ALFREDO JALIFE-RAHME
(Exclusivo para Voces del Periodista)
Colapso de la política migratoria del PAN y el nepotismo de los medio-hermanos Gutman
AHORA SÍ QUE LE LLUEVE TUPIDO, sobre su resbaladizo suelo mojado de la política exterior,
a Felipe El Breve, el segundo presidente que instala el PAN (que hemos bautizado el partido de Acción Narconal, debido a sus andanzas multidimensionales con el narcotráfico, como hemos demostrado en nuestras colaboraciones anteriores) en Los Pinos, y que con el primero, el locuaz y presuntamente desequilibrado mental de Fox, inició el desastre de la política migratoria de México.
Cabe enfatizar que el locuaz de Fox fue un inolvidable, por lo que será recordado en los anales históricos (“anales” no tiene que ver nada con la coprofagía vivida durante su sexenio ebrio de frivolidad, sino que es una mera casualidad semántica): un dilapidador de la riqueza nacional con ingresos en todo su sexenio por más de 500 mil millones de dólares que tiró al gasto de cuenta corriente; solamente en el último año de su aciago sexenio, desmedida y demencialmente auto-alabado y festejado por los multimedia gerenciales que cobijó, desperdició 110 mil millones de dólares. Para ser justos, el locuaz de Fox delegó el operativo de la política migratoria
a uno de los personajes más enfermos que ha prohijado el sistema político mexicano y quizá más festejados, en forma irresponsable por los multimedia sovietizados de México (con su pléyade de chachalacas y lorocutores): Jorge Castañeda Gutman quien, en lugar de estar bajo tratamiento siquiátrico, a la banca israelí-anglosajona se le ocurrió imponerlo como un “actor político” con los patéticos resultados consabidos.
Pero que el locuaz de Fox haya delegado la política migratoria en manos del pueril, en el mas depurado significado siquiátrico del término, Castañeda Gutman, no lo exime de su responsabilidad directa ni menos a su partido, el PAN -aunque, justo sea reconocer, haya tenido serios diferendos con el medio-hermano de Andrés Rozental Gutman. quien al parecer oculta varios cadáveres en el closet (mejor dicho en el río Támesis) y es cuñado del presunto operador del operativo pestilente Irán-Contras en México; es decir, la triangulación político-comercial de cocaína por armas entre el Partido Republicano de EU, Israel, Irán y la “contra” de Nicaragua. Mejor aquí dejamos su macabro historial, no sin antes recalcar que el israelí-venezolano naturalizado mexicano Rozental Gutman, ahora gran aliado del PAN, fue elevado a puestos de nivel estratégico gracias a sus nexos con el partido fundamentalista israelí Likud y a su postración al grupo de Henry Kissinger. Aquí, lo rescatable es que la política exterior mexicana ha estado en manos del nepotismo dinástico de los Casteñeda (padre, hijo e hijastro), aunque cabe señalar que el padre Castañeda de la Rosa (para que vean que no es nada pesonal) sí fue un destacado diplomático, lo cual no se puede decir de sus engendros mercantilistas: ni de su hijo ni de su hijastro (adoptado después del matrimonio de Castañeda de la Rosa con la esposa rusa). !A esos niveles de nepotismo se encuentra la política exterior de un país del tamaño de México! Así que tampoco se deben quejar de los resultados en materia migratoria donde la “enchilada completa” (Nota: nada más fíjense de los niveles conceptuales) de Castañeda Gutman no llegó ni a chilaquiles. Estos lazos expuestos del nepotismo de los medio-hermanos Gutman en la cancillería mexicana no son ociosos ni caprichosos, mucho menos producto de una vendetta personal: son ellos quienes forjaron su destino y no los observadores quienes nos confinamos a escudriñar sus quehaceres públicos que afectan el bien común y, sobre todo, contextualizar y diagnosticar la raíces endogámicas sobre el desastre de la política migratoria.
Justamente seis semanas después de que el Congreso de EU desechó la enmienda migratoria, que puso en la picota a los mexicanos en particular (en general contra los hispanos), la hipócrita administración Bush -quien supuestamente vendió la idea de apoyo a los migrantes a los dos panistas colocados en Los Pinos; es decir, Fox y Felipe El Breve-, ahora opera un giro de 180 grados y aprieta las tuercas con medidas coercitivas antihumanas que le harán la vida más difícil a los patrones estadounidenses que se atrevan a contratar a mexicanos en particular (hispanos en general). Los migrantes mexicanos prácticamente son tratados como terroristas, si se interpretan al pie de la letra las obscenas declaraciones sobre el “reforzamiento” de férreas medidas por el israelí-estadounidense Michael Chertoff, secretario de la Seguridad del Hogar. Los migrantes que no puedan demostrar su permanencia legal en un lapso máximo de 90 días, serán expulsados sin mayor contemplación. Lo real es que 12 millones de migrantes han quedado a la deriva y pueden ser expulsados en cualquier momento, mientras las fuerzas más oscuras de EU (desde las entrañas del propio gobierno) han empezado una campaña mediática
que ha inventado la santa alianza entre los cárteles mexicanos de la droga y las entidades terroristas islámicas. Así que mañana no habría que sorprenderse de enterarse que los operativos contra los terroristas en Afganistán están vinculados con financiamientos provenientes de los estupefacientes en México, lo cual cerrará el círculo virtuoso para avanzar la agenda unilateral del gobierno bushiano desde su frontera sur hasta la frontera de Afganistán con China.
Lo cierto es que desde la dupla Fox/Castañeda Gutman hasta Felipe El Breve, el PAN (Partido de Acción Narconal) carece de una política coherente en materia migratoria y, peor aún, no se cansa de sufrir vejaciones de parte de las belicosa administración estadounidense de todos los tiempos. La relación bilateral se ha convertido en una relación sado-masoquista (el lado sádico lo juega el gobierno bushiano y el lado masoquista Felipe El Breve) y da lástima ver al PAN desdibujar grotescamente la política exterior, sobre todo cuando se compara a la etapa gloriosa de la cancillería mexicana que llegó a obtener hasta un Premio Nobel de la Paz con el ex canciller Don Alfonso García Robles, a quien Castañeda Gutman odia tanto debido a sus complejos de inferioridad que intenta compensar con su locuacidad exhibicionista.
En este tenor, llama poderosamente la atención la existencia del dizque Instituto Nacional de Migración, que en el asunto de nuestros migrantes mexicanos se encuentra totalmente
ausente, para decir lo menos. Peor aún: su titular en la etapa aciaga del PAN, es la poblana Cecilia Romero Castillo, cuya gracia es ser la suegra del secretario particular de Felipe El Breve: César Nava, quien también carga con malos manejos durante su paso por PEMEX a su tan corta edad. De nuevo brota el nepotismo medieval al que es proclive el PAN, que ha sucumbido al fundamentalismo aznarista. Ni quien se acuerde del anterior comisionado del Instituto Nacional de la Migración con Fox: Hipólito Treviño Lecea, quien por lo menos tenía la virtud de no ser tan locuaz como su sucesora. ¿Qué tiene que hacer la nueva “comisionada” (¡vaya nombrecito para tal cargo!) en el Instituto Nacional de Migración?
Lo más interesante es que la poblana (no dijimos pueblerina) Cecilia Romero Castillo ha hecho del Instituto una verdadera romería al nombrar al plagiario (se fusiló el trabajo de un alumno en el ITAM) castañedista Rafael Fernández de Castro, literalmente un “gato” de Castañeda Gutman, como “presidente del Consejo integrado por una veintena (¡super-sic!) de personalidades (sic) de diversas instancias académicas” -como reza un boletín de dicha dependencia.
¿Quiénes serán las otras “personalidades académicas”? ¿Serán similares al plagiario castañedista Fernández de Castro? Con un yerno como César Nava, no creemos a que a la poblana Cecilia Romero le importe mucho la las carencias éticas de Fernández de Castro.
Recordamos que la palabra migración engloba dos aspectos: la emigración y la inmigración. ¿Cuáll ha sido la defensa y/o aportación del Instituto Nacional de Migración, en la etapa cómica de la romería de Cecilia Romero Castillo, sobre el destino de los 12 inmigrantes mexicanos maltratados en EU? No hay que perder de vista que el consejo a cargo de Fernández de Castro tiene mayores lealtades hacia EU, el país torturador, que hacia el propio México, el país maltratado. ¿Lo entenderá “Ceci” Romero? La poblana panista de marras (y amarres subrepticios) ostenta un bajísimo nivel intelectual y su única gracia es ser de las pocas mujeres quienes soportan la misoginia consuetudinaria de sus correligionarios. De “CecI” Romero recordamos su defensa irrestricta de un presidente de Costa Rica, quien luego acabó en la cárcel. Así se las gasta la poblana “Ceci”.
Pero lo más grave es la ausencia radical del Instituto Nacional de Migración en las manos de la poblana Cecilia Romero Castillo en esta etapa delicada de la relación bilateral, pese a todas las bofetadas que el gobierno bushiano le ha propinado en pleno rostro a Feiipe El Breve.
Este último citado está exhibiendo una preocupante conducta masoquista a nivel local e internacional, y se ha vuelto tan inmunemente cínico que probablemente acudirá fresco como una lechuga en los próximos días a la cumbre tripartita con el primer ministro de Canadá (Stephen Harper) y el presidente de EU que le recordamos se llama Baby Bush.
Recordamos que el gobernador de Texas Mister Perry (favor escribir con “y”) ya le ordenó cesar de tocar el tema migratorio tan molesto, lo cual ha cumplido al pie de la letra el obediente (desobediente para los mexicanos, como reza la canción que tanto le gusta al panismo y que convirtió en su himno nacional) Felipe El Breve, quien seguramente se llevará entre sus maletas a la “comisionada” (¿será porque es muy proclive a las “comisiones como afirman sus pletóricos
enemigos?) Cecilia Romero Castillo, tan inepta como sus antecesores en un puesto que requiere de profesionalismo diplomático y ética pública: virtudes que no posee, por lo visto, la poblana, a quien también sea posible se le ocurra transportar entre sus enseres al plagiario castañedista Rafael Fernández de Castro. Quizá lo ignore la poblana pianista, pero Fernández de Castro es la marioneta no solamente de Castañeda Gutman, sino, todavía peor, de los propios estadounidenses, quienes le subsidian muchas de sus actividades “académicas”, lo cual constituye en estricto castellano un “conflicto de intereses”.
Pero también asimilamos perfectamente, que a la poblana panista Cecilia Romero Castillo (no olvidar: la suegra de César Nava) a cargo del hilarante Instituto Nacional de Migración, le importan un comino tales obstáculos sobre conflictos de intereses, así como poco le ha importado la suerte de una “decena” de millones de mexicanos vejados y ultrajados por el gobierno bushiano, conducta de la que han sido cómplices los dos presidentes panistas colocados en Los Pinos, pese a su fariseo doble discurso en defensa de los migrantes.
Y eso que no abordamos la pornográfica mexicanofobia de Dick Morris, el fétido encuestador y asesor electoral simultáneo de Baby Bush, Fox y Felipe El Breve, para que el Partido de Acción Narconal no nos salga con cuentos chinos sobre su preocupación sobre los migrantes mexicanos a quienes ha abandonado a su peor suerte.
Si por sus actos los conoceréis, como reza la Biblia que en tanto citan en forma farisea los blanquiazules, el PAN (Partido de Acción Narconal), el aliado electoral del Partido Republicano bushiano, se ha vuelto el principal enemigo de los migrantes mexicanos en EU.
VP
a Felipe El Breve, el segundo presidente que instala el PAN (que hemos bautizado el partido de Acción Narconal, debido a sus andanzas multidimensionales con el narcotráfico, como hemos demostrado en nuestras colaboraciones anteriores) en Los Pinos, y que con el primero, el locuaz y presuntamente desequilibrado mental de Fox, inició el desastre de la política migratoria de México.
Cabe enfatizar que el locuaz de Fox fue un inolvidable, por lo que será recordado en los anales históricos (“anales” no tiene que ver nada con la coprofagía vivida durante su sexenio ebrio de frivolidad, sino que es una mera casualidad semántica): un dilapidador de la riqueza nacional con ingresos en todo su sexenio por más de 500 mil millones de dólares que tiró al gasto de cuenta corriente; solamente en el último año de su aciago sexenio, desmedida y demencialmente auto-alabado y festejado por los multimedia gerenciales que cobijó, desperdició 110 mil millones de dólares. Para ser justos, el locuaz de Fox delegó el operativo de la política migratoria
a uno de los personajes más enfermos que ha prohijado el sistema político mexicano y quizá más festejados, en forma irresponsable por los multimedia sovietizados de México (con su pléyade de chachalacas y lorocutores): Jorge Castañeda Gutman quien, en lugar de estar bajo tratamiento siquiátrico, a la banca israelí-anglosajona se le ocurrió imponerlo como un “actor político” con los patéticos resultados consabidos.
Pero que el locuaz de Fox haya delegado la política migratoria en manos del pueril, en el mas depurado significado siquiátrico del término, Castañeda Gutman, no lo exime de su responsabilidad directa ni menos a su partido, el PAN -aunque, justo sea reconocer, haya tenido serios diferendos con el medio-hermano de Andrés Rozental Gutman. quien al parecer oculta varios cadáveres en el closet (mejor dicho en el río Támesis) y es cuñado del presunto operador del operativo pestilente Irán-Contras en México; es decir, la triangulación político-comercial de cocaína por armas entre el Partido Republicano de EU, Israel, Irán y la “contra” de Nicaragua. Mejor aquí dejamos su macabro historial, no sin antes recalcar que el israelí-venezolano naturalizado mexicano Rozental Gutman, ahora gran aliado del PAN, fue elevado a puestos de nivel estratégico gracias a sus nexos con el partido fundamentalista israelí Likud y a su postración al grupo de Henry Kissinger. Aquí, lo rescatable es que la política exterior mexicana ha estado en manos del nepotismo dinástico de los Casteñeda (padre, hijo e hijastro), aunque cabe señalar que el padre Castañeda de la Rosa (para que vean que no es nada pesonal) sí fue un destacado diplomático, lo cual no se puede decir de sus engendros mercantilistas: ni de su hijo ni de su hijastro (adoptado después del matrimonio de Castañeda de la Rosa con la esposa rusa). !A esos niveles de nepotismo se encuentra la política exterior de un país del tamaño de México! Así que tampoco se deben quejar de los resultados en materia migratoria donde la “enchilada completa” (Nota: nada más fíjense de los niveles conceptuales) de Castañeda Gutman no llegó ni a chilaquiles. Estos lazos expuestos del nepotismo de los medio-hermanos Gutman en la cancillería mexicana no son ociosos ni caprichosos, mucho menos producto de una vendetta personal: son ellos quienes forjaron su destino y no los observadores quienes nos confinamos a escudriñar sus quehaceres públicos que afectan el bien común y, sobre todo, contextualizar y diagnosticar la raíces endogámicas sobre el desastre de la política migratoria.
Justamente seis semanas después de que el Congreso de EU desechó la enmienda migratoria, que puso en la picota a los mexicanos en particular (en general contra los hispanos), la hipócrita administración Bush -quien supuestamente vendió la idea de apoyo a los migrantes a los dos panistas colocados en Los Pinos; es decir, Fox y Felipe El Breve-, ahora opera un giro de 180 grados y aprieta las tuercas con medidas coercitivas antihumanas que le harán la vida más difícil a los patrones estadounidenses que se atrevan a contratar a mexicanos en particular (hispanos en general). Los migrantes mexicanos prácticamente son tratados como terroristas, si se interpretan al pie de la letra las obscenas declaraciones sobre el “reforzamiento” de férreas medidas por el israelí-estadounidense Michael Chertoff, secretario de la Seguridad del Hogar. Los migrantes que no puedan demostrar su permanencia legal en un lapso máximo de 90 días, serán expulsados sin mayor contemplación. Lo real es que 12 millones de migrantes han quedado a la deriva y pueden ser expulsados en cualquier momento, mientras las fuerzas más oscuras de EU (desde las entrañas del propio gobierno) han empezado una campaña mediática
que ha inventado la santa alianza entre los cárteles mexicanos de la droga y las entidades terroristas islámicas. Así que mañana no habría que sorprenderse de enterarse que los operativos contra los terroristas en Afganistán están vinculados con financiamientos provenientes de los estupefacientes en México, lo cual cerrará el círculo virtuoso para avanzar la agenda unilateral del gobierno bushiano desde su frontera sur hasta la frontera de Afganistán con China.
Lo cierto es que desde la dupla Fox/Castañeda Gutman hasta Felipe El Breve, el PAN (Partido de Acción Narconal) carece de una política coherente en materia migratoria y, peor aún, no se cansa de sufrir vejaciones de parte de las belicosa administración estadounidense de todos los tiempos. La relación bilateral se ha convertido en una relación sado-masoquista (el lado sádico lo juega el gobierno bushiano y el lado masoquista Felipe El Breve) y da lástima ver al PAN desdibujar grotescamente la política exterior, sobre todo cuando se compara a la etapa gloriosa de la cancillería mexicana que llegó a obtener hasta un Premio Nobel de la Paz con el ex canciller Don Alfonso García Robles, a quien Castañeda Gutman odia tanto debido a sus complejos de inferioridad que intenta compensar con su locuacidad exhibicionista.
En este tenor, llama poderosamente la atención la existencia del dizque Instituto Nacional de Migración, que en el asunto de nuestros migrantes mexicanos se encuentra totalmente
ausente, para decir lo menos. Peor aún: su titular en la etapa aciaga del PAN, es la poblana Cecilia Romero Castillo, cuya gracia es ser la suegra del secretario particular de Felipe El Breve: César Nava, quien también carga con malos manejos durante su paso por PEMEX a su tan corta edad. De nuevo brota el nepotismo medieval al que es proclive el PAN, que ha sucumbido al fundamentalismo aznarista. Ni quien se acuerde del anterior comisionado del Instituto Nacional de la Migración con Fox: Hipólito Treviño Lecea, quien por lo menos tenía la virtud de no ser tan locuaz como su sucesora. ¿Qué tiene que hacer la nueva “comisionada” (¡vaya nombrecito para tal cargo!) en el Instituto Nacional de Migración?
Lo más interesante es que la poblana (no dijimos pueblerina) Cecilia Romero Castillo ha hecho del Instituto una verdadera romería al nombrar al plagiario (se fusiló el trabajo de un alumno en el ITAM) castañedista Rafael Fernández de Castro, literalmente un “gato” de Castañeda Gutman, como “presidente del Consejo integrado por una veintena (¡super-sic!) de personalidades (sic) de diversas instancias académicas” -como reza un boletín de dicha dependencia.
¿Quiénes serán las otras “personalidades académicas”? ¿Serán similares al plagiario castañedista Fernández de Castro? Con un yerno como César Nava, no creemos a que a la poblana Cecilia Romero le importe mucho la las carencias éticas de Fernández de Castro.
Recordamos que la palabra migración engloba dos aspectos: la emigración y la inmigración. ¿Cuáll ha sido la defensa y/o aportación del Instituto Nacional de Migración, en la etapa cómica de la romería de Cecilia Romero Castillo, sobre el destino de los 12 inmigrantes mexicanos maltratados en EU? No hay que perder de vista que el consejo a cargo de Fernández de Castro tiene mayores lealtades hacia EU, el país torturador, que hacia el propio México, el país maltratado. ¿Lo entenderá “Ceci” Romero? La poblana panista de marras (y amarres subrepticios) ostenta un bajísimo nivel intelectual y su única gracia es ser de las pocas mujeres quienes soportan la misoginia consuetudinaria de sus correligionarios. De “CecI” Romero recordamos su defensa irrestricta de un presidente de Costa Rica, quien luego acabó en la cárcel. Así se las gasta la poblana “Ceci”.
Pero lo más grave es la ausencia radical del Instituto Nacional de Migración en las manos de la poblana Cecilia Romero Castillo en esta etapa delicada de la relación bilateral, pese a todas las bofetadas que el gobierno bushiano le ha propinado en pleno rostro a Feiipe El Breve.
Este último citado está exhibiendo una preocupante conducta masoquista a nivel local e internacional, y se ha vuelto tan inmunemente cínico que probablemente acudirá fresco como una lechuga en los próximos días a la cumbre tripartita con el primer ministro de Canadá (Stephen Harper) y el presidente de EU que le recordamos se llama Baby Bush.
Recordamos que el gobernador de Texas Mister Perry (favor escribir con “y”) ya le ordenó cesar de tocar el tema migratorio tan molesto, lo cual ha cumplido al pie de la letra el obediente (desobediente para los mexicanos, como reza la canción que tanto le gusta al panismo y que convirtió en su himno nacional) Felipe El Breve, quien seguramente se llevará entre sus maletas a la “comisionada” (¿será porque es muy proclive a las “comisiones como afirman sus pletóricos
enemigos?) Cecilia Romero Castillo, tan inepta como sus antecesores en un puesto que requiere de profesionalismo diplomático y ética pública: virtudes que no posee, por lo visto, la poblana, a quien también sea posible se le ocurra transportar entre sus enseres al plagiario castañedista Rafael Fernández de Castro. Quizá lo ignore la poblana pianista, pero Fernández de Castro es la marioneta no solamente de Castañeda Gutman, sino, todavía peor, de los propios estadounidenses, quienes le subsidian muchas de sus actividades “académicas”, lo cual constituye en estricto castellano un “conflicto de intereses”.
Pero también asimilamos perfectamente, que a la poblana panista Cecilia Romero Castillo (no olvidar: la suegra de César Nava) a cargo del hilarante Instituto Nacional de Migración, le importan un comino tales obstáculos sobre conflictos de intereses, así como poco le ha importado la suerte de una “decena” de millones de mexicanos vejados y ultrajados por el gobierno bushiano, conducta de la que han sido cómplices los dos presidentes panistas colocados en Los Pinos, pese a su fariseo doble discurso en defensa de los migrantes.
Y eso que no abordamos la pornográfica mexicanofobia de Dick Morris, el fétido encuestador y asesor electoral simultáneo de Baby Bush, Fox y Felipe El Breve, para que el Partido de Acción Narconal no nos salga con cuentos chinos sobre su preocupación sobre los migrantes mexicanos a quienes ha abandonado a su peor suerte.
Si por sus actos los conoceréis, como reza la Biblia que en tanto citan en forma farisea los blanquiazules, el PAN (Partido de Acción Narconal), el aliado electoral del Partido Republicano bushiano, se ha vuelto el principal enemigo de los migrantes mexicanos en EU.
VP
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