Voces del Periodista LA LUPA POLÍTICA EL SÍNDROME CHINO Y LA ESCALADA DE LA DEA

POR ALFREDO JALIFE-RAHME (Exclusivo para Voces del Periodista)

Como era de esperarse, el gobierno de Felipe El Breve que no lleva siquiera ocho meses en el poder, ya está metido en serios problemas de gobernabilidad. Su grave error es que se ha empecinado en operar como si hubiera ganado las elecciones con 99 por ciento de votos, cuando los resultados fueron sumamente controvertidos como nunca en la historia del país, gracias a la disfuncionalidad del fétido IFE. Digase lo que diga, el Partido de Acción Narconal, como lo hemos bautizado debido a sus expuestos vínculos estrechos con el crimen organizado del blanqueo de dinero y el tráfico de estupefacientes, ha sido abultado en forma artificial en las urnas y solo no le puede aportar gobernabilidad ni a Felipe El Breve ni a quien fuere: carece de las huestes necesarias y la capacidad organizativa, ya no se diga la capacitación, para poder ejercer el poder en forma omnímoda. A su juvenil equipo de estrategas se le ha ocurrido que Felipe El Breve puede gobernar cómodamente dividiendo a los tres partidos principales: a su propio Partido de Acción Narconal en manos todavía de la fauna medieval yunquista; al PRI. más desfigurado que nunca con el que realmente está co-gobernando, gracias al entreguismo también esperado de la dupla Gamboa-Beltrones; y al PRD, convertido en un "producto sin marca".¿Formará AMLO su propio partido? Tales jueguitos de "divide y vencerás", así como de aliarse con "unos en contra terceros", siempre ha caracterizado la conducta política, de corte siempre más táctico que estratégico, de Calderón Hinojosa (antes de transformarse en Felipe El Breve), como líder de su partido y luego como diputado plurinominal (en realidad, nunca ha ganado una elección popular, ni para gobernador de Michoacán, ni mucho menos, para la propia presidencia con todo y las maromas fraudulentas del fétido IFE). Su desgracia, y de paso para los mexicanos, es que son momentos cruciales de decisiones estratégicas y no meramente tácticas. En este contexto de ingobernabilidad, estalló el cada día más escabroso megaescándalo de alcances internacionales del empresario chino naturalizado mexicano en forma expeditamente extraña por obra de Fox y Santiago Creel, que atrapó fuera de base a Felipe El Breve y a su gabinetito de enanos que de todos no se hace uno solo, pese a la presencia voluminosa del secretario de Hacienda, Agustín Carstens, quien también está haciendo agua con su volátil reforma fiscal que unificó en su contra a tirios y troyanos. La reacción de Felipe El Breve ha sido peor, a la usanza del encubrimiento del FOBAPROA/IPAB en el que se coludió con el PRI neoliberal para afectar los bienes patrimoniales de los mexicanos. Felipe El Breve, en realidad la prolongación en la presidencia mal habida de los tentáculos del FOBAPROA/IPAB, opera con los mismos reflejos condicionados que le fueron estimulados por el agónico sistema neoliberal tropical mexicano que lo engendró, lo prohijó, lo encumbró y lo impuso en Los Pinos, donde está ejerciendo pésimamente sus peninos. Ahora, con el poder omnímodo del Estado mexicano Felipe El Breve opera con los inoperantes mismos reflejos condicionados (en el doble sentido de la palabra) y pretende desamortiguar la bomba atómica que se encuentra en manos de la justicia estadounidense cuando los tres Poderes de la Unión de México optaron por lavarse las manos de un crimen de magnitud internacional. Mientras el gobierno de Felipe El Breve intenta por todos los "medios" (en el doble sentido de la palabra) ocultar el involucramiento del Partido de Acción Narconal con el financiamiento ilícito del empresario chino de las metanfetaminas, llama poderosamente la atención que el gobierno de EU haya recurrido a la escalada gradual, que pasó de un simple operativo de la CIA (según nuestra interpretación) ahora a manos de la DEA; es decir, de la justicia de EU. Como reza el principio físico del imprescindible Arquímedes: más intenta ocultar Felipe El Breve el presunto financiamiento electoral a su campaña presidencial que deslegitima de facto su presencia en Los Pinos, y más lo exhuma y exhibe el gobierno de EU, que llevó el asunto a una escalada mediante la participación directa de la DEA. Antes cabe hacer dos señalamientos que recorren el imaginario de la opinión pública a la que ha cautivado el asunto de las metanfetaminas, gracias a la pésima estrategia de Felipe El Breve. Nuestras hasta ahora infalibles fuentes alegan que el verdadero financiamiento a la campaña presidencial de Felipe El Breve alcanzó cerca de mil millones de dólares y que el atolondrado Lozano Alarcón, quien se creía ya el presidenciable anticipado y ungido por su compañero de clases de la Escuela Libre de Derecho (nota: es la mejor metáfora del destino, porque literalmente se encuentra "libre" de todo "derecho", con mayor ahínco en la etapa de su controvertido "rector" quien aparece en las facturas notariales del empresario chino y cuyo apellido materno es "Lechuga", también en el doble sentido de la palabra (Que bello es el idioma español!) devolvió 150 millones de dólares para quedar bien en la futura elección.¿Será? Dejemos atrás las alianzas nada santas de Lozano (Alarcón, no Gracia) con César Nava, secretario particular de Felipe El Breve y, sobre todo, yerno de Cecilia Romero, la poblana disfuncional encargada de la Migración (que suena a broma.)!Como le gusta el nepotismo al Partido de Acción Narconal, que no sabe guardar formas ni compostura! También aseguran nuestras fuentes, esta vez poblanas (el peso que tiene La Lupa Política en la maravillosa ciudad de Puebla es único), que los apellidos del todavía secretario del Trabajo, el insano Lozano Alarcón están invertidos (estamos hablando de los apellidos, por favor no extrapolar con otros asuntos de vida nada privada) y a los que debe su ascenso político junto a Emilio Gamboa Patrón (un panista disfrazado de priista), su intimidad con el gober precioso, y hasta con presuntas triangulaciones con Kamel (el de las mezclillas de Las Vegas de presunta narcopederastia, quien por cierto es poblano postizo nada castizo.)¿Será? Lo irrefutable en estos momentos, es el choque frontal entre el gobierno bushiano y Felipe El Breve ¿Pues que pasó entonces entre ambos, para haber afectado la relación bilateral (nos referimos, desde luego, a la relación entre Baby Bush y Felipe El Breve, mas que a la relación inalterable de EU y México? Ante todo, veamos las consecuencias de la escalada bushiana mediante la participación inesperada de la DEA. Ya decíamos que el síndrome chino había puesto en jaque la elección del 2 de julio. En efecto, el asunto de las metanfetaminas es trasladado a manos de un juez federal, lo cual puede asestar el "mate" al sistema político mexicano que se agazapó detrás de Felipe El Breve, un táctico efectivo para asuntos aldeanos, pero un pésimo estratega para la geopolítica bilateral, como han expuesto los hechos más que los dichos del "Canal de Marta" con sus amanuenses muy bien lubricados. El asunto creció en EU y no pudo ser apagado (ni pagado) en México. Más allá de los feroces desmentidos de la DEA tanto a Felipe El Breve como a la "justicia" mexicana, lo real es que la justicia federal de EU tiene en sus manos una bomba de alta letalidad explosiva que puede llevar a la exposición de "nombres por encima de toda sospecha" y hasta inescapables citatorios importunos (Remenber el caso del general Noriega de Panamá.) No nos gustaría a los mexicanos escuchar los nombres de Lozano (Alarcón; ¿Gracia también?) o de otros ilustres panistas con sus ahijados adoptados nada adaptados a la realidad social del país. El Partido de Acción Narconal, un partido a todas luces fariseo, puede ser expuesto bajo los reflectores del narcotráfico trasnacional y la ilegitimidad gubernamental, lejos de sus efímeros encubrimientos multimediáticos locales, con desagradables autopsias anatomo-patológicas. ¿Es ya el Partido de Acción Narconal un partido desechable, después de haber sido usado hasta el agotamiento, para las elites del poder de EU que ahora enfrentan la realidad del neo-proteccionismo, del renacimiento del nacionalismo y el retroceso de la globalización? El Partido de Acción Narconal y sus aliados zedillistas neoliberales no entendieron que su tiempo ya pasó: más en EU que en México, donde desde hace mucho eso sucedió, pero que la narcocracia imperante no quiso ver a su cuenta y riesgo. Pareciera que a EU no le conviene mas un gobierno de corte totalitario tan impopular que estimule todavía mas la migración, cuando vienen los tiempos recesivos y de crisis financiera, tanto a nivel vecinal como global. Nuestra fuentes newyorkinas, también infalibles hasta ahora, nos aseguran que planea en el horizonte un nuevo "efecto tequila" con una tortura de crisis financiera por 40 mil millones de dólares. Recordemos que el anterior costó 30 mil millones) y cuyos efectos multiplicadores pudieran alcanzar hasta 100 mil millones de dólares, como el FOBAPROA/IPAB, que curiosamente engendró a Felipe El Breve, quien lo defendió a capa y espada contra la mayoría de los mexicanos. En las actuales circunstancias de México no existe gobernante, ni la Santa Madre Teresa de Calcuta, que pueda soportar un tsunami tal. En La Lupa Política somos estructurales, pero no dejamos de lado la coyuntura. Zedillo -quien más que priista era un tecnócrata apartida (también en su caso, en el doble sentido de la palabra) al servicio de las trasnacionales anglosajonas- y el Partido de Acción Narconal sirvieron a EU en la fase de la globalización, pero se han vuelto inservibles en la fase de desglobalización que acepta The Financial Times (el portavoz del neoliberalismo global) está ocurriendo aún en los mismos países beneficiados por el pernicioso modelo, depredados y misántropo a todas luces. Ese ciclo concluyó, como también finiquitó el de Zedillo y su aliados panistas: los insanos Lozano, tanto Gracia como Alarcón. Quizá más que al "jaque (¿mate?) de Felipe El Breve, estemos asistiendo a las exequias muy cantadas del Partido de Acción Narconal, totalmente discapacitado para gobernar en la coyuntura presente a un país con las características de México, uno de los países más desiguales e inarmónicos del planeta. El Partido de Acción Narconal siempre fue un partido fundamentalista, recientemente refundado y refundido en neoliberal para beneficiar a una plutocracia insolente e insolvente, que enarboló las peores causas trasnacionales con tal de capturar y preservar el poder crudo y bruto al precio que fuere. Esto no le sirve al país; nunca le ha servido. Pero lo más curioso es que tampoco le sirve a EU, ni siquiera a sus aliados del Partido Republicano ni al nepotismo dinástico de los Bush. Lejos estamos cuando Daddy Bush acudió con su mafia texana (de banqueros, petroleros y hasta del gobernador Perry (!con "y" por favor!) a entronizar la fantasmagórica toma de posesión de Felipe El Breve. ¿Por qué o sobre qué botín se pelearon? El problema es que ni el PRI, salvo un milagro de refundación nacionalista, ni el PRD (convertido en un "producto sin marca"), aunque ambos infinitamente mejores para la supervivencia del país, han demostrado que puedan gobernar la etapa refundacional del "nuevo México", porque al parecer ni se han enterado de la fase de desglobalización (título de nuestro más recíente libro) del que México no es ajeno y persisten neciamente en perorar como si el sistema político fuese ajeno a los vaivenes y avatares geofinancieros y geoeconómicos globales. Los partidos siguen enfrascados en fútiles discusiones bizantinas fiscaloides y riñendo sobre el sexo de los ángeles cuando llegaron los momentos decisivos y definitorios sobre el nuevo rumbo, con un giro de 180 grados, donde predomina "el ser humano por encima del mercado", con tres ejes fundamentales: la desgloibalización, el neo-proteccionismo y el renacimiento nacionalista. Quizá, en el conticinio de la política, se esté formando un gran movimiento ciudadano de profunda envergadura que supla la inoperancia de los partidos del viejo régimen. Como de costumbre, quienes se adapten sobrevivirán y quienes persistan en su fundamentalismo serán arrastrados por los potentes oleajes de las nuevas corrientes históricas. En este contexto, a nuestro humilde entender, habría que colocar el "síndrome chino" de Felipe El Breve.