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LE NOUVEAU GOUVERNEMENT MEXICAIN EST ENTRE EN GUERRE SAINTE CONTRE SON PROPRE PEUPLE. ARRESTATIONS ARBITRAIRES D'HOMMES POLITIQUES COMME DE SIMPLES PASSANTS QUI AVAIENT LE MALHEUR DE SE TROUVER AU MAUVAIS ENDROIT AU MAUVAIS MOMENT, GENERALISATION DU VIOL DES PRISONNIERES, DE LA TORTURE Y COMPRIS SUR DES ENFANTS DE HUIT A DOUZE ANS , CENSURE DE TOUTE OPPOSITION... LA LUTTE NE FAIT QUE COMMENCER. El nuevo gobierno mexicano a entrado en guerra santa contra su propio pueblo. Imposición, traición, doble discurso, ruptura del pacto social, ningún respeto por los derechos humanos con la consiguiente tortura, prisión, muerte de luchadores sociales e inocentes. Censura y desprecio por la cultura y la educación.... LA LUCHA COMIENZA.

dimanche 16 septembre 2007

Lucio Cabañas

emeequis





por Armando Vega-Gil | permanencia@eme-equis.com.mx

Hay muertos que se mueren luego luego, que desaparecen de inmediato porque su rastro por la vida es un soplo, una línea en el agua, una voz sin sonido que jamás encontró un muro que la reanimara en un eco.
Hay muertos que matamos luego luego, que cubrimos con olvido forzado en paladas de tierra fresca, muertos que han dejado en las entrañas de la historia heridas profundas que tardan años en dejar de sangrar, bestias a las que el rencor revive en la memoria de lo que no debió ser. Estos muertos se niegan a irse, sobreviven décadas, pero al final queda de ellos un nombre ininteligible en una lápida oxidada.
Y hay muertos que jamás mueren, que solitos van y se posan en una peña a mirar desde la muerte cómo avanza la vida, cómo retrocede o se aniquila; muertos que solitos hablan por la boca de los que les sobreviven, que serán escuchados por los hijos de los que hablan por ellos, y los hijos de los hijos resucitarán a esos que han caído más allá de la noche y los días. A éstos los llamamos Nuestros Muertos, porque de sus huesos pulidos se levantan sueños truncos, sueños que debieron ser, sueños de ti y de mí.
Son Nuestros Muertos porque de ellos venimos y hacia ellos vamos.
En Atoyac, Guerrero, uno de Nuestros Muertos está sentado en una estatua de sí mismo, viendo hacia el futuro, empujado desde un pasado reciente. Sus ojos son los de un hombre triste, y cuando el sol le pega de soslayo, esos ojos de melancolía, abiertos como la boca de un pez ahogado de aire, derraman lágrimas de luz. Es Lucio Cabañas. Un maestro rural delgado, pálido, aquejado por terribles dolores de cabeza, que se vio de golpe con un fusil en el infierno de la selva virgen, Virgen María de Guadalupe, listo a emboscar soldados y romperlos dentro, resarciendo agravios personales milenarios, detonando venganzas de campesinos humillados, ultrajados, masacrados, porque esos soldados todavía se meten a las comunidades abandonadas por las manos de Dios —un Dios manco, ciego— a pisotear los derechos de la gente, porque ellos son la cara de un poder que parece abstracto (el Estado Burgués, el Mal Gobierno) pero que en su momento tiene nombres: Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, Rubén Figueroa.
El documental La guerrilla y la esperanza: Lucio Cabañas es la explicación de un estallido de armas abrazado por una utopía irrealizable, el heroísmo suicida y la muerte sin fin que dio un tropiezo a la continuidad del poder bárbaro y criminal de una clase política que se reproducía —y se reproduce— a sí misma, sin límites. Todo desde el año epicentral de 1968: el movimiento estudiantil, el genocidio del 2 de octubre, la guerrilla urbana, Genaro Vázquez y Lucio. Y fue que México se vio a sí mismo en medio de la derrota, del abuso de poder, de la guerra sucia.
Narrada en su núcleo por ex militantes del Partido de Los Pobres, La Liga 23 de Septiembre y otros grupos armados que, en la flor arrancada de su juventud, enfrentaron a un poder que los aplastó, La guerrilla y la esperanza es el testimonio de la supervivencia de hombres y de ideas vueltas canciones que tararean esos mismos supervivientes junto a nosotros, como en ese poema de Roberto Fernández Retamar: Nosotros, los / sobrevivientes, /¿A quiénes debemos la / sobrevida? / ¿Quién recibió la bala / mía, / la para mí, en su / corazón?
Lucio es Nuestro Muerto, es un muerto que jamás muere, y nosotros sus supervivientes.


* Músico, cineasta y escritor. Es fundador del grupo de rock Botellita de Jerez y como cineasta ha dirigido, entre otros, el corto Fuera de cuadro, con Roberto Sosa.

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