Otra de Estados Unidos
Más allá de la forma aparentemente juguetona que adoptan ciertos intelectuales y académicos, así como arrepentidos de izquierda, para hacer referencia a la existencia real del imperio (lo que esconde su identificación con el mismo), éste no es en ni broma, ni jugarreta alguna; sino una terrible realidad impuesta a los pueblos de la tierra en su conjunto. Guerras, armas de destrucción masiva, convencionales, terrorismo en sus peores versiones, narcotráfico, especulación, juegos de azar, trata de blancas, intercambio desigual y saqueo al Tercer Mundo constituyen sus principales sustentos, por mucho que aparente combatirlos. La “democracia”, la hipocresía y la falsa religiosidad son sus principales caretas. Pero posee muchas otras formas de esconder su esencia opresora, intervencionista y genocida.
Intervenciones, despojos y genocidio
Lo menos ocultable del imperio son sus arsenales atómicos, la gran diversidad de armas de destrucción masiva y la inconmensurable cantidad de armas convencionales de que dispone, con lo que amenaza de forma real a todo el mundo. Al continente americano lo amenaza con su nada inocente IV Flota, por más que medios de derecha de la región digan verla hacer visitas amistosas a los países que la conforman. [1] En todo este conjunto mortífero, como en todo lo demás, los medios de derecha se encargan de ensalzar al imperio, presentándolo como el paladín de la justicia, la libertad y la democracia.
El imperio dispone de recursos ilimitados, arrebatados a los pueblos con engaños, maña y fuerza que, luego, “legitima” con las leyes que dicta al mundo: tierras, recursos naturales, fábricas, minas, recursos energéticos, flotas, laboratorios abiertos y encubiertos; centros de investigación cuyos resultados muchas veces se ocultan al mundo, como hace, por ejemplo, la Monsanto. [2]
Como muestra de lo planteado respecto a los recursos que el imperio arrebata a los pueblos por la fuerza, sólo recuérdese que a México, entre 1846 y 1848, le fue cercenado un territorio de unos 2.3 millones de Km2, un poco más de la superficie que ahora posee ( 1.972.550 Km²) . [3] El carácter de conquista de la guerra a México fue reconocido hasta por personajes de los círculos gobernantes de EEUU. Ulysses Grant ( 1822 - 1885 ), quien fuera presidente de esta nación (1869–1877), escribió: “Esta guerra es una de las más injustas que alguna vez haya mantenido una nación fuerte contra una débil.” [4]
Las víctimas del imperio han sido incontables, son muchos millones. He acá una breve revista del genocidio que ha provocado:
§ La primera guerra mundial (1914-1918), corolario de las contradicciones entre países imperialistas, mató entre ocho y nueve millones de personas y dejó a unos seis millones de inválidos. [5]
§ A su vez, la segunda guerra mundial (1939-1945), que buscaba resolver nuevas y viejas contradicciones entre las metrópolis imperiales, mató aproximadamente al 2 % de la población mundial de entonces, unos 60 millones de personas [6] , de las cuales unos 25 millones fueron soviéticas. [7]
§ Dentro del marco de esta guerra, sin que EEUU lo haya reconocido jamás y sin que la hipócrita Europa lo denunciara alguna vez, el mayor acto terrorista que registra la historia corresponde al bombardeo atómico del 6 de agoto de 1945, sobre Hiroshima (con un saldo de 140,000 personas muertas) y el del 9 del mismo mes, sobre Nagasaki (con un estimado de 80,000 muertos). Irónicamente, las bombas fueron bautizadas con los nombres de “Litle Boy” la primera, y “Fat Man”, la segunda. [8] Con su lanzamiento, Truman inauguró la Guerra Fría como medio de intimidación a la URSS, no para vencer al Japón. [9]
§ En la guerra contra Vietnam (1950-1975), el imperio cobró la vida de entre 2 y 5,7 millones de personas; [10]
§ En la que impuso a Corea (1950-1953), la de un millón de coreanos. [11]
No debe soslayarse que, en sus albores, el capitalismo perpetró un gigantesco genocidio contra los pueblos autóctonos de América y África:
§ Según el antropólogo brasileño Darcy Ribeiro, a fines del siglo XV, América poseía unos 70 millones de habitantes, pero apenas siglo y medio después, su población se había reducido a unos tres millones y medio de indígenas. [12]
§ Tampoco ignoremos el genocidio de 140 millones de esclavos africanos provocado por los colonialistas europeos . [13]
Hoy en día, el imperio sigue interviniendo territorios. Iraq y Afganistán son los ejemplos más dantescos del momento. Utilizó de pretexto el supuesto, mil veces desmentido, de armas de destrucción masiva en el primero de estos casos; y el falso que ya casi nadie se traga de la autoría intelectual de Osama Bin Laden en la planificación y ejecución de los sucesos del 11 de septiembre de 2001, en el segundo.
Sin embargo, el sitio web Most Wanted Terrorists dedicado a Osama Bin Laden demuestra palmariamente “que los atentados del 11 de septiembre no aparecen entre los hechos por los cuales se busca a este hombre. Un miembro del Movimiento por la Verdad se puso en contacto con el Cuartel General del FBI para pedirle una explicación. Un responsable de relaciones públicas le respondió: «No disponemos de ninguna prueba formal que permita vincular a Ben Laden con el 11 de septiembre»”. [14]
A su vez, los saldos de Iraq no dejan dudas de lo lejos que está la ocupación de su territorio de una guerra en función de su liberación:
§ 1, 5 millón de muertos; 4,5 millones de desplazados; entre 1 y 2 millones de viudas; cinco millones de huérfanos. [15]
Leer completa-------------------------------------------------------------------------
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire