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Reforma fiscal
Se confrontan dos visiones del libre comercio, durante la visita del líder sandinista Ante Calderón, Daniel Ortega cuestiona el neoliberalismo y los frutos del TLCANMéxico financiará, vía el Pacto de San José, grandes proyectos carreteros en Nicaragua CLAUDIA HERRERA BELTRAN El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, saludó ayer al "México insurrecto" y criticó la política hegemónica de Estados Unidos, el modelo neoliberal "agotado, fracasado", y se preguntó de qué ha servido el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) a los mexicanos. "¿Acaso ha parado la migración? Si el TLCAN fuese realmente lo positivo que ustedes tenían pensado no estarían desesperados millones de latinoamericanos por saltar hacia Estados Unidos?", expuso ante la mirada sorprendida del presidente Felipe Calderón, líderes legislativos e integrantes del gabinete. De parte de Calderón, el llamado fue distinto. A su invitado, impulsor -junto con Hugo Chávez y Fidel Castro- de la Alternativa Bolivariana para las Américas y opositor del Area de Libre Comercio de las Américas, le pidió "respetuosamente" mantener activa la participación de Nicaragua en las iniciativas regionales, como el Plan Puebla-Panamá y el Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla. Prolongados fueron los discursos del comandante en su visita de Estado, y divergentes las posturas que dieron ambos mandatarios, aunque Calderón hizo esfuerzos por resaltar los puntos en común. Incluso comentó que en su generación seguían con atención y admiración la lucha de los sandinistas y, desde luego, del comandante Ortega y sus camaradas. Pero el presidente mexicano no perdió oportunidad para defender el "comercio libre y justo" frente al mandatario centroamericano, quien criticó con vehemencia el "capitalismo global" y lanzó sus dardos contra Estados Unidos. En mangas de camisa y contento por la lluvia, que comenzaba a caer en Palacio Nacional durante la ceremonia de bienvenida, el nicaragüense celebró a ese México que "siempre ha estado insurrecto contra la injusticia", y saludó a todas las fuerzas políticas del país. A su lado, Rosario Murillo, la esposa del líder sandinista y coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, asentía y sonreía al escuchar las palabras críticas de su esposo. A lo lejos se escuchaban las consignas de perredistas que se apostaron afuera de Palacio Nacional para repudiar la presencia del jefe del Ejecutivo mexicano. Entre evocaciones a la Virgen de Guadalupe y al general Augusto Sandino, el invitado celebró que un "nuevo sol" de unidad alumbra América Latina y cuestionó el "capitalismo global" que se ha creído dueño de la historia, a "aquellos que han apostado a fragmentarnos para explotarnos mejor o para comernos mejor, como el cuento de Caperucita y el lobo". Frente a esta postura contra los tratados de libre comercio, Calderón defendió la integración de América Latina como una oportunidad para impulsar el desarrollo económico y social de los países de la región. En su esfuerzo por mostrarse cercano al sandinista, anunció que ha decidido apoyar la petición de ese gobierno para financiar, por medio del Pacto de San José, tres importantes proyectos carreteros en Nicaragua, que además fortalecerán la red carretera mesoamericana. Después ambos presidentes pasaron revista a la guardia de honor, momento en que Ortega lucía como si fuera el anfitrión, moviendo los brazos y dando explicaciones a un Calderón que sonreía nerviosamente mientras caminaban por la alfombra roja. Acompañados de sus comitivas, ambos se trasladaron al salón de recepciones, donde los aguardaban empresarios y políticos, entre ellos varios integrantes del gabinete, el senador priísta Manlio Fabio Beltrones y la diputada panista María Elena Alvarez. Ortega ocupó más de 40 minutos en su discurso y ni siquiera advirtió que Dimas Romero, el encargado de la oficina de negocios de la embajada de Venezuela en México, se desvaneció en plena cena. El secretario de Salud, José Angel Córdoba Villalobos, tuvo que cruzar todo el salón para atenderlo. Mientras elementos del Estado Mayor Presidencial y el titular de Salud atendían al venezolano, que finalmente se incorporó, Ortega volvió a la carga contra un TLCAN que, dijo, no toma en cuenta las asimetrías de la región y pidió entender a los mexicanos esta "política hegemonista del tiburón queriéndose tragarse la sardina". Y terminó su mensaje calificando el muro entre Estados Unidos y México de "vergüenza e ignominia". |
"Otro mundo es posible-Otro EU es necesario", el lema en la ciudad de Atlanta Inicia el Foro Social de Estados UnidosIndígenas, inmigrantes, sindicalistas, religiosos, estudiantes, gays... en la marcha inaugural DAVID BROOKS Atlanta, 27 de junio. Convocando el espíritu del reverendo Martín Luther King, Jr., la marcha cruzó por el centro de Atlanta con bandas, títeres y mantas que reflejaban el mosaico de agrupaciones sociales unidas bajo el lema: "Otro mundo es posible-Otro Estados Unidos es necesario", y con ello arrancó el primer Foro Social de Estados Unidos, cumpliendo con un compromiso hecho en los foros sociales mundiales. Contingentes de Nueva Orleáns, en lucha por rescatar a esa ciudad primero del huracán Katrina y ahora de los intereses empresariales que desean expulsar al pueblo para hacer una ciudad tipo Disneylandia, indígenas, organizaciones de inmigrantes, sindicalistas, activistas (incluidos veteranos) contra la guerra en Irak, defensores de los derechos de los gays, estudiantes, religiosos, promotores del derecho a la salud y la vivienda marcharon por las calles bajo el húmedo calor sureño. Este lugar fue epicentro del histórico movimiento de derechos civiles (la iglesia donde predicaba el reverendo King está aquí). Hoy día, el estado de Georgia es epicentro de la gran batalla sobre la inmigración, con un clima de hostilidad extremo y violento. Decenas de miles de emigrantes aquí, sobre todo mexicanos, hace un año asombraron al mundo al atreverse a salir en esta ciudad y varios pueblos del estado para exigir sus derechos básicos. Aquí hay viejos y nuevos movimientos, unos que marcharon con el reverendo King, otros que apenas están aprendiendo de esa historia, representantes de pueblos en estas tierras que han luchado durante mas de 500 años, otros que han participado en legendarias luchas laborales, y otros más que podrían estar creando nuevas leyendas. Adelina Nicholls, de la Alianza Latino de Georgia para los Derechos Humanos, y una de las coordinadoras de las movilizaciones del año pasado, declaró ante el mitin al concluir la marcha que en este estado se están impulsando las medidas más antinmigrantes del país que resultan en despidos, hostigamiento, persecución y deportación de migrantes. Por ello, su lucha hoy día, dijo, es " una continuación de la de los afroestadunidenses". Advirtió a "todos esos ciegos y sordos que esta lucha continúa" y que "no estamos pidiendo limosna... los derechos nos los ganamos trabajando". Que sus palabras sean escuchadas por una amplia diversidad de agrupaciones que participan en miles de luchas sobre decenas de temas es el objetivo de este foro. Lo más significativo de este espacio es su función como un punto de convergencia para lo que podría calificarse de la "izquierda social" de Estados Unidos. Una izquierda fragmentada, atomizada, y fracturada en mil pedazos. Aquí están las diásporas de múltiples movimientos -el altermundista que nació en Seattle, el de justicia económica, el ambientalista de izquierda- que fueron congelados, si no asfixiados, después del 11-S y la invasión a Irak y Afganistán. También están movimientos más recientes. Por supuesto, las vertientes del movimiento antiguerra, así como algunos que surgieron en torno al desastre de Katrina, los trabajadores migrantes de la Coalición de Trabajadores de Immokalee en Florida que, con el apoyo nacional de estudiantes y religiosos, contra todo pronóstico, ganaron sus luchas contra Taco Bell y McDonald's para lograr mejores salarios y condiciones. Y están algunos veteranos de movimientos históricos, junto a nuevas generaciones, con representantes del movimiento de derechos civiles de los 60, líderes indígenas y laborales con sus luchas desde los orígenes de este país. Los reverendos Joseph Lowery y James Orange -hombres que acompañaron a King- iniciaron este foro en una ceremonia de tributo en la tumba del doctor King. Un líder del pueblo Cherokee se sumó a ellos para iniciar la marcha de inauguración. Tal vez Martín Luther King, Jr. es el que podría simbolizar mejor lo que intenta ser y hacer este foro. Casi al final de su vida (acortada por la bala de un asesino mientras apoyaba una huelga de trabajadores de limpieza no lejos de aquí en Memphis), declaró que no podía predicar más su principio de la no violencia entre los estadunidenses sin pronunciarse sobre la guerra y las políticas violentas del gobierno de su país. "Sabía que nunca jamás podría elevar mi voz contra la violencia entre los oprimidos de los ghettos sin primero haber hablado claramente sobre el más grande surtidor de violencia en el mundo hoy día: mi propio gobierno", afirmó King en su famoso discurso contra la política bélica de Washington y la guerra en Vietnam el 4 de abril de 1967. "Esta tierra sobre la cual marcharon hoy y sobre la cual están sentados es tierra Cherokee", declaró Amy Walker, mujer indígena Cherokee, en el acto de inauguración del Foro Social de Estados Unidos. Habló del "trauma multigeneracional" de su pueblo, y de que "creemos que lo que les ocurrió a nuestros ancestros es transmitido a nosotros". Agregó que al prohibírseles realizar sus ceremonias, los indígenas "no podían curar sus heridas" de este trauma histórico y que por ello ahora luchan por recuperar esos valores tradicionales, "con los cuales no teníamos necesidad de policías, jueces, abogados ni cárceles. Más que todo, nos dio nuestra identidad, y nuestro bienestar". Estos son los sobrevivientes de la llamada "Caminata de lágrimas", cuando miles fueron expulsados de estas tierras a Oklahoma, destruyendo casi a esta nación. Representantes de otros pueblos indígenas de este país, incluso unos de Alaska y Hawaii contaron largas historias de colonización, despojo y lucha. El de Alaska comentó que en los últimos cien años, "primero fuimos colonizados por los rusos, después por los estadunidenses y ahora por empresas petroleras y mineras". Concluyó: "Estamos en solidaridad con todos los otros pueblos indígenas del hemisferio, es la misma lucha". En la ceremonia de apertura también ofrecieron la bienvenida una gama de representantes del mosaico reunido aquí para intentar encontrar, pues, ecos de sus luchas, dudas, trabajo, y más, algo que ofrezca un poco de esperanza y un poco de identidad colectiva a una izquierda social que está por todas partes pero que aún no se encuentra a sí misma. Este Primer Foro Social en Estados Unidos continuará con cientos de talleres, mesas redondas y plenarias desde hoy hasta el domingo. Algunos participantes llegan de otros países, incluido México. Sin embargo, el foro, por ser aquí, en este país, el eje de la llamada "globalización", es por definición un foro en el que cientos, si no miles, de los participantes son de todas partes del mundo que ahora viven aquí, rescatando lo que se llama "movimiento social" en su nuevo país. |
Canjes de opositores entre dictaduras del Cono Sur Documentos desclasificados en EU desnudan el terrorismo de EstadoSTELLA CALLONI Buenos Aires, 27 de junio. Nuevos documentos desclasificados en Estados Unidos indican que 20 refugiados uruguayos en Argentina y un brasileño habrían sido entregados a su país de origen entre finales de 1977 y principios de 1978, en lo que bien pudo ser parte del intercambio de prisioneros entre las dictaduras del Cono Sur, en el esquema de la contrainsurgente Operación Cóndor u otro tipo de accionar ilegal entre ambos países. El documento referido está fechado en la embajada de Buenos Aires el 20 de abril de 1978 y dirigido al Departamento de Defensa de Estados Unidos, con copias a la misión de ese país en Ginebra y a las embajadas estadunidenses en Brasilia, Montevideo y Río de Janeiro, simultáneamente. El asunto tratado está referido a la posible "devolución de refugiados uruguayos", y se asienta además que esta "preocupación fue expresada a la embajada estadunidense en Buenos Aires por la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugidos (ACNUR)"; incluso se habla de "más" de 21 refugiados devueltos. El ACNUR presentó informaciones sobre el hecho de que las autoridades argentinas permitieron los operativos de inteligencia del ejército de Uruguay "a finales de diciembre y enero para arrestar a uruguayos refugiados en Argentina". También se menciona la participación de comandos de inteligencia del ejército uruguayo en el plagio de exiliados del Grupo Accionista Unificado (GAU), el Partido Comunista Revolucionario y el Movimiento de Liberación Nacional (Tupamaros). En el documento sobresale el tema de la extorsión a los militantes secuestrados y en este caso desaparecidos, como ocurrió con los uruguayos llevados al centro clandestino de detención Automotores Orletti, considerado una de las sedes de la Operación Cóndor en Argentina. El secuestro y tortura de militantes del Partido por la Victoria del Pueblo tenía además como finalidad para los militares argentinos y uruguayos apoderarse de dinero del grupo político. "Los comandos especiales", al mejor estilo de las mafias, pidieron 2 millones de dólares para liberar al dirigente Gerardo Gatti, hoy desaparecido. Se ha establecido también que en el temible centro de Orletti se pidió dinero a las familias de los uruguayos secuestrados aquí, Adalberto Soba y Alberto Mechoso, también hasta ahora desaparecidos. Según el nuevo documento desclasificado, hubo otro caso de extorsión de los militares argentinos y uruguayos, los que pidieron 8 mil dólares a una familia para liberar a uno de los secuestrados entregados entre finales de 1977 y principios de 1978. De acuerdo con el diario La República de Montevideo, la lista que aparece en el documento coincide con la de 20 uruguayos secuestrados en Argentina en diciembre de 1977, que continúan desaparecidos. Así la historia del horror sigue entretejiendo sus hilos; hace unos días el abogado uruguayo Oscar López Goldaracena y un grupo de familiares de las víctimas dieron a conocer el documento. En el documento desclasificado se especula con una supuesta "devolución de favores" ya que Uruguay entregó a Argentina al dirigente montonero Oscar de Gregorio, detenido en Colonia en noviembre de 1977. Hay otros temas a investigar en este caso y aunque hay tachaduras como en todo documento desclasificado, se da la lista de los nombres de los 21 refugiados ilegalmente entregados. El nuevo descubrimiento sigue complicando las relaciones entre los organismos humanitarios, familiares de las víctimas y el gobierno del presidente uruguayo Tabaré Vázquez, que ha sufrido una ola de críticas por su reciente discurso de reconciliación nacional durante el último acto por el Nunca Más, al que no asistieron este año diversas organizaciones. El discurso ha sido rechazado por esos organismos, los familiares y la izquierda más radical del Frente Amplio. Para algunos dirigentes de la central sindical PIT-CNT, como Luis Puig, el mandatario ha "partido de un concepto erróneo al hablar de una guerra entre hermanos. Aquí no hubo una guerra entre uruguayos, sino la imposición del terrorismo de Estado". La PIT-CNT es parte importante del gobernante Frente Amplio. El semanario Brecha menciona que estos documentos "confirman las denuncias de los familiares de las víctimas en la ola represiva desencadenada entre diciembre de 1977 y agosto de 1978 por comandos uruguayos coordinados con el ejército y la policía de Argentina". Por tanto, se considera que el "nunca más como recurso de reconciliación" no solamente aparece como prematuro, sino que además ayuda a la determinación de los mandos militares uruguayos para mantener oculta la documentación oficial que permitiría acceder a la historia completa del terrorismo de Estado". |
EU: continuidad delictivaLa divulgación de la información contenida en el expediente llamado Las joyas de la familia, elaborado en 1973 y desclasificado este martes, en el que se da cuenta de las operaciones delictivas perpetradas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) durante la séptima década del siglo pasado, no revela nada nuevo, salvo algunos detalles, respecto de lo que ya se sabía de las añejas prácticas de este organismo estadunidense: las conspiraciones para asesinar a líderes políticos extranjeros, como el presidente cubano Fidel Castro, en 1960, y el primer ministro congolés Patricio Lumumba, en 1962; el espionaje a periodistas, activistas políticos y líderes estudiantiles, así como los experimentos con drogas como el LSD en seres humanos sin su consentimiento, han sido actividades ampliamente conocidas desde hace mucho tiempo por la opinión pública internacional. Sin embargo, la desclasificación y difusión de estos documentos reviste gran trascendencia porque pone en evidencia la continuidad de los métodos empleados por el gobierno de Estados Unidos, de manera rutinaria y sistemática, en lo que respecta a la aplicación de sus políticas externas e internas: el atropello constante a los derechos humanos y la violación de leyes domésticas e internacionales, la intromisión -encubierta o no- en asuntos que corresponden a la soberanía de otros países y la negación pública de estos y otros delitos cometidos de manera furtiva. A raíz del escándalo de Watergate (1972-1974), desatado porque agentes de la CIA pretendieron instalar clandestinamente micrófonos y cámaras en la sede del Comité Electoral del Partido Demócrata, y concluido con la dimisión del entonces presidente Richard Nixon, el Congreso estadunidense instauró una serie de reglas en materia de inteligencia, con el fin de mantener cierto control sobre las tendencias delictivas de la agencia de espionaje. Sin embargo, tanto la CIA como otras oficinas de seguridad e inteligencia del país vecino siguen, en lo fundamental, operando con los mismos métodos e incluso han incursionado en la aplicación de prácticas nuevas y aberrantes. En años y meses recientes se ha dado a conocer información respecto a la red de cárceles clandestinas -llamadas black sites, o lugares negros- y vuelos secretos organizada y operada por la CIA para secuestrar, retener, transportar y torturar a sospechosos de terrorismo en distintos países de Europa, Asia, Africa y Medio Oriente. Por otra parte, la opinión pública internacional ha asistido con horror a la revelación de las condiciones en las que hasta la fecha, y a pesar de las protestas internacionales, se mantiene retenidos en la base militar de Guantánamo a centenares de secuestrados por los servicios secretos estadunidenses. Por lo demás, la Ley Patriótica impuesta por el gobierno de George W. Bush tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 es, en buena medida, una legitimación de las inveteradas prácticas delictivas de la CIA. Ese documento legaliza el espionaje telefónico, la apertura clandestina de correspondencia, la intercepción de correo electrónico, la sustracción secreta de documentos como historias clínicas y la escucha de conferencias telefónicas, todo ello sin que se requiera orden judicial. Al mismo tiempo, el presidente republicano instauró consejos de guerra para juzgar a civiles sospechosos de terrorismo, que se ven privados de derechos tan elementales como la presunción de inocencia y el acceso a abogados defensores. A instancias de Alberto Gonzales, actual secretario de Justicia, se otorgó autorización a los servicios secretos para torturar "moderadamente" a los infortunados ciudadanos de cualquier país que sean discrecionalmente considerados "combatientes enemigos". Significativamente, ayer un comité senatorial citó al vicepresidente Dick Cheney y a otros funcionarios del Departamento de Justicia y del Consejo de Seguridad Nacional para que expliquen la instauración de un programa de espionaje telefónico considerado ilegal por muchos legisladores y por organismos de defensa de los derechos humanos. En suma, los datos referidos permiten concluir que el gobierno estadunidense fue, y sigue siendo, como han denunciado puntualmente las organizaciones Human Rights Watch y Amnistía Internacional, un violador principalísimo de los derechos humanos dentro y fuera de su territorio, así como un infractor pertinaz de la legalidad internacional. |
Octavio Rodríguez Araujo RecordarEstamos a un año de las elecciones federales más competidas en la historia contemporánea de México. A un año de que los mexicanos todavía queríamos creer en las instituciones y en la democracia. A un año de que, ingenuamente, pensábamos que si bien habían querido acabar con López Obrador (desde la táctica del desafuero hasta la guerra sucia de los medios en su contra), no lo habían logrado y que el 2 de julio en la noche estaríamos celebrando el principio del fin de las políticas neoliberales y entreguistas tanto de los panistas como de los priístas empanizados por obra y gracia de Salinas de Gortari, principalmente. Las instituciones se traicionaron a sí mismas, y sus titulares, tanto en el IFE como en el tribunal electoral, demostraron lo que eran: peones del Poder Ejecutivo, es decir, del presidente en turno de la República. El fraude es lo que recibimos a cambio de muchas esperanzas e ilusiones. Un balde de agua fría del tamaño de las cataratas del Niágara nos cayó encima y Felipe Calderón, resguardado (todavía) por las fuerzas castrenses del país, se hizo del poder negándose a que se contaran los votos para despejar las dudas que no han desaparecido. Es fecha en que las boletas electorales no pueden ser contadas y cualquier día nos enteraremos de que ya fueron destruidas para ocultar el cuerpo del delito de esa lamentable elección que nunca debió haber sido como fue. No nos desgarremos las vestiduras, simplemente recordemos lo que ocurrió, aunque sea para entender mejor por qué todos los días hay asesinatos gracias a la "guerra contra las drogas" declarada por Calderón, por qué la Ley del ISSSTE, por qué las reformas fiscales que nos quieren imponer, por qué Mario Marín y Ulises Ruiz siguen siendo gobernadores, por qué tantas cosas suceden al mismo tiempo que millones de mexicanos no ven cumplidas las promesas de campaña de quien se presenta como Presidente de México. Mucho se ha escrito sobre el proceso electoral del año pasado y todavía aparecen nuevos libros, y seguirán otros probablemente. El tiempo transcurrido habrá servido, supongo, para reflexionar sobre lo sucedido y, para millones de mexicanos, persistirá la duda sobre los resultados, y la única respuesta que no se da, y que revelaría si hubo o no fraude, es la autopsia del cadáver, es decir, contar los votos emitidos hace un año, si es que ese cuerpo del delito no ha sido manipulado ya por médicos forenses sin escrúpulos. A siete meses de la accidentada y caricaturesca toma de posesión de Calderón se entiende mejor por qué los panistas que llegaron al poder con Fox -y que no tienen nada que ver con quienes dirigieron su partido hasta mediados de los años 70 del siglo pasado- no querían soltar el poder. Si había alguna duda, ésta se ha despejado con toda claridad. Lejos de servir a los intereses nacionales han demostrado, comenzando con la "guerra contra el narcotráfico", su subordinación a los intereses estadunidenses para América Latina y México en particular, pero también a los intereses de quienes han querido convertir al país en enormes beneficios para unos cuantos sin importarles el resto, precisamente como actúa cualquier empresario en relación con sus trabajadores. Un añadido: los del sexenio pasado se sirvieron con la cuchara grande, y había que cubrirles las espaldas -como hacían antes los priístas-, y los actuales siguen haciendo de las suyas implicándose cotidianamente en negocios que nada tienen que ver con el libre mercado que supuestamente defienden. El supuesto triunfo de Calderón ha significado, al margen de anécdotas reales e inventadas, la consolidación de un régimen político que iniciara con titubeos y pocos aciertos Miguel de la Madrid y que perfilara, "para los próximos 24 años", Salinas de Gortari. Me refiero a un régimen antiestatista, liberal sólo de nombre, tecnocrático en el peor sentido del término y, por supuesto, a favor exclusivamente del capital, tanto nacional como extranjero (más a favor de este último). Los mexicanos ahora sabemos, por si hubiera habido alguna duda en el pasado, que todo se quiere privatizar salvo aquello que todavía no es negocio para los ávidos particulares que ya gozan de privilegios, que tales privatizaciones tienden a restar soberanía a la nación y apoyo social a los ya de por sí desprotegidos habitantes del país, a los que forman la mayoría. El mexicano ordinario suele aceptar su situación de manera resignada o evadiéndose en la cotidianidad de la lucha individual por sobrevivir. Los que se organizan para luchar colectivamente por lo que les es común se enfrentan invariablemente al desdén cuando no a la represión ejercida por los poderosos, es decir, lo mismo de siempre; pero ahí están, como héroes sin estatua de un valor que no conocen los del poder: la dignidad. Mucha gente -incluidas ciertas izquierdas que viven en el pasado o del cuento- no quiso entender que, pese a sus errores (que los hubo), López Obrador significaba terminar con el régimen político que la derecha (priísta y panista) estaba construyendo y que ahora se nos ha impuesto por la vía del fraude y el engaño. Recordar lo ocurrido antes, durante y después de las elecciones no es flagelación por la "derrota" impuesta, sino un motivo más de reflexión y balance entre lo que tenemos y lo que hubiéramos tenido. |
Por Benjamín Castro
Salvar al quebrado sistema
LA CAUSA DE LAS REFORMAS FISCALES ES LA DEUDA
En México el gobierno de Agustín Carstens, enviado y personero del FMI, y de su "brazo político" que es como funge Felipe Calderón, no tuvo capacidad para imponer una "reforma fiscal" basada en la aplicación del IVA, el impuesto al consumo, sobre los alimentos y medicinas. Ese hubiera sido su deseo pero no pudieron imponerlo. Las reformas fiscales que imponen los gobiernos del FMI en todo el mundo son siempre recaudatorias. Es decir, se trata de encontrar siempre los reductos y los mecanismos para cobrar más impuestos. Aquí en México les quedo mas fácil hacerlo por la vía de los "impuestos estatales" como el de la gasolina o las cheves, además de tasar los depósitos bancarios de la clase media, es decir de los de más de 20 mil pesos, como bien lo denuncia el PRD. En otras partes como Brasil o Argentina los tecnócratas han impuesto otras variedades de recaudación incluyendo en algunos casos aumentos en el IVA o la imposición "selectiva" del impuesto al consumo.
Pero lo importante es entender que no importa como logren esa recaudación el objetivo siempre es el mismo: Garantizar que el gobierno este en condiciones de poder cumplir con el servicio de las diversas deudas con que carga como la externa, la interna, la contingente etc. etc. Siempre se trata, y así ha sido durante los últimos 25 años cuando menos, de recaudar más para garantizar que el gobierno pague a tiempo. También se usan para este propósito los aumentos de precios en los servicios como la misma gasolina o, por el otro lado, la reducción del gasto en el gobierno, en la inversión estatal etc. etc.
El FMI que es el "cuidandero" del sistema financiero de tasas flotantes que se impuso a partir de 1971 reformando el original de Bretton Woods, impone estas políticas a los gobiernos precisamente para evitar que vayan a caer en quiebra. No porque les preocupe mucho la quiebra de tal o cual país, sino para evitar que esa quiebra pueda llevar a la caída del sistema financiero global. Esa es la función de los tecnócratas del FMI y de los gobiernos que controlan como el de Agustín Carstens y su brazo político. Cuando Carstens toma una decisión en materia recaudatoria, reducción del gasto público y la inversión, uso de los "subejercicios" para no gastar dinero etc. lo hace para garantizar que México pague sus compromisos a tiempo y nada mas. Calderón sabe eso y cuando dice que es para conseguir recursos para "Pagar la deuda social" para ayudar a los pobres simplemente esta mintiendo.
La única ventaja de Carstens o de cualquier otro tecnócrata enviado por el FMI sobre el resto de los funcionarios es que éste si sabe que su labor es la de tratar de salvar al sistema evitando la insolvencia de México y no cualquier otra cosa. Carstens sabe que el sistema financiero esta en quiebra, sabe que el propio FMI como institución esta en quiebra y que todo el sistema financiero internacional consiste en una enorme montaña de deudas impagables como la de México y que por lo tanto es insolvente pero que hay que mantenerlo a flote como sea y sacrificando lo que sea. Para eso hacen reformas fiscales y otras maniobras.
La gente sensata debe saber que ese sistema financiero es insolvente, que nunca servirá para impulsar la economía sino al contrario, para colapsarla; y que tiene que ser substituido por un sistema financiero nuevo, que debe ser convocado como lo fue el de Bretton Woods por las propias naciones y que además de reestablecer el sistema de tasas fijas y estables, permita a las naciones la emisión de crédito barato y a largo plazo para impulsar los grandes proyectos de infraestructura que se requieren y unas dos décadas de intensa formación de capital.
El autor es miembro del Movimiento Internacional del economista Lyndon H. LaRouche.
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