El abecedario de Michoacán
Marcela Gómez Zalce
• Calderón y Cárdenas
• Diluvio... de rumores
Al elegir un amigo, mi estimado, vaya despacio, y más despacio al cambiar de amigos. La tragedia tabasqueña sigue en el epicentro del debate así como la mano implacable de bitchy Mother Nature y el simpático sospechosismo de la mano del hombre en el manejo de las ocurrentes presas, donde la información es, digamos, confusa. Donde todavía no hay claridad y hoy existen dudas sobre si sus divertidos flujos no estaban al tope generando energía para algún cliente consentido, y ante la magnitud de las lluvias torrenciales y la posibilidad de una catástrofe mayor, la decisión fue aumentar el desfogue del agua. El gobierno federal tiene la obligación de enseñar (y explicar) las bitácoras de las presas y su funcionamiento antes, durante y después del inmisericorde diluvio. Sólo así, my friend, se podrán deslindar responsabilidades con todo y que el agua la tienen hasta el cuello.
Y qué mejor suerte la de Felipe, quien debe bendecir el momento en que la ornamenta de Bucareli, Francisco Ramírez Acuña, puede finalmente ser desplazado hacia la zona de desastre para encabezar (otro desastre, pero el declarativo) las labores de apoyo en Tabasco y Chiapas. Sobre todo ahora que se viene otro diluvio, éste de rumores, sobre los inminentes cambios en el desfigurado, desdibujado y borroso gabinete presidencial.
Donde en la distintiva lista figuran, of course, Gobernación, Pemex, Sedesol y quizá alguna otra sorpresita. El caso es que en Los Pinos tienen claro que hay más pasivos que activos ante los intensos tiempos que se avecinan. Más cuando ya el mismísimo Juan Camilo Mouriño, jefe del Gymboree, anunció en la ilustre UIA, que las reformas energética y laboral ya están cocinándose en el horno. El timing no podría ser más torpe, o ¿de qué tamaño es la presión externa? o mejor aún, mi querido lector, ¿de qué dimensión será (¿o fue?) la travesura como para haber comprado un seguro whatever para dar certidumbre a los inversionistas y su capital contra disturbios civiles y terrorismo...?
En mala hora llegó la hecatombe a Tabasco.
Porque haciendo sumas, mi estimado, que resultan en restas y terminan dividiendo, la temeridad presidencial de comenzar a pavimentar el camino de una reforma energética con tufo privatizador, cuando precisamente ese simpático tabasqueño (el incómodo) se ha cansado de anunciar las delicadas consecuencias sociales y políticas de dar este peligroso paso, se antoja entre explosivo y volátil. Sobre todo ahora con Tabasco, estado fundamental en el mapa petrolero, cuyos focos rojos tintinean en el tablero de seguridad nacional.
O quizá Felipe está contando con el apoyo de otro tipo de originales aliados. A lo mejor sus nuevos amigos encabezados por el gobernador Lázaro Cárdenas —cuyo estado va a elecciones este domingo y donde con la pena, pero Leonel Godoy no da el ancho para la confianza de esa distintiva familia michoacana— y su papi Cuauhtémoc, avalen sus modernas propuestas. Y ya encarrerados, llegue la urgida legitimación. ¿Descabellado? Not quite.
Por la sencilla razón de que el buen Lázaro ha estado negociando en lo oscurito (y en el balcón) con Felipe.
En vivo y en directo en Los Pinos hace muy pocos días. Y Michoacán bien vale un arreglón. Y Leonel con tanto brinco y cambio de camiseta merece quedarse solo como ostión. ¿Michoacán, tierra del inquilino de Los Pinos para el PAN? Un win-win para todos los de ese estupendo clan.
Ahora que los Cárdenas se sienten más seguros, con más confianza y tranquilos sellando un pacto con Calderón que con Godoy. Al fin y al cabo nunca fue su gallo. Y la percepción estos últimos días es que el blanquiazul alcanza al sol azteca. Ajá.
Y sus números “anuncian” una ligera victoria... por supuesto arriba del magnífico 0.56 por ciento. Y en la tenebra el rol del gobernador Cárdenas Batel será fundamental.
Si la maravillosa travesura sale, no tiene desperdicio.
Ya después vendrán los premios. Y las venganzas. ¡Ah! Y lo más importante, my friend, los ajustes de cuentas con los cárteles del narcotráfico que en estas elecciones de Michoacán, no se me confunda, también van a votar...
Y ya sabe cómo se ponen de locos si las cuentas no son claras. De la A a la Zeta. ¿Quiere que se lo cuente otra vez?
mercredi 7 novembre 2007
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