Boicot a la italiana
Ejemplo italiano
En México se vivió hace unos meses lo que ha sido un drama alimentario y un escándalo de corrupción y compadrazgos en contra de la ciudadanía. El novel gobierno altamente impugnado comenzó rebasando por la ultraderecha con aumentos a precios de productos básicos y al maíz, por consiguiente a la tortilla. Producto de importancia vital no solo para la alimentación de pueblo mexicano, sino elemento histórico y cultural, de origen milenario. Causando un grave desequilibrio económico.
Algo similar pasa en Italia, pero con grandes diferencias debido al grado de consciencia de los europeos. El aumento del trigo a repercutido en las pastas, alimento base de la cocina italiana, el alza del mismo ha causado enojo y revuelo, como lo muestra la siguiente nota de Le figaro:
Los italianos hacen boicot a la pasta
¡Basta la pasta! Asociaciones de consumidores han convocado a los italianos a renunciar al plato nacional para protestar contra el alza de precio del alimento.
Un día entero sin pastas. ¿Los transalpinos resistirán? A juzgar por la amplitud del fenómeno, que ha sido altamente mediatizado, se pudiera pensar que si. En guerra contra los aumentos del precio, cuatro asociaciones de consumidores invitan a los “huelguistas” a llevar su comida al trabajo, a no usar el teléfono, solo para llamadas urgentes, a no comprar cigarros y a pasar la tarde en familia mejor que en el cine. Todo ello en reacción a la alza general del costo de vida en Italia. Destinada a “alertar al gobierno”, esta huelga deberá de ser seguida por mas de un italiano sobre dos.
El precio del pan y los cereales a aumentado respectivamente de 2.5% y 2.9% entre julio y agosto. Las frutas han aumentado aun mas, un 6.1% en el mismo periodo.
Una manifestación que a tomado mayor importancia luego que el ministro de la justicia italiano Clemente Mastella, y el ministro de la Familia, Rosy Hindi, aseguraron que participarían en la huelga olvidándose durante 24 horas “espagueti”, “fusilla”, o “farfalla”. Según una encuesta hecha en las seis principales ciudades italianas, cerca de la mitad de personas interrogadas afirmaron que ellos no comprarían pastas en los supermercados hoy en solidaridad con el movimiento.
Notas: El trigo ha aumentado de 50%.
Un italiano promedio consume unos
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