San Pancho Villa
Francisco Villa regresa a la capital, pero en forma de culto esotérico
Francisco Villa comparte lugar con la Santa Muerte, Changó y otras imágenes Foto: Roberto García Ortiz
En una de sus últimas acciones militares, Francisco Villa atacó en Sonora; ahora, el Centauro del Norte ha invadido el popular mercado capitalino que lleva el nombre de esa entidad donde cabalga de nuevo, pero ahora en forma de medallas-amuleto con símbolos esotéricos, veladoras y fetiches. La efigie del caudillo alterna con la Santa Muerte y deidades de la santería, como Changó, y del santoral católico, como el popular San Charbel.
Pero a Villa se le rinde un culto muy especial por su fuerte personalidad, sentido de la justicia y atracción sobre las mujeres resume Karina, encargada de un local en el mercado de Sonora.
“Nuestros antepasados invocaban mucho a Francisco Villa porque fue un hombre con liderazgo fuerte, tuvo muchas mujeres, muchos hijos y era una persona que ayudaba a los pobres y les quitaba a los ricos, en ese aspecto él luchaba por la justicia, pero también era un hombre muy dominante, muy fuerte de carácter, por eso hoy la gente le pide, le prenden sus veladoras, hay amuletos y medallitas.”
Si en el pasado el general Villa era tema destacado, “ahora está dando de qué hablar entre nosotros porque se le pide para el amor, porque él tuvo muchas mujeres y muchos hijos”.
Entrevistada en su pequeño local repleto de productos esotéricos, Karina señaló que para lograr un ritual eficaz para obtener los favores de Pancho Villa se “debe contar con su escultura, del lado derecho se le pone una copita de vino blanco o de ron, del lado izquierdo su veladora y un pergamino con nueve pedimentos y el nombre de la persona a la que se quiere atraer, luego se deja la veladora hasta que se consuma, dicen que cuando se termina, Villa concede todo lo que uno está pidiendo”.
Completa** * * * * * * * * * *
Oracion
“Querido hermano,
tú que supiste vencer
a tus más fieros enemigos,
haz que triunfe en mis más difíciles
empresas.
Me socorras en mi negocio y penalidades;
a ti invoco de todo corazón,
así pues, te sirvas darme valor,
tú que fuiste guía de los desamparados y sufridos,
dadme tu pensamiento y tu osadía.
Así sea”.
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