Un mundo azul
El dilema de Germán
Marcela Gómez Zalce
• Fox, Fox, Fox...
• Reloj detén tu camino
Bajo la máscara de la temeridad, mi estimado, se esconden grandes temores. O mejor aún, el miedo, my friend, es el compañero más fiel de esta administración. Vicente Fox sigue con su exitosa gira promocional de su Revolution of Hope Tour 2007 por diversos espacios informativos, de comedia política y entretenimiento en Estados Unidos. Percepciones y realidades. Dos enfoques y lo más divertido, disímiles entre sí.
Mientras en Boca del Río los traviesos priistas orquestaban el plan para derribar su estatua desencadenando un curioso dêja vú iraquí, Fox tuvo el viernes pasado un buen día en apariciones televisivas... además de un muy buen día de mensajes cifrados.
Por un lado, en Out in the Open de CNN con Rick Sánchez y por la noche en el programa Real Time with Bill Maher, al ex presidente no le fue nada mal en sus amenas entrevistas. Nuestro desparpajado ranchero sigue pegado con su puntual script toreando las dudas sobre su original fortuna, desparramando miel sobre su trascendente rol en la democracia mexicana, madreando sin piedad al PRI y, literalmente, pitorreándose de George W. Bush. Toda la prozaica mezcla junta sin cuidar las formas.
Fox se siente epicentro mexicano del cambio y lo presume sin pudor. Con Maher hasta las lágrimas de la risa se le salieron al mofarse de Bush por su inhabilidad ecuestre. Todo ante las sonoras carcajadas del público que junto a Bill gozan de los tubazos contra el inquilino de la Casa Blanca que va en caída libre. En picada. Fox haciendo leña del árbol caído. El ex presidente de México dispara misiles, sin consecuencias aparentes, mientras aquí se hace medio bolas el engrudo jurídico para un puntilloso estátequieto que, para entonces, llegará tarde en el control de daños doméstico.
Una de las divertidas dudas es hasta cuándo Bush & friends acusarán recibo de la nociva lengua guanajuatense. Hasta cuándo la Casa Blanca tolerará la simpática chacota mediática. Quién lo diría. Fox aplicado en su meticulosa cortina de humo internacional metiendo en aprietos a Felipe Calderón cuando la desventura (y su hormona) lo rebasan... por la derecha.
Justo cuando nadie del Gymboree sopesó la soberbia estupidez de aventar al ruedo a Germán Martínez para ir en pos de la presidencia azul. Justo cuando la sombra del interinato presiona al ex titular de la Función Pública para una definición. O ¿será que Germán estará esperando línea e instrucciones presidenciales? ¿Estará esperando la decisión del dedito retozón que ambiciona el control absoluto de su partido?
Sobre todo por la maravillosa reunión entre Manuel Espino y Felipe Calderón el pasado viernes. Los detalles son, digamos, interesantes.
Being bad never looked so good.
En medio del huracán sobre qué rayos hacer con los mentados estatutos para sacar adelante la mentada convocatoria ahora que la futura silla de la presidencia del PAN quedó escandalosamente manoseada. Este día que en el panismo deberá haber prometedoras...¿sorpresas?
Y como Manuel quiere todo sobre la mesa, el sábado pasado convocó a algunos abogados para estudiar con lupa los caminos jurídicos de la adelantada sucesión —que no olvide fue aprobada por el Consejo blanquiazul de mayoría calderonista— entre los cuales estaba César Nava. Y así se evitó eso de no hacer cosas buenas que parezcan malas. Todas las opiniones cuentan para deshacer el nudo desarrollado por la arrogancia de Los Pinos donde no entienden que no entienden.
Donde se comen el mundo azul a puños... ¿ de billete y/o favores? Donde el vino entra y la verdad sale. Esa de descontrol y embriaguez por el poder. Esa que ya recorre diversos pasillos preocupando a más de uno y fascinando a esos dos viajeros que saben la película al derecho y al revés.
El rumbo del gobierno que… no, no, mi estimado, el gobierno sin rumbo que presume la detención de 10 mil personas relacionadas con el narcotráfico y 20 de sus líderes más importantes mientras el país sigue en desmadre y no cesan las ejecuciones. El gobierno que presume estar con los más pobres mientras apalea sus bolsillos. El gobierno que presume democracia mientras exhibe, dentro de su partido, las peores prácticas antidemocráticas.
El gobierno que presume ser azul mientras le entrega todo al PRI y a Elba Esther.
El gobierno del titubeo, la simulación y la hipocresía.
Es en este complejo panorama donde se da la encarnizada lucha. Todo por ese 66%. El reloj corriendo contra Los Pinos y su candidato que deberá(n) tomar la decisión.
To be or not to be.
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