RESISTENCIA
La jornada del 22 de diciembre de 2006
La resistencia es el camino más esperanzador, sólo los ingenuos discuten proyectos para mejorar las estructuras, quien no asume la inautenticidad de las instituciones abona a la continuidad. Hay quienes tenemos pretensiones de autonomía y expectativas de autenticidad, no tanto a través de mecanismos de interlocución gubernamental o del diálogo formal con la familia, la Iglesia o las instituciones estatales, sino mediante actos de resistencia, de desobediencia civil y de estilos de vida contemporánea que se reconstruyen cada día. La vida como experimentación permanente es lo que algunos entendemos como ejercicio de las libertades.
El ideal de la solidaridad puede montarse sobre redes, organizaciones de la sociedad civil y movilizaciones de resistencia. Porque la igualdad cobra sentido de identidad, y no tanto de no discriminación. Pero en el reconocimiento de los otros como "uno mismo" también aumenta la aceptación de lo diferente: el que reconoce a otro presidente, el que habla una lengua indígena, el que viste distinto, el de otras preferencias sexuales, el que tiene otro código moral. La diversidad podría aparecer como un ideal de vanguardia política, un insumo del siglo XXI que puede acompañar a los de libertad, igualdad y solidaridad, si hubiera necesidad de profanar lo sagrado y configurar una Santísima Cuadridad.
Pero el descrédito a las instituciones y la indiferencia a las normas han convertido a la movilizacion social y a la desobediencia civil en puertas privilegiadas de la libertad y de la realización de los deseos, ilusiones para el año nuevo: que lo ideal se vuelva real y la mentira, verdad.
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