Manzana azul
Proceso
Táctiva violenta y clientelar
José Gil Olmos
El Partido Acción Nacional (PAN) y el gobierno de Felipe Calderón cuentan con un nuevo plan llamado Manzana Azul: un agresivo programa de operación política que prevé el espionaje, acoso laboral a los adversarios, reclutamiento, cooptación e incluso compra de simpatizantes y de votos con recursos de los programas estatales y federales.
Pero además Juan Camilo Mouriño, el jefe de la Oficina de la Presidencia, tejió una estructura de más de 600 delegados de dependencias federales en los estados con un perfil panista.
Ante la estrategia, en el Senado de la República, PRI, PRD, PVEM, PT y Convergencia aprobaron un punto de acuerdo para pedirle a Felipe Calderón que reconsidere los nombramientos de los delegados de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), “a fin de que prevalezca el perfil profesional y se abandone el criterio político partidista de esos servidores públicos”.
La nueva configuración de la estructura panista, montada en los programas federales, coincide con las elecciones que habrá este año en 14 estados, y el plan Manzana Azul será aplicado en los próximos comicios municipales en Veracruz.
El documento de 11 páginas que contiene el nuevo plan de Acción Nacional empezó a circular en Veracruz hace semanas. Lo firma el líder del partido en la entidad, Víctor Alejandro Vázquez Cuevas, Pipo, un joven político cercano al líder nacional Manuel Espino y que aspira a ser en 2010 el primer gobernador panista del estado.
Fruto envenenado
A diferencia de otros planes electorales que ha utilizado anteriormente el PAN, en Manzana Azul se menciona el uso o la “orientación” de los programas gubernamentales en beneficio de los candidatos blanquiazules.
La idea de los panistas es formar una estructura con los jefes de manzana que ya están identificados con su partido “y con aquellos que a partir de este momento serán reclutados, cooptados o comprados”. Empezarían con el municipio de Veracruz, donde cuentan con funcionarios “que ya han sido capacitados para la ejecución del programa”.
De ahí avanzarían hacia los municipios que no gobiernan, con la meta de conquistar todo el estado para 2010.
El uso de los recursos federales tiene un antecedente fresco: en la elección de 2006 se descubrió que Josefina Vázquez Mota se sirvió de los programas Oportunidades y Seguro Popular de la Sedesol para atraerle votos a Felipe Calderón (Proceso 1535).
En esta ocasión, Manzana Azul plantea varias acciones:
1.- Compra de votos, credenciales de elector de simpatizantes del PRI y de representantes de casilla en lugares donde existe poca presencia de los medios de comunicación.
2.- Operar una campaña de desprestigio a través de volantes e internet, de manera anónima, en contra de la vida pública y privada de los candidatos del PRI, PRD o Convergencia.
3.- Desarrollar programas municipales de asistencia social en las colonias o comunidades más marginadas, con el apoyo de los programas federales, donde es más fácil manipular a la población y orientar su voto con base en la información que vayan proporcionando los jefes de manzana.
4.- Instruir, el día de la elección, la presencia de los coordinadores municipales de los programas sociales cerca de las casillas para registrar quiénes acuden a votar, intimidar e inducir el voto en aquellas donde se tiene registrada una votación adversa para el PAN.
5.- Retirar o destruir propaganda de los candidatos del PRI, PRD y Convergencia en las calles de las manzanas correspondientes con el apoyo del personal del ayuntamiento.
6.- Los funcionarios municipales de los primeros niveles que han sido intensamente capacitados durante los últimos meses, serán la espina dorsal en las actividades logísticas, coordinación y apoyo de la operación de Manzana Azul 2007, dirigiendo, coordinando y orientando las acciones de los jefes de manzana.
7.- Los empleados municipales de otros niveles serán invitados y coordinados por sus jefes de inmediato para el apoyo logístico y operativo de Manzana Azul 2007.
El plan es tan agresivo que plantea incluso el seguimiento de los adversarios, “vigilando” las visitas que reciben o indagando su situación económica y familiar.
Además se incluye la participación de las mujeres e hijos de los panistas, así como de maestros o sacerdotes simpatizantes del PAN, para convencer a los presidentes de casilla y a sus familias para que pertenezcan a ese partido.
En caso de que fueran reticentes, se considera “realizar visitas y llamadas telefónicas en el número que fueran necesarias para acosarlo e intimidarlo. Así como mantener presencia de miembros de Acción Nacional cerca de la casa del presidente de casilla para mostrarle que está vigilado”.
Otro de los novedosos instrumentos panistas es el acoso laboral: “Investigar dónde y con quién trabaja, para conocer el tipo de patrón y compañeros que tiene. Si el patrón es panista, plantearle la situación; si no, acosarlo a través de los compañeros de trabajo simpatizantes del PAN”.
Además, se propone una intensa campaña de volanteo, panfletos para “desmoralizar” a los priistas y, si es necesario, el uso de la fuerza:
“Si alguna casilla se está perdiendo para Acción Nacional, los jefes de manzana instruirán a su grupo para originar la violencia a fin de quitarla del lugar y llevarla a otro sitio propio para Acción Nacional; otra salida será provocar la anulación por irregularidades.
“Si el nivel de violencia lo permitiera, los miembros del grupo se apoderarán de las urnas y se dirigirán a las casas de seguridad más cercanas o más difíciles de localizar”.
Respecto de la estrategia panista, el diputado perredista Alejandro Sánchez señala que “Manzana Azul no es más que las prácticas viejas que llevó a cabo el PRI. Es, a través de jefes de manzana, de líderes territoriales, bajar todos los programas sociales que tiene el gobierno federal. Percibimos que se trata de un programa piloto en Veracruz, pero no dudamos que lo estén aplicando en los 14 estados donde va a haber una elección”.
–¿Se está formando una estructura político electoral?
–Sí, el objetivo general es posicionar en el territorio su liderazgo y prepararse para 2007, y más adelante permanecer más de 12 años en el poder para garantizar los programas del capital extranjero. El PAN necesita no sólo las instancias de gobierno, sino también la mayoría en el Congreso de la Unión, lo que le daría la posibilidad de tener las grandes reformas que necesita.
Operadores electorales
Desde mediados de febrero, Juan Camilo Mouriño empezó a palomear a los nuevos delegados de las secretarías de Estado en el país. Su trabajo no llamó la atención hasta principios de abril, cuando se detectó que la mayoría de los 31 delegados de la Sedesol eran panistas sin experiencia en la función pública: exlegisladores, excoordinadores en la campaña calderonista o empresarios que apoyaron al ahora presidente de la República.
En Veracruz se designó como delegada de Sedesol a Alma Delia Lamadrid Rodríguez, coordinadora de capital humano en Industrias John Deere; en Yucatán, a Fernando Medina Gamboa, exgerente del Banco del Atlántico y Grupo Empresarial Minsa; en San Luis Potosí, a Jorge Viramontes, gerente general de Avisa Acero; en Aguascalientes, a Pedro Vargas de la Mora, director de Coparmex de 1983 a 1988; y en Campeche a Mario Alberto Ávila, tesorero del Consejo Coordinador Empresarial.
Mientras que en Tabasco se designó a la diputada local y coordinadora de la fracción panista 2004-2006, Dora María Scherrer Palomeque; en Chiapas, al exdelegado estatal panista y excandidato a gobernador Francisco Rojas Toledo; en Colima, a la excoordinadora estatal de la campaña calderonista, Liduvina Sandoval; en Durango, al consejero del PAN Félix Chaidez; en Guanajuato, al exedil de Salamanca José Justino Arriaga. De forma similar ocurrió en los demás estados.
En Semarnat ocurre lo mismo: destaca que en Tabasco se haya designado a María Yolanda Cabal, cuyo mayor mérito es habar sido diputada local y federal, que en el Estado de México se nombrara a Ricardo Tejeda Nichols, hijo de Max Tejeda, exdiputado federal y dirigente panista en Guerrero; y en Campeche a Ramón Dimas, pediatra y exdiputado federal suplente.
En cuanto a la Secretaría de Trabajo, designó en Veracruz a Alfonso Vázquez Cuevas, hermano del dirigente panista Alejandro Vázquez, el autor del programa Manzana Azul. Sin embargo, ese delegado fue impugnado por el secretario de Gobierno del estado, Reynaldo Escobar, quien manifestó: “No se puede nombrar para un cargo relacionado con la creación y promoción de empleos a una persona que apenas ha terminado la secundaria”.
En el propio PAN salieron críticas a los nombramientos de los delegados. El diputado federal Jorge Rubén Nordhausen Gonzalez denunció que en Campeche “tenemos una maestra de preprimaria al frente del Registro Agrario Nacional, y un técnico en informática al frente de la Procuraduría Agraria”.
El 18 de abril, los senadores del PAN recibieron en su oficina al secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña. Al día siguiente el legislador coahuilense Ernesto Saro Boardman confirmó que “fue una larga reunión, de dos horas y media, en la que hubo quejas de compañeros por la disputa aparente en torno a los delegados”. Lamentó “que en algunas regiones se dé esa pugna entre el Ejecutivo y el partido sobre quién pone los delegados” y criticó: “Es algo que en Acción Nacional criticamos toda la vida”.
Carlos Rojas, diputado del PRI y exsecretario de Desarrollo Social, sostiene en entrevista que los delegados con perfil partidista no sólo politizarán los programas, sino que van a destruirlos “porque hay una enorme incapacidad, por lo menos en el terreno profesional y académico”.
–Estaríamos hablando de una estructura electoral paralela al PAN, que opera con recursos de la federación. ¿Eso no configura un delito?
–Siempre y cuando se metan en el trabajo electoral, pero cuando no hay elecciones igualmente van a realizar trabajo de cooptación partidista, trabajo proselitista. A mí me parece absolutamente incorrecta y carente de ética esa decisión que ha tomado el gobierno de Calderón.
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