La tortura china

Marcela Gómez Zalce

• Lozano, Nava y Gómez del Campo
• Turbulencia diplomática

A Miguel Ángel Granados Chapa

Una mentira, mi estimado, va pisándole los talones a otra. Esta explosiva semana promete más entretenimiento al ser develada mañana, si nada cambia, otra simpática puntita más del iceberg oriental.

El primer capítulo del cuento contado por el travieso Ye Gon dista cada día de ser chino. La sugestiva misiva enviada ayer y difundida ampliamente por El Universal es parte de una previsible estrategia para mantener al respetable enganchado con la tenebra asiática... que ha logrado montar, en dos ocasiones, al inquilino de Los Pinos al ring mediático en una clarísima señal de nerviosismo.

Y si le agrega las piruetas viajeras de Javier Lozano Alarcón –defendidas ayer por su ansioso jefe— que a decir por la cartita enviada de Martín F. McMahon, sugiere el fracaso de un chistoso arreglón elevando aún más el leverage para la negociación, la tortura china promete ser la pesadilla del sexenio.

Amén de que Javier embarcó en su vertiginosa aventura, no a cualquier panista, my friend, sino al secretario particular de la oficina presidencial, César Nava —aspirante para suceder a Manuel Espino– y a la líder del PAN-DF, Mariana Gómez del Campo, para que ambos lo apadrinaran con bombo y platillo en su día de iniciación azul, 24 horas antes del misil mongol y sabiendo de antemano –por la serie de llamadas que a Lozano le hicieron los corresponsales de AP buscando una entrevista para conocer su opinión– el trasfondo y fondo del asunto.

De entrada, el titular de la STyPS ya los puso para la foto del recuerdo oriental y de salida el PAN debería revalorar esa campaña de andar de chistosos incluyentes.

Ya ni hablar de las inconsistencias oficiales esquizofrénicas y las mentiras completas alrededor de la ruta del cuerpo del delito, o sea, los billetes verdes, epicentro del cuento donde el gobierno asume que los mexicanos somos una bola de imbéciles que no entendemos nada.

Las peligrosas contradicciones acentuadas por la falta de transparencia sobre los 205 millones de dólares arrastran irremediablemente a este régimen cuyo frente más frágil es, precisamente, el de la credibilidad.

Y por si fuera poco, en una ocurrente cascada de amenas filtraciones, la PGR de Medina Mora deslizó que en un cateo de la SIEDO al domicilio de Tomitan Marx Yu, uno de los cuñados de Zhenli, apareció un divertido peine con la foto de George W. Bush y el sello del Partido Republicano de Estados Unidos agradeciendo el mentado apoyo económico a su Comité Nacional (¿?).

Todo para irle sumando más gelatina a este coctelito C-4 donde las señales bilaterales pasan por seductora turbulencia bajo la mesa diplomática. Preguntita incómoda: ¿por qué no aparece en el ring mediático internacional, la eclipsada canciller Patricia Espinosa en lugar del balconeo de Felipe Calderón?

Es por demás preocupante y errático el comportamiento federal en el caso de Zhenli Ye Gon y las mentiras completas del decomisado billete, las delicadas amenazas, el inédito protagonismo presidencial, el juego de sombras bilateral, la maravillosa cascada de filtraciones y hace unos días, el par de tubazos enviados por la Casa Blanca, vía su embajador Tony Garza, regresando al reflector el peligro de la inseguridad fronteriza por la cruenta guerra de traviesos afectando a corresponsales extranjeros.

Nuevamente cuidado.

No hay peor ciego que el que no quiere ver.

Porque es bastante claro que nuestros vecinos traen agenda y están pavimentando el accidentado camino para la peligrosa presión.

Y el horno nacional está saturado entre el conflicto latente con el EPR y sus... tres... miembros MIA y ahora, nuevamente, Oaxaca...

Y el pronóstico político, my friend, anuncia en el mediano plazo la llegada de la tormenta perfecta que podría ocasionar, si se sigue con la misma obstinada táctica, que Felipe y su Gymboree... naufraguen.