La venta de Mexico
Beneplácito de la realeza española
Jesús González Schmal
(...) la avalancha de capitalistas españoles capitaneados por el ex presidente José María Aznar, de la más recalcitrante derecha peninsular, ideológica y estratégicamente afín al neoconservadurismo de Bush, constituye ya un obstáculo para el desarrollo económico sano y equitativo para México y, desde luego, compromete a la política exterior del país al implicarlo en una línea internacional de derechización de América Latina con el trío PAN-Fox, Miami, ODCA-Espino, que se aprestan a seguir el ataque contra los regímenes de izquierda y progresistas del continente para asegurar el predominio español y garantizar el blanqueo de recursos en los negocios de ultramar.
Las evidencias no se deben buscar muy lejos. Ya para nadie es desconocido que uno de los estrategas de la campaña de Calderón fue el tal Antonio Solá Reche, brazo derecho de Aznar y Rajoy en el Partido Popular, de donde copió la campaña contra López Obrador para hacerlo pasar como un radical intransigente que era un peligro para México. Estos efectos están siendo todavía prolongados, mediante campañas subliminales, en amplios círculos de la derecha y la prensa adicta, de acuerdo con las pautas de la estrategia publicitaria oficial.
El otro dato incontrovertible dentro de esta cadena injerencista en México es la ubicación de Juan Camilo Mouriño en Gobernación, apenas unas semanas antes de que se descubriera la intención de amarrar una alianza PAN-PRI para aprobar la reforma a Pemex hacia finales de abril, en la última sesión del periodo ordinario de sesiones de las cámaras legislativas. Mouriño no es sólo uno de los contratistas irregulares en Pemex, sino hijo de uno de los principales concesionarios españoles de franquicias prohibidas para extranjeros en estaciones de gasolina y parte de un clan enriquecido en México, desde la llegada del PAN a la Presidencia. La intermediación de éstos en la búsqueda del botín de la privatización petrolera es ya del dominio publico.
La multiplicación de contratistas españoles acogidos desde Los Pinos por recomendación directa del rey Juan Carlos es ya un dato público. La construcción del tren rápido de Buenavista a Cuautlitlán, cuya licitación había ganado la empresa anglofrancesa Alstom, fue reasignada por adjudicación directa a la firma española CAF gracias a una llamada telefónica del monarca Borbón a Vicente Fox, para lograr, al precio que fuera, ceder a los deseos de su majestad.
Catorce de los más importantes aeropuertos mexicanos han sido cedidos para su explotación a la empresa española Aeropuertos del Pacífico, que no sólo no ha invertido un quinto en ellos (ver el de Guadalajara y Tijuana) sino, incluso, ha perseguido y agredido a locatarios mexicanos para sustituirlos por extranjeros. Esta será seguramente la línea si logran meter más a Repsol en los contratos y privatización de Pemex.
Lo cierto es que debemos vernos en el espejo de Venezuela, donde, como fue claro con la ira del rey Juan Carlos contra Chávez, la implicación de la Corona española en el frustrado golpe de Estado es un hecho histórico que marca hasta qué grado puede llegar la reconquista emprendida por la derecha española. No fue casualidad que fueran el rey y Rodríguez Zapatero los primeros que felicitaran a Calderón cuando los mexicanos discutíamos la legitimidad del proceso electoral.
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- Marcos Roitman Rosenmann : Felipe Calderón vende México a las trasnacionales
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