

Los de las manos limpias

Blogotitlan

El Caso Chino, Creatividad Muy Destructiva o Lavado Muy Percudido

¿De qué modo podría justificarse una enorme aportación de uno o varios cárteles de la droga a la campaña de un candidato presidencial cuya "comprensión y simpatía" se podía garantizar de esa manera?

¿Cómo podría meterse tan enorme cantidad monetaria en el circuito financiero mexicano, de suyo muy vigilado por Estados Unidos, para ser lavado y luego aprovechado a conveniencia?

La retorcida creatividad para encontrar la respuesta requería un empresario confiable, pero vulnerable y, por tanto, desechable, que permitiera armar una trama justificadora sin que —por otra parte— se quedara con los fondos que se le confiaran temporalmente.

Ahí es donde Zhenli Ye Gon pudo entrar en escena. Evidentemente no era un empresario intachable (ninguno lo es, aunque cenen con cardenales y vayan a misa y comulguen), pero resultaba vulnerable por el tipo de negocio en que estaba (la química) y los insumos que requería (fácilmente convertibles en precursores de droga). Además, no tenía vínculos sociales, políticos o familiares con el aparato político de antaño y hogaño. Era fácilmente desechable. Perfecto para la idea.

La lógica más complicada no encuentra razón válida para la acumulación de tanto dinero en efectivo, en dólares, en el vil piso de una residencia de Las Lomas de Chapultepec, la rancia y aristocrática colonia de herencias porfirianas y añoranzas coloniales.

La primera duda que surge es ¿para qué los juntaba Ye Gon en forma tan primitiva, rudimentaria? ¿No sabía que hay bancos que, por la mitad de eso, están dispuestos a lo que sea?

Si el dinero en verdad fuera suyo, ¿qué pensaba hacer con él? ¿Esperaba encontrar un colchonzote adecuado para guardarlo? ¿O esperaba que llegara a los 300 para ir al banco a depositarlo? Excepto que los juntara por encargo de alguien, la acumulación no sólo era absurda y antieconómica (no le generaba intereses) sino altamente riesgosa, no sólo por un posible asalto, sino por el manejo final que debería darle, más complicado en tanto mayor fuera el monto.

Segunda duda: Teniendo Ye Gon una empresa farmacéutica y conociendo los avatares del llamado "flujo de efectivo" empresarial, ¿no le habría sido más elemental, fácil y lógico ir metiendo de poco en poco en su banco los dólares que le llegaban, en vez de acumularlos para dificultar su acceso al circuito monetario sin despertar sospechas? Acostumbrado a los rendimientos financieros, Ye Gon sabía que ese dinero "suyo", acumulándose en el suelo, le reportaba más pérdida que ganancia, más problemas que soluciones. ¿Por qué y para qué hacerlo?

Aquí es donde se acomoda a la perfección su argumento de defensa: lo hacía "por encargo", voluntario u obligado como acusa.

¿De quién? Aquí se acomoda su otro argumento de forma lógica: de un grupo de bastante poder que podía imponerle condiciones y amenazas. El único a la vista era el que al amparo de Los Pinos podía permitirse este riesgo, sabedor de la impunidad que lo cubría. Hasta los mismos narcotraficantes saben los problemas de querer "lavar" la décima parte de esa cantidad y buscan subterfugios para hacerlo de poco en poco.

Mientras uno más lo piensa, más rápido se concluye que fue un "operativo" político-criminal de una mafia empoderada, montado para "lavar" tanto dinero de origen oscuro y, por consiguiente, ilícito.

Dice un dicho que "la ambición rompe el saco" y el primer círculo calderonista, en el fragor de su obsesión por impedir a todo costo que Andrés Manuel López Obrador llegara a la Presidencia, parece haber aceptado el caudaloso apoyo económico de fuentes ilícitas que requerían "lavado". Y decidieron armar todo el esquema que, en papel, parece perfecto. Para ese circulito mafioso la ecuación era fácil: ganamos y lo justificamos; perdemos y lo repartimos como sea.

Pero se extralimitaron. Por eso fue sorpresa en el mundo que se hubiera "descubierto" e incautado tal cantidad de dólares. ¡205 millones en efectivo! producto del narcotráfico, como quisieron hacer creer. Dos mil cincuenta millones de pesos. Nada mal como recompensa a los desvelos y sinsabores que causó el maldito "peligro para México". Nada mal como premio a la decencia y altos valores que siempre han distinguido a la gente bien.

Y más sorpresa fue que la siempre bien informada y ubicua DEA no estuviera enterada de los malos pasos de Ye Gon, pero que debió hacerse de "la vista gorda" para no torpedear a uno de los aliados del vapuleado y abandonado Baby Bush. Por eso es explicable que Zhenli Ye Gon esté en Estados Unidos, defendido por un bufete estadounidense, sin que la DEA ni el FBI lo tengan en sus listas de "Most Wanted".

Pero ninguno de los creativos sinvergüenzas de "la continuidad del cambio" (que en cuanto se "descubrió" ese dinero lo metió al banco a "blanquearse" y generar intereses) tomó en cuenta la reacción del "chino desechable", que hoy tratan a toda costa de traer al país, donde antes de ser investigado, acusado y procesado, ya fue sentenciado. En automático dejó de ser sospechoso de narcoproducción, para volverse un "peligro" descomunal para el México mafioso enseñoreado en el poder que se publicitó de "manos limpias" que sólo recibe dinero ya lavado.

Si llega a volver al país, a Ye Gon le espera un cúmulo de acusaciones de todo tipo, civiles y penales, sin más sustento que el servilismo del aparato judicial "que no se vende" y el ánimo vengativo del "apparatchik" prepotente, autoritario y salvaje, como ya se vio en Atenco y Oaxaca, por ejemplo, para escarmentarlo y que nunca salga del penal de alta seguridad, donde deberían estar los que lo tachan de "fantasioso, falso, absurdo, extemporáneo" y demás calificativos.

Así es esta "gente decente". Virtudes públicas, vicios privados que salen a la luz.

Aucun commentaire: