La tele atonta
- Venenos y antídoto
José Agustín Ortiz Pinchetti : El despertar
Queridos amigos: admítanme un consejo: no dañen sus cerebros, no estropeen su conciencia. Expónganse lo menos posible al bombardeo mediático y a la chismografía política; son peores que el humo de cigarro y los imecas. No le crean a El Universal cuando dictamina que las cartas privadas que le envió AMLO a los miembros del PRD son propaganda pública e ilegal. Lean con lupa los periódicos. Oigan menos el radio y eviten la televisión. Pregúntense ¿de dónde viene la información política? Casi todos los periódicos son negocios vinculados con el gobierno. Desde hace más de 100 años están sometidos a quien manda, sea quien fuere. La radio y la televisión están controladas por oligopolios. Producen una ración de noticias y opiniones que consume a diario más de 85% de la población. Casi todos los materiales son tendenciosos. Ocultan, distorsionan, confunden. Hay alternativas excepcionales, pero el efecto de conjunto es impedir que se cumpla el derecho humano de información.
Déjenme darles un ejemplo: yo estuve involucrado en el episodio del desafuero. Cuando vi la película de Mandoki, Quién es el señor López, me di cuenta que había una multitud de hechos que no conocía, el bloqueo mediático me los ocultó. Asómbrense. Un tercio de la población no cree en lo que dicen los noticieros de televisión. El 80% desconfía de sus contenidos. Pero cualquiera, incluyendo a los opositores, estamos expuestos a un ambiente contaminado por el veneno de la mentira y el disimulo y nos afecta. (...)
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