Las deudas de fecal

Linea directa

LA CRISIS DE CALDERÓN; NO RESPETA LOS ACUERDOS

Por Gerardo Reyes Gómez (LD 10-09-07)

El grupito de bisoños asesores de Los Pinos que gravita en torno al españolito Camilo Mouriño no da pie con bola. Los últimos enfrentamientos, diferendums y encontronazos que tienen semiparalizado al Congreso son producto de la falta de respeto del Ejecutivo federal a los acuerdos pactados con los líderes de los partidos políticos. Y así no caminan las cosas.

Calderón puede actuar como si no le importaran las cosas tomando su avión reconstruido y poniéndose a hacerle al turista, visitando países , cuya importancia y prioridad en los intereses nacionales son de segunda o tercera prioridad, un papel que tanto apreciaba su antecesor Vicente Fox, pero mientras, aquí en México la crisis política alcanza nieles de alarma. Ya nadie, o muy pocos, respetan la palabra del presidente de facto, y de la gente que lo rodea.

Los problemas del régimen se ven afectados por el elemento credibilidad. Si Calderón ha fallado y continúa fallando en todas sus promesas de campaña y sin ningún átomo de vergüenza, falta hasta sus mínimos compromisos, que afectan no solo a las clases sociales más depauperadas, sino hasta sus socios que lo llevaron al poder, como los de la Coparmex y el Consejo Coordinador Empresarial, entonces la cosa se pone grave, porque moros y cristianos, se le alebrestan y ofrecen resistencias a sus propuestas.

Hasta ahora, lo único cierto es que Calderón no ha podido gobernar. Lo obligan a caminar por senderos que no son los propios y cada día que pasa lo alejan más de su verdadero proyecto personal. La ineficiencia campea en todos los rubros de su administración y a más de un año de las elecciones en las que dice haber ganado, hay secretarías de Estado, que aún no comienzan a trabajar y se dedican, con enormes esfuerzos, a mantenerse vivas en la estructura del poder, pero sin hacer aportación alguna, a un inexistente proyecto de gobierno.

Si los hombres de Calderón no saben honrar la palabra empeñada, se crean conflictos innecesarios, pero si además hacen a un lado los acuerdos entre instancias superiores entonces el país no camina. La prueba más fehaciente de ellos es que las reformas electoral y fiscal están detenidas y amenazan la continuidad del proyecto calderonista. A este paso la presente administración tendrá que hacer uso de las armas para mantenerse en el poder, cosa que la cúpula gubernamental ya tiene contemplada y no se tentarían el corazón para ponerla en práctica. De hecho así hubiera sucedido si el día de la toma de protesta presidencial, se hubiera encontrado Calderón con algún tipo de respuesta violenta por parte de la oposición. Esta fue la actitud de Calderón desde el primer instante que le dio su apoyo el gobierno estadounidense de George Bush. Como es lógico imaginar, y como sucede siempre en la política internacional, los apoyos y adhesiones no son gratis.

Calderón sabe que esta en deuda y que si no hubiera sido porque gracias al operativo internacional para penetrar la información del IFE y manipular el proceso electoral, él nunca hubiera podido llegar a Los Pinos. Entre gitanos no se leen la mano, Calderón sabe que debe y tiene que pagar, pero si se hace bolas con los acuerdos, le va a ser mucho más difícil sobrevivir, tan alegremente como lo está haciendo.