No admite tener los dólares del chino

Jornada

Dinero

Enrique Galván Ochoa El Banco de México se lava las manos El Banco de México se lavó las manos. Entonces ¿no es cierto que tiene en depósito los 205 millones de dólares del chino Ye Gon o simplemente no quiere que lo salpique el lodo? El gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, estuvo ayer en el Congreso del Trabajo. Lo abordaron los reporteros; le preguntaron si ya volvieron los dólares a México y están depositados en el banco central. Pero Ortiz -tiene el colmillo muy retorcido después de lidiar con los enredos de cuatro ocupantes de Los Pinos: Salinas de Gortari, Zedillo, Fox y el mandarín Fee Li Pee- astutamente contestó que ese asunto correspondía "a las autoridades hacendarias". Al parecer, el dinero sigue en Estados Unidos. No pudo haberse traído de regreso en unos cuantos días porque fue depositado a plazo en Bank of America, de otro modo no hubiera tenido rendimientos. Que, entre paréntesis, son muy precarios. En más de cuatro meses sólo ha "sudado" poco más de un millón de dólares. Si lo hubieran invertido en Cetes ya hubiera producido el triple. Pero, en fin, el misterio del chinogate sigue sin solución: ¿dónde están físicamente los 205 millones de dólares del chino? Rechazan grandes empresarios la CETU Los aliados de ayer No hubo sorpresas: el Consejo Coordinador Empresarial -lo dijo Armando Paredes, el presidente- no simpatiza con la CETU, la contribución que les pide Calderón para darle oxígeno al saqueado gobierno que heredó de Vicente Fox. Y, además, para seguir subsidiando a los bancos, a través del Fobaproa, que, paradójicamente, forman parte del consejo. Sólo quieren pagar el 12 por ciento, ni pensar en el 16 y menos en el 19. Preferirían que el gobierno aplicara un impuesto al consumo de alimentos y medicinas. Compañeros de viaje en la campaña contra el Peje, tratándose de impuestos van en direcciones diferentes. Los grandes empresarios que manejan el CCE saben que a final de cuentas será el Congreso el que diga la última palabra. Y cuentan en sus nóminas a diputados y senadores que se encargarán de cuidar sus intereses.