Very interesting
Entre tambores de guerra y filtraciones...
• EU: acuse de recibo
• Corrientes peligrosas
Es riesgoso dejarse persuadir, mi estimado, antes de haber comprendido. Esta semana promete gritos, jaloneos y presiones ante la delicada guerra del duopolio televisivo y sus simpáticos satélites contra la célebre reforma electoral que ha de$atado todos los demonios, ahora contra los legisladores, en este coctelito donde para las televisoras, la monumental danza de los millones debe continuar al... costo... que... sea... Y como parte de la grotesca táctica, Luis Carlos Ugalde, cual títere, es epicentro para el choro mareador sobre autonomía, libertad y transparencia del desacreditado ife (con minúsculas).
Lo entretenido, my friend, es que Felipe Calderón está de acuerdo en darle flit a los deslucidos consejeros que no se habían preocupado por sacar las garras con ese curiosito carácter para actuar con firmeza ante los ilegales y atropellados embates del entonces presidente Vicente Fox previo al polémico proceso electoral.
Hoy, hoy, hoy, Felipe sigue abriendo desparpajadamente más frentes, ayudado (¿y empujado?) claro, no sólo por el grupillo del soberbio Gymboree sino también por algunos funcionarios federales que escupen estupideces al mayoreo sobre asuntos relacionados al combate contra el organizado crimen, cuando éste los ha balconeado como sus cómplices en un desorganizado gobierno.
El inquilino de Los Pinos se asemeja cada vez más a un cascarón. Hueco y débil. Mucha verborrea para el micrófono y pocos hechos que respalden sus discursos. Veamos.
En su día del ego inaugurado el pasado 2 de septiembre, Felipe no sólo mostró al neopriista que trae dentro, sino ese distintivo carácter de buscapleitos mecha corta para agradar a su audiencia... sin sopesar las consecuencias. ¿De qué le hablo?
Temerario le aventó un tubazo marca Acme tanto al gobierno de Estados Unidos como a su Congreso —republicano y demócrata— al reiterarles su enérgica protesta por las medidas unilaterales tomadas y que exacerban la persecución por el trato vejatorio contra los trabajadores mexicanos indocumentados. Todo, como en script de telenovela burda mientras subía su tono de voz, cual chicuelo totalmente Palacio, para llegar al clímax y recibir de sus cuates un sonoro y largo aplauso.
Dos días después, la Casa Blanca acusó recibo y envió su mensaje muy diplomático a través del Departamento de Estado declarando que si Calderón tenía ideas o preocupaciones sobre el tema estarían dispuestos y receptivos a escucharlas. Y poco tiempo después (ayer incluso) comenzó una original campaña mediática con Lou Dobbs (CNN) al frente donde a Felipe, literalmente, le tumban los dientes.
El caso estriba en que previo a su discurso del domingo 2, se le aconsejó prudencia y mesura. Hablar sobre el asunto de los indocumentados pero sin tanta, digamos, pasión, hormona y circo. Consejo, my friend, que fue tirado a la basura gracias a algunos diminutos personajes que giran entre la cancillería, Los Pinos y que han generado delicados episodios... en tiempo récord.
Un ejemplo reciente fue la simpática filtración en el Washington Post sobre el Plan México de asistencia militar, tecnológica y financiera contra el narcotráfico que estaba siendo planchada, semanas previas al encuentro en Montebello, Canadá, por ambos gobiernos y sus respectivos funcionarios.
La travesura fue organizada por la PGR desde donde informa, perdón, trabaja Óscar Rocha, hombre con prepotentes actitudes y muy cercano al procurador (con minúsculas también) Eduardo Medina Mora, quien parece no conocer (¿o sí?) las divertidas andanzas de su dizque asesor que además alardea, sin cuidar las formas (ni hablar del fondo) de información selecta... verde olivo y su seductor picaporte en la embajada norteamericana. ¿Vamos bien, verdad?
El capítulo es no sólo grave, porque gracias al sembrado desliz en el Washington Post, al gobierno mexicano le cerraron márgenes de maniobra desencadenando reacciones en el Congreso mexicano y una silenciosa crisis bilateral, sino ya común entre protagonistas civiles de este régimen relacionados con áreas de seguridad nacional... donde no hay controles ni lealtades y los intereses no están, con precisión, alineados con los de Felipe Calderón quien, ¿ingenuamente?, se está dejando arrastrar por esta muy peligrosa corriente que entra y sale por varios despachos del Gymboree presidencial.
Sobre todo en estos tiempos, my friend, de altísima volatilidad política donde muchos velas armas y ya suenan los tambores de guerra...
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